Su nombre es conocido en prácticamente todo el mundo. Mallorca es sinónimo de Mediterráneo, arena, playa, sol y sabores de mar. Pero ser protagonista de las vacaciones de viajeros de todos los rincones del planeta es una distinción que representa una gran responsabilidad. Por ello, los hoteles y resorts todo incluido en Mallorca están preparados para mantener el listón de su fama siempre bien alto. Son establecimientos de lujo orientados a transformar el concepto de vacaciones y convertirlo en algo mucho más intenso.

Viajar hasta esta región de la geografía española es estar predispuesto a una experiencia turística diferente. Llegar hasta aquí es muy sencillo. Lo complicado es despedirse del paraíso tras disfrutar de las inolvidables vacaciones todo incluido.

La tradición turística de Mallorca se remonta muchas décadas en el tiempo. La isla balear es un destino distinguido entre viajeros de muchos rincones del mundo, especialmente europeos y norteamericanos. Sus buenas experiencias en los hoteles todo incluido en Mallorca han contribuido a internacionalizar el nombre de la isla hasta el punto de que muchos han decidido establecer aquí su segunda residencia.

El prestigio de Mallorca como destino de vacaciones no se debe a un hecho puntual sino a una combinación de factores que han permitido que la isla haya crecido en popularidad. Por supuesto, este desarrollo se ha ido completando con una progresiva ampliación de la oferta de actividades. Unas vacaciones todo incluido en Mallorca son la alternativa más demandada para aprovechar el tiempo en la isla y disfrutar de todos esos lugares que justifican las buenas críticas.

El hotel Occidental Cala Viñas se ubica frente a una hermosa playa de arena blanca y aguas cristalinas que invitan a realizar todo tipo de deportes acuáticos. Lo mismo ocurre con el hotel Barceló Ponent Playa, junto a la popular Cala Ferrera, famosa por sus sorprendentes fondos marinos. Se trata de dos ejemplos que evidencian una perfecta integración con el paisaje, los pequeños pueblos que aún conservan sus raíces o los grandes monumentos que rezuman cultura e historia, como el Palacio Real de La Almudaina y la Catedral.

No todos los motivos por los que merece la pena visitar Mallorca tienen un nombre, una apariencia o una ubicación. Gran parte del potencial de esta isla está en las sensaciones que transmite. Ese patrimonio intangible de Mallorca es el que cautiva a los visitantes y los deja con la convicción de que nunca será la última vez.

Las vacaciones todo incluido en Mallorca también son una experiencia que se huele, que se saborea, que se escucha. Emociones que están presentes en sus imponentes acantilados y cuevas, en localidades tan pintorescas como Pollença, Valldemossa o Andratx, o en sugerentes platos de su cocina tradicional como los rubiols horneados, el tumbet o el arroz brut.

Hoteles como el Occidental Playa de Palma organizan una completa experiencia de viaje facilitando a los huéspedes servicios exclusivos con los que aprovechar todo el potencial de la isla. De este modo, la estancia en Mallorca se convierte en una atractiva propuesta vacacional para toda la familia, con opciones para disfrutar del viaje intensamente sin dejar de sentirse como en casa.