El Formentor Sunset Classics y el Teatro Real presentan, en coproducción, uno de los más grandes fenómenos de la historia del piano, que reúne en su interpretación juventud, ímpetu, una brillante técnica y una especial originalidad: el pianista chino Lang Lang. En esta nueva ocasión, en la que el festival traslada su Formentor Sunset Experience al legendario escenario operístico de Madrid, escucharemos obras de Beethoven, entre otros compositores.
Dejarse llevar por los sonidos del piano, de la mano de uno de los grandes genios musicales de nuestro siglo, es entrar en un mundo lejano y aparentemente inaccesible: el de la inspiración.
La pianista portuguesa Maria João Pires ha cautivado a sus audiencias gracias a la sensibilidad, autenticidad e inspiración de sus interpretaciones. Con su estilo incomparable, pleno de lirismo y profundidad, logra siempre sobre el escenario dar voz a la esencia de la música: esa combinación de sonidos que cobra vida a través de sus manos, iluminando el silencio como un rayo claro y directo sobre un lienzo transparente. El programa que ofrecerá, rodeada por los idílicos jardines del Formentor a Royal Hideaway Hotel, reunirá algunas de las piezas más emblemáticas de Beethoven, Mozart y Chopin; tres compositores que, sin duda, han marcado profundamente la trayectoria de esta gran artista de nuestro siglo.
“Estoy realmente deseando llegar a ese lugar mágico, creo que vamos a ser todos muy felices allí”. Así de ilusionada se mostraba la violinista Leticia Moreno antes del concierto que inauguró, el pasado 26 de mayo, la temporada 2018-2019 del Festival Formentor Sunset Classics. Acompañada del Quinteto “Proyecto Tango Nuevo” –formado por Claudio Constantini al bandoneón, José Gallardo al piano, Uxia Martínez con el contrabajo y Anneleen Lenaerts al arpa-, Leticia Moreno ofreció un recorrido musical en torno al tango en un entorno realmente impresionante.
Esta apuesta musical la explicaba Felipe Aguirre, director artístico del Festival: “El proyecto con el que hemos abierto este festival trata de actualizar lo que fue la revolución del tango que implicó con su obra el argentino Piazzolla, quien le dio un nuevo aire en este estilo”. Un estilo musical que enraíza con los orígenes de Formentor, a Royal Hideaway Hotel, que nació en 1929 fruto del empeño, la visión y los sueños del argentino Adan Diehl, y que enamoró a Moreno desde que conoció a Piazzolla. “Su música tiene una complejidad y una profundidad increíble, que a la vez él destila para que sea tan directa, tan bella y tan fácil de escuchar pero sin ser simple, sino al revés”, explicaba la violinista.
Por eso el programa estaba pensado precisamente para profundizar en los compositores, las obras, que marcaron no sólo la música de Piazzolla sino también su vida y su carácter y que le llevaron a crear este mensaje único y revolucionario.
Con esta carta de presentación, la violinista madrileña se dejó acompañar de grandes músicos para llenar la bahía de Formentor de figuras legendarias como Bach, Vivaldi, Bartok, Ginastera y el mismo Piazzolla, todos al servicio del tango.
Anna Netrebko, consagrada recientemente por la prensa internacional como la mayor soprano del siglo XXI, ha subido esta tarde al escenario de Formentor Sunset Classics para clausurar los conciertos que han tenido lugar en Formentor, a Royal Hideaway Hotel durante la VI edición. Su extraordinaria técnica vocal, unida al gran carisma escénico y fuerza dramática que la caracterizan, se conjugaron en una de las voces más privilegiadas de la historia de la lírica. En esta ocasión, se ha presentado en una gala de ópera junto con el tenor Yusif Eyvazov, otro gran exponente del repertorio operístico que ha cosechado grandes éxitos en su carrera internacional. Unidas estas voces, bajo el hechizo del atardecer en la Bahía de Formentor, han interpretado arias y duetos de compositores como Verdi, Puccini y Mascagni: un verdadero deleite para los sentidos.
Ambas voces, que han actuado bajo la batuta del director Michelangelo Mazza, han sido acompañadas por Orquesta Sinfónica de las Islas Baleares, uno de los referentes sinfónicos en España.
