Qué ver en Málaga provincia: pueblos y playas de impresión
La provincia de Málaga ofrece incontables atractivos al turista que se pregunta qué ver en los alrededores de la capital, a lo largo de la Costa del Sol o adentrándose en la serranía. No es nada fácil elegir entre pasar una jornada en una playa paradisiaca, perderse por las calles de un encantador pueblo de montaña o maravillarse ante regalos de la naturaleza como el torcal de Antequera, el desfiladero de los Gaitanes o la Sierra de las Nieves.
Si se parte de la capital, se encuentran playas más tranquilas que la Malagueta muy cerca y algunos pueblos bonitos (Churriana, Alhaurín de la Torre o Campanillas) pertenecen a la misma comarca, pero si se abre el visor al resto de la provincia, la lista de lugares que son merecedores de una visita calmada se vuelve abrumadora.
Es por ello que esta guía de turismo por la provincia de Málaga ni puede ni pretende ser exhaustiva, sino una mimada selección de los encantos que Málaga ofrece con ánimo tanto de guiar al turista en su visita como de animarle a descubrir los rincones que quedan fuera por una mera cuestión práctica de tiempo y espacio.
Pueblos con encanto en la sierra de Málaga
Ronda y los pueblos blancos
¿Por dónde empezar a enumerar los atractivos de Ronda, la ciudad del Tajo? No serán pocos, desde luego, si enamoraron a viajeros tan ilustres como Ernest Hemingway u Orson Welles. Cualquier visita a Ronda no puede perdonar la foto en contrapicado del Puente Nuevo, ni tampoco puede uno dejarse de asomar al mirador del Coño, aunque el nombre le parezca malsonante (al parecer, los vecinos lo han bautizado así por el grito que esgrimen muchos viajeros ante las llamativas vistas). Ronda, además, cuenta con unas extraordinarias culturas vinícola (es posible visitar bodegas y viñedos en Ronda) y taurinas (en su plaza de toros del siglo XVIII se celebra anualmente la tradicional corrida Goyesca).

Ronda
Ronda es uno de los pueblos blancos de Málaga, tan característicos por la peculiar arquitectura de sus casas encaladas, con sus balcones y ventanas salpicados de flores y sus callejuelas empedradas que invitan a ser recorridas sin rumbo fijo. Frigiliana (sin duda uno de los pueblos más bonitos de la provincia con un centro histórico árabe muy bien conservado), Mijas (con sus famosos burro-taxis recorriendo el pueblo), Antequera, Gaucín o Casares son sólo algunos de los municipios que bien merecen ser parte de la ruta.
Pueblos blancos de Málaga
Aunque Ronda sea una de las poblaciones del interior que atraiga más turismo por su cultura y su singular ubicación, también existe un buen abanico de poblaciones por las que merece la pena perderse. Te recomendamos cinco que destacan por sus atractivos particulares.
Frigiliana, un pueblo de cal y de flores
Este pueblo de la comarca de La Axarquía no puede faltar en una ruta por los pueblos blancos malagueños. Sus cuidadas calles se retuercen adaptándose a la orografía del terreno, y abriéndose a callejones y patios donde las flores son las protagonistas. En el entramado urbano, además de las viviendas cuyo color blanco deslumbra, también es interesante visitar algunos monumentos. Entre ellos, la iglesia de San Antonio, la ermita del Santo Cristo de la Caña, el palacio de los Condes de Frigiliana, donde actualmente se ubica una fábrica de miel de caña, y los restos del castillo de Lízar.

Frigiliana
Mijas, de la sierra a la playa
Su imagen más conocida es la de los burro-taxis pero sería injusto clasificarlo sólo por este reclamo turístico de los años 60, ya que Mijas dispone de una oferta mucho más diversa e interesante para el viajero. Para empezar, su casco antiguo fue declarado Conjunto Histórico-Artístico, y cuenta tanto con oferta urbana como costera. En el centro histórico no hay que perderse los jardines y el mirador de la Muralla, la plaza de toros, la ermita de la Virgen de la Peña y la iglesia de la Inmaculada Concepción.
Reserva tiempo para conocer el Centro de Arte Contemporáneo que expone obras de Dalí, Miró e, incluso, la segunda mayor colección del mundo de cerámica de Picasso.

