Tuineje
Situado al suroeste de Fuerteventura, el distrito de Tuineje perteneció a Betancuria hasta finales del siglo XVIII, siendo testigo de algunas de las gestas más recordadas en la historia majorera, como la célebre batalla de Tamasite, acontecida el 13 de octubre de 1740, en la que los isleños, inferiores en armamento y número de combatientes, aplastaron con palos y piedras a una milicia de invasores ingleses.
Tradicionalmente, la economía del municipio se ha sustentado en el cultivo de tomates y forrajeras, así como en una ganadería orientada a la producción de carne de cabra y queso. Sin embargo, en los últimos años el turismo ha emergido como un tercer pilar clave para su sostenibilidad financiera. Prueba de ello es el hecho de que la localidad de Gran Tarajal, población turística por excelencia, muestre un desarrollo urbano bastante más elevado que el de la capital, emplazada en el interior del municipio.
Allí, en el pueblo de Tuineje, se halla la iglesia de San Miguel Arcángel, una interesante construcción levantada en los primeros años del siglo XVIII, si bien en las décadas posteriores sufrió diversas modificaciones. Resultado de aquellas alteraciones es su extraña planta de dos naves. Más excepcional aún es la presencia de un muro de cantería oscura situado junto a la portada, el cual probablemente formaba parte del antiguo campanario.
Otro edificio religioso de interés es la ermita de San Marcos Evangelista del pueblo de Tiscamanita, que se encuentra a tan solo cinco minutos en coche de Tuineje. Se trata de una construcción muy sencilla en la que llaman la atención las dos curiosas espadañas que flanquean el frontón de su fachada principal. El otro gran atractivo de Tiscamanita es su Centro de Interpretación de los Molinos, en el que podéis aprender mucho sobre la evolución, desde la prehistoria hasta la actualidad, de las técnicas empleadas por los majoreros para cultivar cereales y producir gofio (un alimento básico en la dieta canaria).
Por otro lado, en la costa de Tuineje destaca la población de Gran Tarajal, con su agradable puerto deportivo y una playa de un kilómetro que sorprende por el color negro de su fina arena; característica que comparte con las también atractivas playas de Tarajalejo y Giniginamar y que se debe a su origen volcánico.
El punto final a esta ruta por el municipio de Tuineje lo ponemos en Las Playitas, un tranquilo pueblo de pescadores donde, como no podía ser de otra forma, se come un excelente pescado fresco. Seis kilómetros separan Las Playitas del faro de Punta La Entallada, situado en la zona de la isla más próxima al continente africano sobre un acantilado de 200 metros de altitud. Desde allí se puede gozar de unas panorámicas únicas al Atlántico y a los Cuchillos de Vigán, unas impresionantes formaciones rocosas cuyo aspecto afilado se debe al desgaste generado por la erosión. No hay mejor escenario para enamorarse más si cabe de la isla de Fuerteventura.