Descubrimientos arqueológicos como Indiana Jones

Ruta por restos arqueológicos y misterios de antiguas civilizaciones: nuevos descubrimientos históricos, ciudades perdidas y hallazgos arqueológicos.

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Los descubrimientos arqueológicos mayas en la tupida selva entre México y Guatemala, el yacimiento arqueológico perenne en que se ha convertido la capital de Italia, los últimos descubrimientos en Egipto y los hallazgos arqueológicos subacuáticos en Cádiz mapean las vacaciones de un aspirante a arqueólogo. Quién sabe si tú serás el próximo en ofrecer nuevas pistas en relación a las coordenadas de la Atlántida, la ciudad perdida bajo el mar, y que Platón mencionó y describió.

Ciudades perdidas, ruinas arqueológicas y pirámides mayas en México

México y Guatemala son dos parques de atracciones para la arqueología de las civilizaciones prehispánicas. En el primero, los descubrimientos arqueológicos son algo más de 200 ruinas entre mayas y aztecas, principalmente. Las que todavía están enterradas bajo la densa vegetación de la selva de sitios como Yucatán y Palenque se estima que son muchas más. Algo parecido ocurre en Guatemala, país que más restos arqueológicos mayas concentra del mundo. Abiertos al público hay 50, escondidos en la selva de Petén, el corazón del mundo maya, se calcula que hay unos 3.500 yacimientos por desenmarañar.

La selva es un territorio propicio para la aventura. Bajo ese tupido manto verde el intrépido arqueólogo Indiana Jones encontró alguna ciudad perdida, un templo maldito y el Santo Grial. En cambio, si tú eres un urbanita empedernido, una especie de Indiana Jones del asfalto, México te ofrece la oportunidad de aventurarte a localizar una serie de restos arqueológicos en la capital del país, Ciudad de México, ahorrándote el trago de adentrarte en la selva. Lo mejor es que te instales en el hotel Barceló México Reforma y salgas a la calle en busca de esos vestigios urbanos en esta frenética ciudad. El templo Mayor, una pirámide azteca entre edificios coloniales y modernos; los restos de la Zona Arqueológica de Tlatelolco, lugar donde el conquistador extremeño Hernán Cortés derrotó a Cuahutémoc, lo que se tradujo en la caída del Imperio Azteca; la ciudad olmeca de Cuicuilco, una de las culturas más antiguas de Mesoamérica; la pirámide de Ehécatl, descubierta mientras se construía una línea de tren; y Teothihuacán (a 30 kilómetros de Ciudad de México), “la ciudad de los dioses” o “el lugar donde se hacen los dioses”, de la cultura azteca.

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 Si estos restos arqueológicos te han sabido a poco, entonces es que el Indiana Jones que llevas dentro se ha despertado. Muchos más descubrimientos arqueológicos te esperan en la Riviera Maya. Este lugar ubicado en el Caribe, sinónimo de playas de arena blanca y hoteles todo incluido, como el hotel Royal Hideaway Playacar son el paraíso para los estudiosos de la civilización Maya. Puedes alternar días disfrutando de las instalaciones de este complejo hotelero con otros visitando los espectaculares hallazgos arqueológicos de los alrededores en forma de pirámides, juegos de pelota, tablas de sacrificios y observatorios de estrellas. Hay ruinas muy populares: Chichén Itzá, y su emblemática pirámide de Kukulcán, Uxmal,  la Zona Arqueológica de Tulum y El Tajín y Palenque (en Chiapas). Existen otros restos arqueológicosde acceso más complicado que te harán revivir las aventuras de Indiana Jones: Cobá es un yacimiento arqueológico en el que hay una pirámide de 42 metros de altura que para acceder a su cima tienes que subir 110 escalones muy pronunciados ayudado por unas cuerdas. Kohunlich, uno de los recientes descubrimientos arqueológicos en los que trabajan los arqueólogos. Se trata de un sitio que fue una gran ciudad maya y que hizo de nexo de unión entre otras zonas mayas, como Petén, en Guatemala.