Mijas
Antequera, una visita imprescindible
Esta ciudad situada en el corazón de Andalucía merece una escapada tanto por su rico patrimonio arquitectónico como por la belleza natural que exhibe el Torcal de Antequera o el valor del conjunto de dólmenes prehistóricos, declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Nuestra recomendación es que visites el pintoresco barrio del Portichuelo y monumentos tan espectaculares como la Real Colegiata de Santa María la Mayor, el palacio de Nájera, el convento de las Descalzas, y el palacio de los Marqueses de la Peña de los Enamorados. Y, por supuesto, hay que quedarse a comer para probar la porra antequerana o su ajoblanco.
Gaucín, en las faldas de la sierra
Conocido como el ‘Balcón de la Serranía’, Gaucín es uno de esos pueblos blancos de postal que se recorta contra la montaña y ofrece unas vistas increíbles de la Sierra Crestellina. En tu escapada a esta localidad debes pasear por sus callejuelas llenas de flores y visitar, al menos, el castillo del Águila, la ermita del Santo Niño y la iglesia parroquial de San Sebastián.

Gaucín
Casares, cuna de Blas Infante
Este es otro pueblo que merece integrar la ruta de los pueblos blancos de Málaga, tanto por su increíble figura coronando una colina como por ser el lugar donde nació Blas Infante, el padre de la patria andaluza. Su entorno natural, entre las sierras Crestellina y Bermeja, es magnífico, al igual que los paseos que brinda en su casco histórico, donde sobresalen su castillo, la iglesia de la Encarnación, la casa natal de Blas Infante y la ermita de San Sebastián.

Casares
Los pueblos más bonitos de la costa de Málaga
Málaga tiene la fortuna de poder presumir de 160 kilómetros de franja costera y de que más de una decena de municipios estén bañados por las cálidas aguas del Mediterráneo. La Costa del Sol es uno de los destinos más populares para el turismo de sol y playa en España. Recorreremos el litoral para ofrecerte una práctica ruta por sus ciudades y pueblos más bonitos.
Marbella, la más querida
Destaca en la costa como un universo aparte, sinónimo de lujo, exclusividad y glamour. Deleitarse observando los yates y los coches deportivos en Puerto Banús, visitar boutiques de primerísimas marcas y disfrutar una animadísima vida nocturna pueden ser buenos acicates para visitar la ciudad. Y a sólo 15 kilómetros es muy recomendable visitar San Pedro de Alcántara, un tranquilo núcleo con una bellísima playa.

Marbella
Nerja, el pueblo de Verano Azul
Con una oferta consolidada desde hace varias décadas, Nerja es siempre una escapada interesante desde Málaga capital (a sólo 50 kilómetros). En este lugar podrás combinar las propuestas de playa con otras urbanas como la iglesia del Salvador, la ermita de Nuestra Señora de las Angustias o la parroquia de Nuestra Señora de las Maravillas. A los viajeros que recuerden la serie de televisión ‘Verano Azul’, que se rodó en Nerja en los años ochenta, les hará ilusión visitar el parque donde está colocado el barco de Chanquete.

Nerja
Estepona, esencia de pueblo
Esta ciudad de poco más de 60.000 habitantes se ha hecho un hueco en la Costa del Sol con su oferta turística playera y su alma de pueblo. Además de un casco histórico cuidado con casas blancas, plazoletas, iglesias y animadas buganvillas, Estepona te brinda otras propuestas muy curiosas. Disfruta del arte en la calle a través de las esculturas y los grafitis distribuidos por aquí y por allá, y no te vayas sin visitar el Orchidarium Estepona, que alberga más de 1.300 especies de orquídeas.

