Alrededores de Budapest

Los 23 distritos de la ciudad de Budapest guardan tesoros diversos y bien conectados con el centro histórico; sin embargo, merece la pena mirar un poco más allá de la capital a entornos cercanos. Basta situar la mirada en los alrededores de Budapest para descubrir un abanico de sitios que merecen ser descubiertos mediante una excursión de algunas horas, de día completo o incluso de varias jornadas.

Si comenzamos a recorrer el eje turístico cercano a la capital húngara, un lugar imprescindible es el Memento Park. Está situado a pocos minutos del centro pero regala una gran sorpresa, ya que es un espacio con esculturas al aire libre de la etapa comunista. En cuánto a las excursiones, podríamos empezar por Szentendre que se ubica a sólo 22 kilómetros y que resulta una visita encantadora. Esta pequeña población de bonitas iglesias ortodoxas y calles empinadas regala momentos inolvidables. Y si se visita en época navideña, parece un auténtico pesebre viviente. Desde Budapest se puede llegar en coche o en un ferry que funciona en temporada alta a diario y el resto del año sólo los fines de semana.

A 40 kilómetros al norte de la capital se sitúa otra propuesta interesante: Visegrád. Su imagen más conocida es el recodo del Danubio con la Ciudadela al fondo. Esta pequeña población no sólo guarda un interés histórico sino también paisajístico. La que llegó a ser capital del país, conserva un singular sistema fortificado que se puede recorrer palmo a palmo y ofrece paseos y bellas vistas. Incluso se puede llegar navegando –al igual que Szentendre–, lo que aporta una buena dosis de emoción. Si tu escapada es en verano, puede que coincidas con los Juegos Internacionales del Palacio de Visegrád, un evento en el que la Ciudadela parece retroceder a la Edad Media y en distintos recintos se hacen demostraciones de cetrería, lucha medieval, etc.

Un poco más allá, a 50 kilómetros, se yergue orgullosa Esztergom que se convirtió en el hogar del arzobispo de Esztergom tras la creación del reino de Hungría. Monumentalmente, debemos destacar en la ciudad la presencia de la basílica erigida en honor a San Adalberto que se eleva junto al río Danubio con su bonita cúpula verde. En un paseo tampoco pasan desapercibidos el monumento a la conversión de San Esteban al cristianismo, la escultura de la Santísima Trinidad en la plaza Széchenyi, la iglesia de San Ignacio o el Palacio Arzobispal. Como curiosidad hay que destacar el sistema subterráneo de bodegas de los arzobispos situado bajo el castillo.

Si se cuenta con tiempo suficiente, a 135 kilómetros de Budapest en dirección sur se sitúa el entorno natural del lago Balatón. Esta es la masa lacustre de mayor tamaño de Centroeuropa y también uno de los lugares más atractivos del país para practicar deportes acuáticos, disfrutar con las caminatas o incluso practicar enoturismo. Los alrededores del lago, que tiene 197 kilómetros de costa, se han convertido en un auténtico destino turístico que ofrece todo lo que el viajero puede desear: pueblos, restaurantes y lugares para disfrutar del ocio.

Sin duda, aprovechar un viaje a Budapest para conocer otros lugares cercanos es una gran idea que pTerminamos las visitas con una excursión a Bratislava, que aunque se encuentra en Eslovaquia sólo está separada de Budapest unos 200 kilómetros. En una ruta por esta capital del país vecino hay que aprovechar para disfrutar de su ambiente, sus vinos y su monumentalidad. En la agenda hay que llevar apuntados algunos lugares como el castillo de Bratislava, la catedral de San Martín, el castillo Devin, el curioso puente UFO, el palacio Grassalkovich… y también las esculturas que salpican la ciudad. Puede aportar muchos aprendizajes.