Ruinas mayas, yacimientos y arqueología en Guatemala

El país guatemalteco es el corazón del mundo maya. En sus selvas nacen las leyendas de esta cultura fascinante y no son pocas las teorías que apuntan que su selva oculta un sin fin de ciudades perdidas. Antes de que te adentres en este paraje verde y frondoso es recomendable que hagas una parada en el hotel Barceló Guatemala City en la capital, Ciudad de Guatemala, para aclimatarte. Una vez dejes atrás los edificios y el cemento te esperan los hallazgos arqueológicos de Petén: Tikal, Quirguá, Yaxhá, Topoxté y El Mirador, un yacimiento arqueológico al que se accede en helicóptero o caminando durante varios días por la jungla. Travesía que culmina con la vista de una pirámide de 72 metros de altura, la más alta de América.

Estos restos arqueológicos, además de ser una gran parte del patrimonio cultural y monumental de ambos países, funcionan como unos potentes imanes que atraen a viajeros de todo el mundo seducidos por las enigmáticas culturas que había antes y durante la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XV y XVI.

Pirámide de Guiza y los últimos descubrimientos arqueológicos en Egipto

Si eres un viajero con ganas de aventura y hambre de conocimiento, al que el misterio le cautiva, tendrás que acercarte a El Cairo. Una vez estés instalado como un reputado arqueólogo en el hotel Barceló Cairo Pyramids y hayas descansado, podrás visitar la gran cavidad en el interior de la pirámide de Keops, uno de los últimos descubrimientos arqueológicos en Egipto. Ese país en el que el viento y la arena ocultan maravillas que parecen solo existir en la mente de un puñado de arqueólogos soñadores.

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Por estas latitudes no es raro que los nuevos descubrimientos arqueológicos estén relacionados con las pirámides egipcias. Es un tipo de construcción que se identifica con Egipto y México, sin embargo, es Sudán el país donde hay más pirámides en el mundo. Indiana Jones viajaba y se documentaba a partes iguales.

Cuando remover la tierra es sinónimo de sorprendentes hallazgos arqueológicos: Italia

 La arqueología no solo tiene lazos con las selvas y los desiertos. Esta ciencia que estudia las artes, objetos y monumentos de la antigüedad por medio de los restos arqueológicos tiene una relación muy estrecha con Roma. En la capital italiana cada vez que tratan de ampliar la red de metro las excavadoras, sin querer, sacan a la luz hallazgos arqueológicosque amplían el patrimonio cultural de la urbe, pero estacan en tres el número de líneas del metro romano, uno de los más pequeños del mundo. Durante la construcción del hotel Barceló Aran Mantegna no hubo descubrimientos arqueológicos que añadir al inventario romano, así que el edificio se terminó y hoy es un estupendo hotel en el que alojarte, perfectamente comunicado con ese centro copado de restos arqueológicos; el Foro Romano, el Coliseo y las Termas de Caracalla, entre otros muchos yacimientos. En la otra gran ciudad italiana, Milán, los vestigios son muchos menos: la columnata de San Lorenzo, el anfiteatro romano y el circo, del que solo se distingue la planimetría.

El tesoro gaditano: los descubrimientos arqueológicos subacuáticos

Para explorar el medio en el que es posible encontrar estos restos arqueológicos bajo el mar de Cádiz te hará falta una gafas y una botella de oxígeno o ser tripulante del submarino Nautilus. Como la visita a este museo subacuático promete ser cansada lo más conveniente es que te alojes en el estupendo hotel Royal Hideaway Sancti Petri para que descanses y disfrutes de sus propuestas wellness antes de encarnarte en el capitán Nemo.

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Quizás no tengas que recorrer 20.000 leguas de viaje submarino, pero si un buen puñado de ellas para contemplar el gran patrimonio arqueológico subacuático que hay en las costas gaditanas. Gran parte de ese tesoro son los restos de barcos naufragados que participaron en la batalla naval de Trafalgar (1805), frente al cabo del mismo nombre, en la playa de Los Caños de Meca. Contienda en la que se enfrentaron los bandos franco español contra el inglés, a la postre el vencedor.

Si te animas a bucear es posible que veas cañones, objetos metálicos, quillas, palos de barco, etc. También podrás distinguir ánforas y cerámicas originarias de épocas mucho más remotas en el tiempo, de los siglos IV d. C.. Y es que esta zona era un cruce de rutas comerciales que requería una gran pericia por parte de los patrones de las embarcaciones para evitar que naufragasen. Por si eso fuera poco había que estar atento a los ataques de los corsarios, como Francis Drake, un clásico en la bahía de Cádiz que siempre estaba presto a un abordaje.