Anna Netrebko, consagrada recientemente por la prensa internacional como la mayor soprano del siglo XXI, ha subido esta tarde al escenario de Formentor Sunset Classics para clausurar los conciertos que han tenido lugar en Formentor, a Royal Hideaway Hotel durante la VI edición. Su extraordinaria técnica vocal, unida al gran carisma escénico y fuerza dramática que la caracterizan, se conjugaron en una de las voces más privilegiadas de la historia de la lírica. En esta ocasión, se ha presentado en una gala de ópera junto con el tenor Yusif Eyvazov, otro gran exponente del repertorio operístico que ha cosechado grandes éxitos en su carrera internacional. Unidas estas voces, bajo el hechizo del atardecer en la Bahía de Formentor, han interpretado arias y duetos de compositores como Verdi, Puccini y Mascagni: un verdadero deleite para los sentidos.
Ambas voces, que han actuado bajo la batuta del director Michelangelo Mazza, han sido acompañadas por Orquesta Sinfónica de las Islas Baleares, uno de los referentes sinfónicos en España.
El pasado 10 de agosto el festival Formentor Sunset Classics clausuró su Ciclo de Cámara con la viola Isabel Villanueva quien, junto al pianista François Dumont, interpretó «Los suaves acentos de la viola», un instrumento cálido e íntimo cuyo registro sonoro es capaz de expresar las emociones y matices más profundos del alma humana.
Este repertorio, que los artistas escogieron especialmente para interpretar en Formentor, dotó al concierto de una calidez que, en palabras de Villanueva, “creó una conexión muy especial entre el público, la música y la naturaleza”. Un inspirador vínculo que tiene personal importancia para ambos artistas, quienes se mostraron agradecidos de formar parte de la VI edición de Formentor Sunset Classics y su entorno: “pertenecer a este proyecto supone un nivel de excelencia en cuanto a la calidad de los artistas con los que tenemos la suerte de compartir cartel y la exquisitez del entorno que es de ensueño, poder hacer música al borde del mar en un entorno tan inspirador es extraordinario”, afirmaba la viola minutos antes de subir al escenario.
El director más joven en dirigir el concierto de Año Nuevo con la Filarmónica de Viena fue precisamente el encargado de cerrar, por primera vez lejos de Mallorca, el Festival Formentor Sunset Classics. En esta ocasión, fue el Teatro Real de Madrid el que acogió a Gustavo Dudamel. “Me emociona dirigir en un teatro tan clásico, que guarda misterios acústicos que no albergan los espacios modernos”, explicó el venezolano en la rueda de prensa previa en la que reconoció su entusiasmo ante el que para él sería su debut en el Teatro Real.
Era su primera vez en este escenario pero no así con la Filarmónica de Viena. En la dilatada experiencia, a pesar de su juventud, de este maestro se ha encontrado en varias ocasiones con esta legendaria orquesta. Por eso este concierto tuvo ese carácter enriquecedor que otorga compaginar a un director joven, rebosante de naturalidad y talento, que abandera la modernidad en la música clásica con una histórica orquesta, reconocida con una de las mejores del mundo, que se acerca a celebrar su bicentenario y que es capaz de intimidar a cualquier con sus impresionantes explosiones sonoras.
Así precisamente lo demostraron desde el comienzo del concierto, con la introvertida oscuridad vienesa del Adagio de la inconclusa Sinfonía núm. 10 de Mahler para proseguir, tras el descanso, con la vitalista y expansiva Sinfonía Fantástica de Berlioz. Un impresionante viaje sensorial entre diferentes orillas que se encargó de comandar brillantemente el maestro Dudamel.
El Vals del Divertimento de Bernstein y la polca Winterlustde Josef Strauss cerraron un concierto único en el que el director incluso se permitió bromear con los asistentes al arrancar las notas del Divertimento, fiel a ese temperamento cercano y extrovertido que caracteriza al venezolano.
Un espectáculo que unió a un auténtico “genio musical” según la revista National Geographic con una de las mejores orquestas del mundo en un entorno novedoso pero tan extraordinario como el original. Qué mejor broche de oro.
La soprano rusa conquistó el escenario de Formentor Sunset Classics a orillas de un Mediterráneo hipnótico, interpretando verdaderas joyas del repertorio lírico.