Estepona
La cosmopolita Fuengirola
Un poco mayor que la ciudad anterior, Fuengirola es una ciudad amable y con residentes de 120 países del mundo que han llegado atraídos por su clima agradable y el contacto directo con el mar. Sus principales reclamos turísticos son el castillo de Sohail, la plaza de toros (de 1962), y el yacimiento arqueológico de la Finca del Secretario. Y si viajas con niños, te recomendamos también el Bioparc Fuengirola, que cuenta con más de 130 especies de animales de todo el mundo.

Fuengirola
Torremolinos, siempre de moda
Pocos destinos pueden decir que no han pasado de moda en más de cinco décadas, y Torremolinos es uno de ellos. Quienes se queden sólo con la imagen que mostraba en los filmes de los años setenta se están perdiendo su cultura, sus buenas playas y múltiples opciones de diversión. Es un lugar idóneo para ir en familia, ya que tiene 9 kilómetros de playas muy accesibles y con todos los servicios, y también para quienes busquen un espíritu urbano sin renunciar a pinceladas pintorescas. La gastronomía y su amplia oferta de restauración son la guinda de este pastel.

Torremolinos
Benalmádena, visitas originales
Se encuentra a sólo 20 kilómetros de Málaga y tiene una oferta de ocio propia. Sin duda, Benalmádena se ha hecho un hueco en la Costa del Sol. A su coqueto casco histórico y 15 hermosas playas, hay que sumarle algunos lugares únicos: el Museo de Arte Precolombino Felipe Orlando, la Estupa Budista de la Iluminación, y los castillos de Colomares y de Bil Bil.

Benalmádena
Rutas de senderismo cerca de Málaga
Málaga no se agota en sus playas, sino que la provincia cuenta con no pocos parques y reservas naturales en sus sierras y montañas preparadísimas para ser descubiertas a pie, con rutas de senderismo para todos los niveles:

El Caminito del Rey
La Gran Senda de Málaga
También conocida como GR 249, es un proyecto que invita a recorrer a pie toda la provincia en 35 etapas (un total de 739 km). Este gran camino encadena los senderos ya existentes y atraviesa 57 municipios, así como una decena de parajes naturales protegidos. Las etapas están curiosamente clasificadas en “cuerpo”, “mente” y “emociones”, ya que en la Gran Senda de Málaga hay espacio para el ejercicio físico y la práctica de diferentes deportes, para el cultivo del intelecto y el disfrute de la cultura y para la conexión tanto con la naturaleza como con uno mismo.
El Caminito del Rey
Se trata de una antigua pasarela de servicio adosada al interior del desfiladero de los Gaitanes que ha sido recuperada y reabierta al público hace algunos años. Ofrece un paseíto corto (apenas 3 km), que se alarga en el tiempo un par de horas porque inevitablemente se para aquí y allá a hacer una fotografía. El Caminito tiene un trágico pasado (antes de ser restaurado se encontraba en malas condiciones y algunas personas perdieron la vida aventurándose a cruzarlo) pero hoy el único peligro es el de sufrir vértigo.
El Torcal de Antequera
El Torcal de Antequera ofrece un paisaje pedregoso difícil de describir por no existir nada parecido y que si no se encontrase en la provincia de Málaga bien podría estar situado en otro planeta. En el Torcal existen una serie de senderos de uso público habilitados y bien señalizados, con distintas distancias y niveles de exigencia. Además, en el Torcal se puede visitar un Centro de Interpretación donde se explica cómo viento y agua moldearon las formaciones tan singulares que conforman el paisaje.

El Torcal de Antequera
La Sierra de las Nieves
Situada en el centro de la provincia, al este de la ciudad de Ronda, la Sierra de las Nieves promete grandes contrastes entre sus paisajes nevados del invierno con los rojizos que aparecen poco después del deshielo. El parque natural se puede conocer a pie recorriendo alguno de los senderos habilitados.
Vista la riqueza de la provincia de Málaga lo mejor es relajarse (cualquier elección será acertada) y disfrutar de la visita al máximo mientras se empieza a planificar, cuanto antes, la siguiente.