Retiro
Pocos distritos de la capital de España pueden presumir de concentrar tantos iconos puramente madrileños como Retiro. Vecino del más aristocrático barrio de Salamanca y ubicado al sureste del casco histórico, este distrito atesora en sus 537 hectáreas joyas como el Parque del Retiro, la Estación de Atocha, la Puerta de Alcalá o el Museo del Prado. Integrada por los barrios de Pacífico, Adelfas, Ibiza, Estrella, Jerónimos y Niño Jesús, es una zona residencial y tranquila perfecta para pasear mientras se disfruta de actividades culturales o deportivas.
Paseando por el señorial Paseo del Prado, la parada obligatoria es su famoso museo inaugurado en 1819, uno de los más importantes conjuntos de obras de arte europeo de los siglos XVI al XIX. No obstante, a lo largo del paseo encontramos otros edificios históricos como la Real Academia de la Lengua, el lujoso Hotel Ritz, el Museo Naval y la Iglesia de San Jerónimo el Real.
Si caminamos en dirección Atocha, al final del paseo llegaremos al Real Jardín Botánico de Madrid, inaugurado en 1755, que alberga unas 5.000 especies de árboles y plantas de todo el mundo. Limitándolo por el sur, encontramos la Cuesta de Moyano, famosa por sus casetas de libros donde rebuscar joyas literarias de primera y segunda mano. Finalmente llegamos a la gran Estación de Atocha, la estación ferroviaria más importante de España y un ejemplo único de arquitectura del hierro de finales del siglo XIX. Mientras hacemos tiempo esperando el tren, podemos visitar la cercana Basílica de Nuestra señora de Atocha y el Panteón de los Hombres Ilustres, donde están enterradas personalidades del siglo XIX como Ríos Rosas, Cánovas, Canalejas o Prim.
Si, en cambio, decidimos seguir el Paseo del Prado en dirección a Cibeles, llegaremos a esta emblemática plaza madrileña, sede del Ayuntamiento de Madrid y presidida por una fuente que representa a la diosa griega en un carro tirado por leones. La misma, por cierto, donde celebra todos sus títulos el Real Madrid. Desde aquí, subiendo por la Calle de Alcalá, llegaremos a la Puerta de Alcalá, célebre por la canción de Ana Belén y Víctor Manuel, y punto de acceso al verdadero corazón del distrito: el Parque del Retiro. Antiguo lugar de recreo del rey Felipe IV, este pulmón verde de 125 hectáreas es el lugar perfecto para pasear (no perderse su Palacio de Cristal), hacer running o montarse en las barquitas del resplandeciente Estanque Grande. Cada año, a finales de mayo, el paseo de Fernán Núñez que recorre el parque se llena de hileras de casetas con ocasión de la Feria del Libro.
Pero esto no es todo: Retiro esconde otras pequeñas joyas como la Casa Árabe, reconocible por el edificio neomudéjar de 1886 que ocupa; la Real Fábrica de Tapices, donde se han tejido de 1720 los suntuosos tapices y alfombras que decoran los palacios de Casa Real Española; y el Museo Casa de la Moneda, con la mayor colección de numismática de España. Por último, Retiro aporta el skyline madrileño su “rascacielos” más reconocible y entrañable: la torre de comunicaciones de Torrespaña, popularmente conocida como El Pirulí.
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