En esta recta final de uno de los festivales más prestigiosos y bellos de la música clásica, Peretyatko-Mariotti ha bajado el telón a una noche de enorme calidad musical donde las coloraturas de su potente voz fluían junto a las armonías de Mozart, Offenbach o Donizzetti.
Antes de subir al escenario abierto al mar, la artista declaraba: “me siento realmente privilegiada de poder formar parte del festival, ya que es un escenario precioso y con una historia asombrosa. Pertenecer a Formentor Sunset Classics me hace muy feliz y creo que esto lo puede sentir el público”. Pocos minutos después, su asombroso rango vocal protagonizaba una de las veladas más emocionantes de este emblemático festival.
Desde registros altos hasta florituras imposibles, pasando por giros armoniosos que mantenían al auditorio en vilo, Olga Peretyatko-Mariotti interpretó piezas como el aria O mio babbino caro, de Puccini, y la célebre Ave Maria, de Caccini, que evidenciaron por qué ésta consagrada artista es una de las mejores sopranos del siglo.
En el entorno de vibrante sabor mediterráneo de una de las playas mejor conservadas de Mallorca, el Formentor Sunset Clasics reúne a grandes figuras consagradas y artistas emergentes de gran proyección internacional en los jardines de Formentor, a Royal Hideaway Hotel. Un regalo para los sentidos, que no solo quedan sobrecogidos por interpretaciones líricas sin parangón, sino que además se deleitan con las vistas del mar turquesa y el atardecer en la Sierra de la Tramuntana.
Marta Moll (piano) y Damian Martínez (cello), dos de los instrumentistas más prometedores de su generación, interpretaron un programa basado en verdaderos clásicos de la literatura para chelo, una propuesta que según Damian “recorre todo el imaginario musical de la música popular española” y estuvo compuesta por piezas como la Sonata «Arpeggione» (de F. Schubert) y el «Adagio und allegro» (de R. Schumann), así como en obras de dos grandes compositores españoles: Gaspar Cassadó y Ernesto Halffter. La velada cerró con un broche enérgico y festivo, el Grand Tango del argentino Astor Piazzolla.
Durante los momentos previos al concierto, la pianista, ilusionada por subirse al escenario frente al mar que ha albergado conciertos y recitales de los más grandes genios de la música clásica, declaraba “formar parte del festival Formentor Sunset Classics es un privilegio, no solo por compartir cartel con grandes artistas, sino por la historia que rodea al hotel y que ha estado siempre ligada a la creación artística”. Por su parte, Damian destacaba el paraje natural que arropa el concierto, “hacer música en un entorno como este es realmente muy especial, el mar Mediterráneo y esta vegetación tan hermosa hacen que sea un lugar único. Además del silencio, donde podemos realmente escuchar la naturaleza y estar lejos del bullicio habitual al que estamos acostumbrados”.
El escenario de Formentor Sunset Classics, a orillas del Mediterráneo, ha vuelto a subir el telón dando la bienvenida a su V Edición. Para la ocasión, dos de los nombres más relevantes de la escena clásica han sido los encargados de inaugurar una temporada cargada de magia: el tenor Roberto Alagna y la ovacionada soprano Aleksandra Kurzak. Ambos se fusionaron con la brisa del mar en arias y dúos de ópera cargados de lirismo y energía en el hotel más icónico de Mallorca: Formentor, a Royal Hideaway Hotel.
A su llegada al hotel, durante el encuentro con medios que precedió al concierto, el tenor confesaba: “para mí, actuar en el espectacular escenario de Formentor, rodeado de mar y sol, es como cantar en el paraíso.” Por su parte, la soprano Aleksandra Kurzak añadía “Formentor Sunset Classics, es un festival precioso en un escenario increíble, por lo que estamos realmente felices de tener la oportunidad de inaugurar esta edición”.
