Tamarindo es una ciudad de Costa Rica situada en la costa norte del Pacífico, donde la península de Nicoya forma una curva en el océano. Es un lugar tranquilo con playas protegidas y suaves olas que bañan grandes extensiones de arena. Los hoteles en Tamarindo ofrecen vistas al mar, amplias piscinas y cabañas de paja para relajarse a la sombra. Playa Langosta es un lugar tranquilo muy popular entre los surfistas. Sus olas cercanas a la orilla son ideales para los principiantes, que pueden tomar un par de clases para aprender. Los surfistas con experiencia pueden buscar olas más grandes, que se encuentran en la boca del río. No obstante, los bañistas no necesitan una tabla para disfrutar de las olas. La natación y el body-surf son también muy populares. El mar en calma es excelente para dar un paseo en barco. Navegar en un catamarán contemplando la puesta de sol es una experiencia inolvidable.

Los viajeros se divierten realizando actividades sencillas como nadar, tomar el sol, caminar por la playa o relajarse tomando una bebida bajo una palmera. Los vendedores ofrecen agua fresca de coco a lo largo de toda la costa. Abren la cáscara del coco, ponen una pajita y ya está lista para beber. Otra bebida popular es la kombucha, un té fermentado que tiene muchos beneficios para la salud. En los hoteles de Tamarindo existen otros pasatiempos más intensos como el voleibol de playa, el fútbol y el piragüismo. Otras opciones son el ajedrez gigante, el tenis de mesa y el masaje al aire libre. Las deliciosas especialidades gastronómicas de los hoteles incluyen langosta, camarones, tacos mexicanos y paella española. La fruta fresca y las verduras están siempre disponibles en el menú. Aquellos que deseen adquirir otros productos pueden visitar el mercado de agricultores de Tamarindo, donde los labradores locales venden cultivos de cosecha propia y los visitantes pueden adquirir recuerdos, arte popular y joyas.

La mayoría de los viajeros de Costa Rica quieren conocer mejor su rica y diversa fauna. Los mejores hoteles en Tamarindo ayudan a sus huéspedes a organizar excursiones de un día a parques naturales repletos de flora y fauna. Justo al norte, el Parque Nacional Marino Las Baulas es un paraíso para las tortugas baulas, las tortugas marinas más grandes del mundo. Con un peso de hasta 700 kg, las tortugas se desplazan a tierra para poner sus huevos en la arena. Cualquiera que visite el parque durante la temporada de anidación, de octubre a marzo, tiene la garantía de que podrá verlas. Otras especies llegan a la costa durante el resto del año. Un viaje en balsa por el estuario del río en el Refugio de Vida Silvestre de Tamarindo, permite ver ocelotes, monos aulladores y caimanes que viven en los densos manglares. Para contemplar la vida subacuática, los viajeros pueden practicar el buceo Snuba, un nuevo deporte en el que los buzos respiran a través de una manguera de aire conectada a la superficie. Esta modalidad es más fácil que el buceo autónomo, no requiere certificación, y cualquiera que lo practique podrá ver desde anguilas y pulpos hasta ballenas, en el mar tranquilo de Tamarindo.