La Saïdia
Frente a las Torres de Serranos, del otro lado del río Turia, se extiende el distrito de La Saïdia en lo que antaño fueron arrabales extramuros al norte de la ciudad. Con un nombre heredado del palacio que el rey andalusí Abú Zayd tuvo en la zona, La Saïdia es, con 50.000 habitantes, uno de los distritos más densos de Valencia y está integrado por los barrios de Marxalenes, Morvedre, Trinitat, Tormos y Sant Antoni. La zona está conectada con la Ciutat Vella por algunos de los puentes más antiguos de la ciudad, como el de Serranos, el de la Trinitat, el de San José y el de Fuste (este último reconstruido para permitir el tráfico rodado).
El barrio de Marxalanes, cuyo nombre deriva de los húmedos marjales que solían formarse en esta hondonada junto al Turia, ha sido tradicionalmente una zona conventual. Aquí, erigido sobre el antiguo palacio del rey Zayd, estuvo hasta los años 60 el convento femenino de Gratia Dei (o de La Saïdia), trasladado después al municipio de Benaguacil. También hubo en la zona un monasterio de monjes cartujos en el siglo XV y otro de monjas agustinas, el de Nuestra Señora de la Esperanza, que despareció a principios del siglo XIX. Se trata de una tierra húmeda que durante mucho tiempo estuvo expuesta a las crecidas del Turia, como recordarán quienes vivieron la gran riada de otoño de 1957, cuando el barrio sufrió graves desperfectos y murieron un centenar de personas. La tragedia daría pie al plan de desviación del cauce fluvial y ajardinamiento del antiguo cauce urbano. En los últimos 20 años, la zona se ha modernizado mucho y ha ganado otra zona verde: el agradable Parque de Marxalanes, abierto en 2001, donde podemos ver rehabilitadas varias alquerías, la primera estación de Ferrocarril metropolitano de Valencia (hoy un centro para personas mayores) y una antigua fábrica de aceite.
Uno de los lugares de mayor interés del distrito es el Monasterio de la Trinidad, en el barrio del mismo nombre. Este edificio gótico, fundado como convento trinitario y hospital en 1242, cuatro años después de la conquista cristiana de la ciudad, sería ocupado por monjas clarisas desde 1444 por expreso deseo de la reina María de Castilla, esposa de Alfonso el Magnánimo, quien deseaba disponer de un lugar de retiro en Valencia y está enterrada aquí. Las últimas religiosas clarisas dejarían el monasterio en 2014 ante la falta de nuevas vocaciones. En el barrio de Trinidad encontramos otros dos grandes atractivos turísticos: el Museo de Bellas Artes San Pio V, el más importante de la ciudad, con una prestigiosa colección de cuadros góticos de los siglos XIV y XV; y los contiguos Jardines del Real, así llamados porque el recinto acogió hasta 1810 el Palacio del Real de Valencia, residencia de sucesivos reyes y dinastías a lo largo de la historia. Los orígenes de este hermoso parque están en una almunia árabe del siglo XI que los reyes de la Taifa de Valencia utilizaban para descansar.
Alejándonos del cauce del Turia, en el barrio de Sant Antoni podemos visitar la iglesia de San Antonio Abad, que da nombre a la zona y es epicentro de una tradición tan antigua que se pierde en el tiempo. Cada 17 de enero, día de este santo patrón de los animales, miles de personas se acercan a la calle Sagunto y alrededores con sus mascotas para bendecirlas.