La selecta audiencia vivió la transformación de los personajes, que mutaron sus roles de aria en aria, de dueto en dueto, en representaciones casi operísticas. Un viaje por distintos y célebres estilos e historias de la lírica, e incluso por canciones populares hispánicas. Una actuación única durante la cual, el entorno natural puso a prueba a los cantantes, convirtiendo el viento del mediterráneo en un elemento dramático de la escenografía, y dotando a las voces y a los personajes de una belleza y fuerza interpretativa titánica. Aleksandra Kurzak parecía volar con su poderosa voz a través de los velos de su vestido, mientras que Roberto asumía con soltura y veteranía grandes riesgos musicales.
Dos estrellas unidas por la armonía del canto que han hecho revivir, un año más, la magia de Formentor Sunset Classics con un majestuoso concierto que inaugura una edición memorable.
La Soprano más carismática de su generación y un referente del arte lírico a nivel internacional fue la protagonista del último concierto de la temporada 2016. El día anterior, en un exclusivo encuentro con medios, la cantante adelantaba: “Los artistas debemos escuchar nuestra voz, qué le gusta a nuestra voz. Y a mi voz le gusta Puccini. Es un compositor en el cual mi voz se siente cómoda y crece con generosidad y sin ningún tipo de obligación.”
El emotivo concierto, pidido en dos partes, comenzó con una espectacular Ainhoa Arteta caracterizada como Carmen, de Georges Bizet. Su vehemente expresividad potenció su canto, que profundizó en los sentimientos más desgarradores del programa, viajando desde Bizet a Puccini pasando por Mascagni. “Sola, perduta, abbandonata” fue el final dramático de 45 minutos de intensidad y ópera en el escenario natural de Formentor, para el que la artista sólo tuvo palabras de entusiasmo: “Abogo mucho por hacer los conciertos en entornos naturales así, este lugar es maravilloso y este festival es simplemente exquisito.”
La segunda parte, que comenzó con un homenaje a Enrique Granados por el 100 aniversario de su fallecimiento, estuvo centrada en la Zarzuela, y dio regalos mágicos al auditorio como Out of Africa, de John Barry. Una entregada y teatral Ainhoa Arteta sacaba las sonrisas de los asistentes, a los que les transmitió todo el amor por la música de la forma más pura, emocionándoles.
El broche de oro, para un público que acabó en pie, fueron dos bises magistrales, O Mio Babbino Caro y La Misión. Bravo.
Hilary Hahn, mencionada por los expertos de Classic FM como una de las mejores violinistas de todos los tiempos, emocionó al público de Formentor Sunset Classics en su único concierto en España el 1 de Septiembre.
El mismo día la Artista, ganadora de tres premios Grammy, explicaba en rueda de prensa: “Llevo tocando desde los 13 años un violín creado por Jean Baptiste Vuillaume, ha crecido conmigo, es el instrumento que he tocado en todos mis discos y me siento muy unida a él”.Además, en esa misma presentación a los medios, Hahn, que ha grabado 15 discos, avanzó: “Creo que va a ser una experiencia maravillosa para la audiencia, porque este escenario es estar a la vez en un concierto y en medio de la naturaleza. Es un honor para mí estar aquí, es una localización preciosa”.
Arturo Reverter, crítico musical para La Razón y Scherzo escribió “Desde la exposición del primer tema, el sonido del instrumento nos llegó suave y expresivo, sobre gráciles volutas”. Y así fue, emocionando al público acompañada por una agrupación sinfónica de primera categoría, la Orquesta Filarmónica Checa dirigida por Jirí Belohlávek, al interpretar la Suite para orquesta de cuerdas de Leos Janacek, el Concierto No. 5 de Mozart y la Suite Checa en Re Mayor, Op. 39 de Dvorák.
El concierto, en el que no faltaron los bises, finalizó con una Giga de Bach y la Pizzicato Polka de Strauss que tocó sólo la orquesta. Un final apoteósico para una prodigiosa experiencia que además pudo ser seguida en directo a través de las RRSS del hotel. Una novedosa manera de compartir con todos los seguidores del Festival y de la Artista un fragmento del concierto que tuvo lugar durante atardecer más espectacular que uno pueda imaginar, Formentor.
El Cuarteto Quiroga ha protagonizado el segundo concierto del Festival Formentor Sunset Classics 2016. Sus integrantes, Helena Poggio (violonchelo), Josep Puchades (viola), Cibrán Sierra (violín) y Aitor Hevia (violín) han interpretado con maestría el cuarteto de cuerda Op.20 núm 4 de Haydn y el cuarteto de cuerda Op. 51 núm 1 de Brahms.
