Estambul, la antigua Bizancio y Constantinopla, ha sido capital de tres imperios. Hoy día, sin ser la capital de Turquía, es la ciudad más grande del país y un referente en el campo cultural, histórico y turístico. Ningún viajero queda indiferente a los contrastes de una ciudad situada entre dos mares, el Mar de Mármara y el Mar Negro; y entre dos continentes, Europa y Asia. Todas estas singularidades la han convertido en una de las ciudades más visitadas del mundo.  

El Cuerno de Oro divide, a su vez, la parte europea, en la ciudad vieja y la ciudad nueva. Y es que en Estambul todo es especial. Diversas tradiciones, culturas y religiones han convivido durante muchos siglos para hacer de esta histórica y animada ciudad un enclave único en Turquía.

No es difícil para quienes llegan hasta Estambul dejarse seducir por la historia de esta ciudad y por sus paisajes naturales. Estambul es un lugar marcado por la huella de las diferentes civilizaciones que por ella han pasado. Monumentos, palacios, mezquitas, fuentes o cisternas; todas llevan el recuerdo de las culturas que han tenido contacto con esta ciudad.  

Además de visitar las atracciones turísticas más relevantes como mezquitas, museos o baños turcos, la inmensidad de este destino ofrece la oportunidad de descubrir otros lugares menos conocidos. Estambul es una ciudad de contrastes en las culturas, en los sonidos, en los sabores. Es sin duda uno de los lugares más sorprendentes del mundo y cuenta con muchos sitios para visitar.  

Alójese en nuestros hoteles en Estambul y descubra la basílica de Santa Sofía, la Mezquita Azul, el Gran Bazar, el Palacio Topkapi, la Cisterna Basílica o la Torre de Gálata son algunos de los puntos más emblemáticos de la ciudad.