Barrio del Carmen
El mejor modo de llegar al barrio del Carmen es cruzando el Puente Viejo o de los Peligros, el más antiguo de la ciudad. En una hornacina en el extremo del mismo verás una imagen de la Virgen de los Peligros, una santa a la que los murcianos guardan gran devoción. Debes saber que toda la zona era un arrabal en el pasado pero más tarde fue industrializado. Poco a poco ha ido perdiendo ese carácter empresarial y hoy día, prácticamente, sólo lo atestiguan algunos vestigios como la línea ferroviaria, algunas construcciones fabriles adaptadas como viviendas o la estación de tren.
Pero volvamos al entorno del Puente Viejo para admirar los antiguos complejos de molinos hidráulicos que tan útiles resultaron en siglos pasados. No hay que dejar de visitar el Museo Hidráulico “Los Molinos del Río”, que recuerda la importancia de estos ingenios harineros de comienzos del siglo XIX tan característicos del paisaje fluvial. A pocos minutos continúan las visitas culturales porque en esta orilla también se encuentra el Museo de la Ciencia y el Agua, que ocupa los antiguos depósitos que abastecían de agua la ciudad. En este espacio se sitúan diversas salas llenas de recursos didácticos como la sala del Agua, la sala Descubre e Imagina, el Planetario con su cúpula simulando el cielo nocturno y una sala con exposiciones temporales. Es un lugar perfecto para visitar con los más jóvenes.
La cultura continúa siendo la protagonista en el Museo de la Universidad, que está situado en el antiguo cuartel de artillería Jaime I y que custodia objetos y elementos que antaño se emplearon en la docencia. Si el viaje es con niños, en este complejo del cuartel también se encuentra el Acuario de Murcia con ecosistemas marinos de todo el mundo, tanto tropicales como mediterráneos.
El patrimonio religioso del barrio del Carmen no es tan destacado como en otros barrios pero también es recomendable hacer una parada en la iglesia del Carmen, levantada sobre la antigua ermita de San Benito. Es la sede de la famosa archicofradía de la Sangre, que tiene un museo en un edificio contiguo, y que es una de las más afamadas de la Semana Santa de Murcia.
En un recorrido por este vecindario de algo más de 23.000 personas se percibe la multiculturalidad de toda la zona, mezcla de idiomas y un ambiente siempre animado en las calles. En un viaje a Murcia es muy recomendable reservar tiempo para visitar este tipo de barrios situados en el límite del centro monumental.