Ellos mismos explicaban la elección del programa: “Consideramos a Haydn el padre del cuarteto. Él escribió muchísimos cuartetos a lo largo de su vida y experimentó creando universos musicales realmente pertidos, llenos de humor, ingenio, atrevimiento y audacia, que supusieron un nuevo modelo”.
Con respecto al segundo autor, Helena decía: “Brahms escribió tres cuartetos, tres joyas absolutas; en Formentor Sunset Classics hemos interpretado la primera de ellas, armónicamente sofisticada y de una perfección formal y estructural abrumadora. Es una música eterna, maravillosa… universal”.
En declaraciones previas al concierto el Cuarteto también quiso destacar que “Éste es el mejor escenario donde hemos tocado nunca, un entorno idílico en el que el tiempo parece detenerse. La unión de tan espectacular espacio natural con una programación musical de tanta calidad hace de éste un evento incomparable”. Su participación en esta edición, al igual que la del joven pianista Juan Pérez Floristán el pasado 16 de julio, ha sido posible gracias al convenio de colaboración entre Fundación Albéniz y Barceló Hotel Group para el apoyo de jóvenes de talentos.
Al finalizar el concierto pudimos asistir a un bis arraigado en la idea del vínculo entre música tradicional y la música más elaborada. Una sorprendente interpretación arreglada para cuerdas por ellos mismos e inspirado en el trabajo que están haciendo para su próximo disco y que tienen previsto lanzar en la primavera de 2017
El joven genio del piano Juan Pérez Floristán, ganador del Primer Premio y Medalla de oro del Premio del Público en el XVIII Concurso Internacional de Piano de Santander “Paloma O’Shea” (2015), inauguró el pasado sábado 16 de julio la IV edición del festival de música clásica Formentor Sunset Classics, con un emocionante recital de piano y que no dejó a nadie indiferente.
Pérez Floristán, feliz e ilusionado por subirse al escenario de Formentor que ya ha albergado conciertos y recitales de los más grandes genios de la música clásica, como el del pianista chino Lang Lang, declaró: “En un entorno natural como el del Barceló Formentor, tocar al aire libre y frente al mar es el sumun, la experiencia definitiva. Si unes en el mismo cartel a Hilary Hahn, a Ainhoa Arteta y al Cuarteto Quiroga, lo resultante es una explosión de talento, un impulso para cualquier artista. ¿Qué más se puede pedir? ”.
La música corre por sus venas, y es que su propia madre, María Floristán, fue su mentora durante más de diez años. Su padre, el director de orquesta Juan Luis Pérez, también ha aportado su granito de esplendor al joven, que se subió al escenario mallorquín para deslumbrar al público en el primer concierto de la temporada, en el que ha participado gracias al convenio de colaboración entre Fundación Albéniz y Barceló Hotel Group para el apoyo de jóvenes de talentos.
Antes de su íntimo recital, los asistentes pudieron disfrutar de una Master Class impartida por el Director Artístico del festival, Felipe Aguirre, sobre el programa y que prepararon al público a apreciar con mayor intensidad las obras interpretadas por el artistas.
“Beethoven me mueve a descubrir cosas. Es una figura revolucionaria, tan genial y rompedora que uno siempre encuentra en sus creaciones cosas que le siguen sorprendiendo.” Sobre la Sonata de Liszt, que estremeció al público al ser tocada con tanta pasión, el joven confesó “es una odisea, 30 minutos seguidos de fuegos artificiales, una experiencia vital. Uno acaba exhausto, vacío pero muy reconfortado.”
Como gran novedad de este año, el festival ha adquirido una potente dimensión online, a través de su web, www.formentorsunsetclassics.com, y de sus perfiles en Redes Sociales, Facebook, e Instagram, gracias a las cuales los fans del hotel pueden disfrutar de las últimas novedades del festival y de contenidos inéditos y exclusivos, entre ellos extractos de los conciertos en streaming, para quien desee disfrutar de los momentos con más encanto del Mediterráneo.
