A los ricos Smoothies de frutas tropicales

El smoothie es la receta detox de moda: descubre todos los secretos de las recetas de smoothies más tropicales y hazlas tú mismo.


Si sientes que te apetece comer sano y el cuerpo te pide vitaminas, es el momento de coger la batidora y preparar un smoothie de frutas. Antiaging, detox, quemagrasas, sustitutivos de comidas, proteicos o depurativos... Peca sin culpa y apúntate a los smoothies con estos sencillos pasos.

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Empezamos ¿De qué hacemos el smoothie?

La base: ¿Smoothie de frutas o smoothie de verduras?

Energético y saciante, ligero o refrescante… Dependiendo del tipo de smoothie que te apetezca en cada momento puedes optar por una base de leche (entera, desnatada, de soja, de avena o almendras…) más consistente; o por algo más liviano, como un zumo de frutas, café, té helado, o incluso probar algo divertido, como la leche de coco. Sustituye la leche por agua con gas si quieres que tu smoothie sea ligero, u opta por un helado si hoy es día de darse un homenaje (pero ten cuidado con las combinaciones de cítricos con lácteos, ya que no siempre funcionan).

Tip: Para que la textura de tu smoothie quede mejor, utiliza una batidora de más de 600W con cuchillas de acero inoxidable, capaz de picar el hielo.

La fruta

Incluye dos vasos de líquido en la batidora y añade dos tercios del mismo recipiente llenos de fruta -fresca o congelada- troceada. Esta puede estar pelada (en el caso de frutas con piel muy dura) o sin pelar (aportará más vitaminas, ya que muchas de ellas están precisamente en la piel). Fresa y naranja, fruta de la pasión y mango; sandía y melón… Las combinaciones de sabores son infinitas, pero siempre busca algún elemento que de cuerpo, como el plátano, el mango o el aguacate; combinado con otros como naranja, papaya, piña, fresas o fruta de la pasión... (si te gustan las frutas tropicales, siempre te queda la opción de probarlos en el Caribe, en el hotel Occidental Tucancún, un planazo, ¿no?).

Si añades verduras a tu smoothie (espinacas, kole, remolacha, acelgas…), pero quieres que siga primando el sabor dulce, recuerda que debes hacerlo en una cantidad que siempre debe ser menor que la de la fruta añadida.

Para darle cremosidad, usa ingredientes como el yogur griego (también puede ser saborizado), y para endulzarlo (aunque no siempre es necesario) puedes incluir un poco azúcar (blanco o moreno), stevia o edulcorantes como miel o algún tipo de sirope (desde agave a caramelo).

Tip: Prepara packs de fruta congelados. Solo tendrás que meterlo en la batidora (sin descongelar) para tener sabrosos smoothies en cualquier momento. Además no necesitarás añadir hielo, con lo que no se aguarán. Doble ventaja.

Vitamina extra:

Si eres de los amantes de los superalimentos, no debes dejar pasar la ocasión para añadir en tu smoothie ingredientes como polen de abeja, espirulina, germen de trigo, semillas de lino, bayas de Goji...

¿Frutos secos? Por qué no. Pero antes de incluirlos, hidrátalos (hirviéndolos durante un cuarto de hora). Con ellos tendrás una dosis extra de minerales y vitaminas.

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Tip: También puedes añadir algunas proteínas a tu batido agregando queso fresco o polvo de soja (pero, recuerda, siempre al final y fuera de la batidora).

Tu toque personal:

Añade hielo en la batidora y dale tu toque personal a tu creación, con unas ramas de aromática vainilla o canela, un poco de cayena o unas hojas de menta o hierbabuena picaditas, y preséntalo como más te guste: con cáscaras de naranja, decorado con azúcar en el borde del vaso o un poco de cacao en polvo por encima. Además de utilizar frutas frescas o congeladas, puedes usar frutas secas (orejones, uvas pasas, dátiles...eso sí, hidratadas) o en conserva, tanto como base como de atrezzo. ¡Deja volar tu imaginación!