En tiempo de brindis… destinos de vino

Entre el río Ebro y la Sierra de Cantabria, en la Rioja Alavesa se producen algunos de los mejores vinos de la D.O. Rioja. Aromáticos, frescos y muy equilibrados… si te decantas por esta zona del norte de España para hacer la Ruta del Vino de Rioja Alavesa, podrás saborear vinos con una historia detrás: desde los producidos en cavas medievales hasta las cosechas gestadas en bodegas que parecen museos vanguardistas.

Además de por la calidad de los vinos, merece la pena planear una visita por los paisajes de esta zona del País Vasco: los pueblos amurallados, los restos prehistóricos, las casas torre... Y para que no tengas que conducir, desde el pueblo de Laguardia parte el Enobús, un servicio ideal para los amantes de las catas  que lleva a conocer más de 50 bodegas de la región.

Es la zona que se extiende a lo largo del recorrido del río Duero por Castilla y León, entre Valladolid, Burgos y Soria. Recorriendo la N-122 en coche se suceden los castillos, las iglesias, los conventos y los viñedos más antiguos y famosos de la Ribera del Duero: Protos, Pesquera, Vega Sicilia, Yllera… donde nacen algunos de los tintos  más reconocidos en todo el mundo.

Durante los últimos años se han desarrollado muchas actividades en torno al enoturismo, como el Museo del Vino de Peñafiel, situado en un castillo perfectamente conservado, o el Centro de interpretación de la Arquitectura del Vino. Si buscas un plan wellness, muchas bodegas, como es el caso de Arzuaga, poseen su propio spa en el que podrás disfrutar de tratamientos de vinoterapia.

Cultura y vendimia, mano a mano, en bodegas que mezclan la tradición y la vanguardia (algunas ideadas por arquitectos de renombre, como Norman Foster, responsable del nuevo diseño de las bodegas Portia. En resumen, infinitas opciones para conocer todos los secretos del vino en cualquier época del año.

Curiosidad digna de sibaritas: el vino de Jerez es uno de los vinos más antiguos del mundo. Tiene más de 3.000 años de historia y se comercializa desde la época de los romanos. Va bien con casi cualquier comida y gusta a todos los paladares. Si quieres una prueba, después de recorrer la famosa ruta del vino y brandy de Jerez, acércate al Barceló Montecastillo donde el sumiller del restaurante El Lagar te aconsejará el vino que mejor acompañe a vuestros platos. Una gran excusa para poner rumbo a Andalucía en clave gastronómica.

Intenso, denso y muy rico… así es el vino del Priorat, en Tarragona y ha ido ganando fama durante los últimos años.

En la ruta del Priorat debes parar en las llamadas "catedrales del vino", como las bodegas del monasterio de Scala Dei o Cornudella de Montsant, y aprovechar para alquilar una burricleta, las bicicletas eléctricas con pedaleo asistido que pueden incorporar unas alforjas para cargar, en este caso, uvas. Un plan para conocer la vendimia en esta zona en otoño y a la vez practicar deporte recorriendo los senderos de los viñedos. También en familia.

Desde el siglo I, las tierras de Navarra ya veían producir los primeros vinos en las bodegas romanas. Aún así, no fue hasta principios del siglo XX cuando la producción se industrializó con la creación de la primera Bodega Cooperativa Olitense. Cada año, en septiembre, se organiza la fiesta de la vendimia en la ciudad de Olite. Comienza con el desfile de los cofrades engalanados y el pregón de la Vendimia. En el centro del pueblo tiene lugar la tradicional pisada de la uva y una posterior degustación popular de los primeros mostos de la temporada.

Además, en los terrenos de los viñedos de la D.O. Navarra podrás realizar diferentes planes de turismo activo: paseos a pie entre las vides o rutas en bicicleta y caballo. Incluso se celebra un certamen literario para premiar la cultura del vino.