Durante los momentos previos al concierto, la pianista, ilusionada por subirse al escenario frente al mar que ha albergado conciertos y recitales de los más grandes genios de la música clásica, declaraba “formar parte del festival Formentor Sunset Classics es un privilegio, no solo por compartir cartel con grandes artistas, sino por la historia que rodea al hotel y que ha estado siempre ligada a la creación artística”. Por su parte, Damian destacaba el paraje natural que arropa el concierto, “hacer música en un entorno como este es realmente muy especial, el mar Mediterráneo y esta vegetación tan hermosa hacen que sea un lugar único. Además del silencio, donde podemos realmente escuchar la naturaleza y estar lejos del bullicio habitual al que estamos acostumbrados”.
Considerado uno de los barítonos contemporáneos más reconocidos del momento por su carisma escénico, calidad vocal y artística, Thomas Hampson clausuró el 8 de octubre la edición 2015 con una actuación que brilló con toda su fuerza atrapando al público desde el inicio hasta el final.
Hampson, de origen estadounidense, regularmente actúa en las principales operas de EE.UU y Europa donde hasta la fecha ha gozado de una gran carrera internacional como cantante de ópera y artista de grabación, además de mantener un interés activo en la investigación, la educación y la difusión musical. Su extensa discografía incluye varios reconocimientos y premios de prestigio internacional: un Premio Grammy, cinco Premios Edison y el Grand Prix du Disque.
Nunca antes había estado en Mallorca y aseguró en un encuentro con los medios, el día previo a su concierto, que Formentor es un lugar con “una atmósfera mágica y un ambiente maravilloso", y bromeó subrayando que su mayor reto sería estar “centrado en su voz y no en el paisaje que rodea este escenario natural”.
Para su actuación, junto a la Orquesta Sinfónica de Baleares dirigida por Felipe Aguirre, el barítono quiso implicarse personalmente en la elaboración del programa y que “contase historias” con piezas comprensibles y divertidas. Su selección incluyó obras de Mozart, Verdi, Massenet, Lehár y Bernstein, así como extractos de musicales de Cole Porte. Un completo programa que se inició con una solemne introducción del genio de Salzburgo y que gradualmente avanzó en la historia de la musical hasta alguno de los repertorios estándar de la música popular estadounidense del siglo pasado haciendo vibrar a los asistentes en todas las piezas.
Al finalizar su actuación agradeció la calurosa ovación regalando un exquisito bis e interpretando la célebre canción «Night and Day» de Cole Porter. Un momento único para finalizar la III edición de un festival que año tras año va acumulando éxitos y experiencias inolvidables.
Esta III edición se recordará por el emocionante recital de violín y piano que ofrecieron dos figuras de gran proyección en una nueva apuesta de Barceló Formentor por vincular madurez y juventud en la música clásica. Ana María Valderrama, reconocida como una de las mejores violinistas de España, junto al pianista Luis del Valle interpretaron obras de Schuman, Saint-Saëns, Sarasate, Dubois y Chopin.
Inmensamente agradecidos por participar en esta iniciativa del Grupo Barceló, de la mano con la Fundación Albéniz y la Escuela Superior de Música Reina Sofía (de la que ambos son ex alumnos y donde se conocieron, son matrimonio), Valderrama comento "es un honor tocar en festivales con artistas de primer nivel, como el Maestro Daniel Barenboim, o Dama Kiri Te Kanawa", y "…es fundamental este tipo de iniciativas como las que se organizan en este hotel para nosotros y sobre todo en la coyuntura social que vivimos".
Sobre el recital, que tuvo lugar durante la puesta de sol en los exclusivos jardines del hotel Barceló Formentor, los asistentes pudieron disfrutar de la entrega de este dúo y de su conmovedora relación existente entre ambos instrumentos, hasta tal punto de entremezclarse y “llegar a la esencia y al corazón de la música”, tal como citó Luis del Valle, previo al concierto, al describir lo que buscan y les motiva cuando tocan juntos.
El nuevo escenario ideado especialmente para acoger estas nuevas citas con jóvenes talentos, con un aforo más reducido y un montaje más íntimo, logró conectar desde el primer momento al público con la música y el entorno paradisíaco de este rincón del Mediterráneo.
Una brillante actuación que ha hecho posible, por primera vez en Formentor Sunset Classics, combinar un cartel con músicos consagrados y grandes promesas destinadas a unirse a los primeros en un futuro.
La gran estrella actual del piano clásico inauguró esta III edición del festival reviviendo la magia de este lugar donde las notas de su música se mezclaron entre el pinar frente al mar de Formentor mientras el público presenciaba la puesta de el sol.
410 privilegiados, récord de asistentes hasta la fecha, pudieron disfrutar del único recital que el pianista ofreció este año en España y durante dos horas, el gran emblema de la pujanza china en la música clásica, exhibió su maestría con un programa que arrancó con "Las estaciones" de Chaikovski (una por mes del año) de manera relajada con su habitual balanceo de brazos arriba y abajo y con la cabeza atrás y la mirada al paisaje en los pasajes más románticos; siguió con el "Concierto italiano" de Bach subrayando con vigor el juego contrapuntístico de la pieza; y tras el intermedio con la caída de la noche Lang culminó en un estado de introspección y sensibilidad con unos extraordinarios "Cuatro scherzos" de Chopin, uno de sus compositores predilectos.
Completamente imbuido en la música tal y como adelantó durante la rueda de prensa previa al concierto: "Estoy convencido de que en Formentor Sunset Classics tocaré distinto gracias a la inspiración de este lugar ...es más espectacular de lo que esperaba" se entregó a su interpretación y exhibió otro de los principios que expuso durante su presentación: "Un buen pianista es un buen comunicador".
Para finalizar y antes de un breve bis, Lang Lang se dirigió al público para agradecer los aplausos y la oportunidad de actuar en los jardines del hotel Barceló Formentor con un escenario idílico y un tiempo que según sus palabras "es como el cielo".
Arranca la II Edición de Formentor Sunset Classics 2014 con una experiencia difícilmente repetible: en el que era su único recital de piano en España este año, Daniel Barenboim, tras las tres sonatas del programa exclusivo de Schubert (la Nº 4 en La menor, D537; la Nº 13 en La Mayor, D 664 y la Nº 17 en Re mayor, «Gasteiner» D 850), piezas que el propio Barenboim califica de “verdaderos tesoros”, el maestro correspondió a la calidez y calidad del público, regalando una interpretación a Chopin en un claro homenaje a Mallorca por su vinculación con la isla.
Las dos piezas han sido Nocturno, y, tras el aplauso final, una interpretación magistral de la Balada nº1, algo muy poco común para un bis dada su complejidad técnica, lo que denotó la implicación de Daniel Barenboim en el recital. Y es que ya adelantó en la rueda de prensa previa al concierto que afrontaba la cita con ilusión, especialmente por los comentarios de quien le precedió en la primera edición de Formentor Sunset Classics: “Mi amigo Zubin Mehta me ha dicho que es un lugar magnífico”.
Además, gracias al escenario de trasera transparente ubicado en los jardines del Barceló Formentor, frente al mar, la puesta de sol se convirtió en un espectacular telón de fondo en un uno de los lugares naturales más privilegiados de Mallorca.
Con un nuevo éxito, a cargo del Maestro Daniel Barenboim, Formentor Sunset Classics se convierte un año más en el epicentro de la música de primeras figuras internacionales y da continuidad a este evento musical como encuentros muy exclusivos que garantizan su carácter especial y del más alto nivel en el Mediterráneo.
Emocionante, sobrecogedora, irrepetible. Así podría describirse la actuación de Kiri Te Kanawa, máximo exponente del glamour en una cantante de ópera, quien llenó Barceló Formentor con su voz suprema y su imponente presencia.
Una cita a todos los efectos exclusiva, pues desde su retirada de la ópera en 2004, Te Kanawa apenas actúa en una decena de conciertos al año. Dato que, unido al escenario y su entorno natural frente al mar, fue uno de los principales alicientes para los 350 asistentes que tuvieron el privilegio de sentir la magia de su voz.
La soprano neozelandesa junto a la Orquesta Simfònica de les Illes Balears,
dirigida por Robin Stapleton, sedujo a sus asistentes interpretando, a uno de sus compositores preferidos: Mozart y transformó las obras de Joseph Canteloube y Giacomo Puccini, entre otros, en un bálsamo para los sentidos.
Un concierto muy exclusivo donde se pudo disfrutar a una de las grandes voces de una manera muy distinta y sin duda mucho más íntima y especial: al aire libre frente al mar, en los jardines del hotel y mientras el sol se ponía.
Para la edición de 2015, Formentor Sunset Classics se une a la prestigiosa Fundación Albéniz para potenciar el nivel de una iniciativa de la que es difícil encontrar precedente similar.
300 afortunados han disfrutado de una cita irrepetible: el concierto dirigido por una de las batutas más importantes del mundo ha llenado la bahía de Formentor con la música de Beethoven.
Espectacular, único, irrepetible, emocionante. Así fue el evento que tuvo lugar en el Barceló Formentor: el Maestro Zubin Mehta dirigió a la Orquesta Maggio Musicale Fiorentino (Florencia) en un sensacional concierto frente al mar, que se enmarca dentro del proyecto cultural Formentor Sunset Classics.
El director indio (Bombay, 1936), deleitó a los 300 asistentes que coparon el aforo disponible con un concierto que hizo honor al nombre de la iniciativa y comenzó con la puesta de sol, y que ha estuvo compuesto por dos piezas fundamentales de la obra de Ludwig van Beethoven: Sinfonía nº6 en fa mayor, op. 68 "Pastoral" y Sinfonía nº3 en mi bemol mayor, op. 55 "Heroica".
"El hotel más vinculado a las artes se convirtió de este modo en el altavoz de la música inundando este privilegiado enclave ubicado en el norte de Mallorca.
Hijo de Mehli Mehta (fundador de la Orquesta Sinfónica de Bombay) el ascenso de su carrera como director fue meteórico, sucediéndose las titularidades en las más prestigiosas orquestas. Su gran versatilidad con la que insufla vida a cualquier repertorio, desde el clasicismo hasta las más intrincadas partituras contemporáneas, y su espectacular y personalísima forma de dirigir, le convirtieron en uno de los directores favoritos de los melómanos.
Así, el éxito de la cita Zubin Mehta en Mallorca supone la consolidación de la iniciativa cultural Formentor Sunset Classics, cuyo programa arrancó el 22 de junio con "La epopeya rusa", un homenaje a Rusia clásica de la mano de uno de los directores rusos más aclamados, y cabeza del Teatro Mikhailovsky de San Petersburgo, el maestro Mihkail Tatarnikov.
El Maestro Mikhail Tatarnikov, Director principal del prestigioso Teatro Mikhailovsky en San Petersburgo, considerado como una de las primeras figuras de la música clásica en Rusia, inauguró el 22 de junio de 2013 en los jardines del hotel frente al mar, el proyecto cultural Formentor Sunset Classics con el concierto La Epopeya Rusa.
En rueda de prensa Tatarnikov confesó que la interpretación de Alexander Nevsky "tiene un significado muy importante para mí", por todo lo que supuso la proyección de esta película durante su infancia en la antigua Unión Soviética. "Antes de empezar a estudiar música ya conocía muy bien tanto la película como la música de Prokofiev", añadió.
La actuación reunió a un total de 80 músicos, sobre el escenario a la mezzosoprano Irina Shishkova, a los músicos de la Orquestra Simfònica de les Illes Balears "Ciutat de Palma", al Cor de la Generalitat Valenciana, dirigido por Larisa Gergieva y la proyección de la película "Alexander Nevsky", de Pier Alli, junto con la banda sonora compuesta por S ergei Prokofiev dirigida e interpretada por el Maestro Mikhail Tatarnikov.
El concierto tuvo una duración de una hora y constó de dos partes. Se inició con Romeo y Julieta de Prokofiev y tras una breve pausa llegó el plato fuerte de la velada: la banda sonora que Prokofiev compuso para la película Alexander Nevsky.
Una prueba del éxito de esta primera edición fueron las menciones en los medios los días posteriores: "Cita memorable en los jardines del Barceló Formentor" Fuera de Serie; "Gran homenaje a la Rusia clásica" Expansión, "Fantástico, casi idílico" RNE; "Un marco incomparable" COPE; "Un concierto único" Diario de Mallorca y "Reverdeciendo el sueño cultural" El Mundo.