Qué ver en Tánger en tu próxima escapada de fin de semana

Es una de las mezquitas de estilo alawita más importantes del mundo. Se trata de un edificio religioso de importancia crucial para la ciudad y uno de los enclaves que cualquier viajero no debe pasar por alto en su visita a Tánger.

Se ubica en el mismo lugar donde antes se situaba la Catedral del Espíritu Santo, de origen portugués, y donde, según se conoce, se ubicaba también un templo antiguo construido por los romanos dedicado a Hércules.

La Gran Mezquita pertenece al periodo de Moulay Ismail, aunque fue en el año 1815 cuando tuvo lugar su ampliación, que dio lugar a la mezquita de tipo alawita que se puede contemplar en nuestros días.

La mezquita se distingue en el exterior por su minarete y su portal de entrada. La puerta de entrada llama la atención por su minuciosa decoración con motivos geométricos típicos, colores verdes y un dosel de madera. Posee un minarete y fachadas también decoradas con motivos geométricos y arcos ciegos. Por desgracia, si no eres musulmán no podrás acceder a su interior. Si lo haces, podrás contemplar algunas de sus maravillas ocultas como el patio cuadrado con una fuente el centro, rodeado de galerías y desde donde se accede también a las salas de oración. Un edificio que encandilará sobre todo a los amantes de la arquitectura, pero también a viajeros más curiosos que se preguntan qué ver en Tánger. 

Conocida por el gran público como el Gran Zoco, la siempre concurrida plaza 9 de abril 1947 se sitúa justo a la entrada de la Medina de Tánger, siendo un punto de encuentro clave entre los lugareños. En los alrededores de esta enorme plaza con palmeras, de firme inclinado y la más importante de la ciudad, es fácil encontrar interesantes restaurantes y cafés donde degustar el mejor té marroquí y cruzarse con gente local, así como un gran número de tiendas, cines y las Mezquita Sidi Bou Abid, bautizada como la Mezquita Roja. En su centro, podemos ver una fuente situada justo enfrente de la puerta en forma de cerradura cerradura, la Bab Fass, que marca la entrada a la Medina y al Cine Rif, una antigua sala donde suelen programar cine independiente y menos convencional.

Si bien el Gran Zoco ya no es un mercado en sí, al tratarse de la zona comercial principal de Tánger es fácil dar con puestos de frutas y artículos de segunda mano, así como de artesanos.

Otro de los grandes secretos a voces de la localidad de Tánger son las Cuevas de Hércules. Eso sí, para llegar es necesario desplazarse 14 km al oeste de la ciudad, pero te aseguramos que merecen la pena cada uno de ellos.

La cueva cuenta con dos entradas o aperturas, una del lado de la tierra y otra al mar. Según historiadores fueron los fenicios quienes crearon esta segunda apertura que, vista desde el mar, se asemeja a la silueta del continente, de ahí que sea conocida como “el Mapa de África”. La cueva se fue formando por la erosión del mar y el viento y ha sido utilizada durante siglos para la extracción de piedras de las paredes para usarlas en los molinos, lo que hizo que derivara en una cueva de grandes dimensiones.

Los viajeros más frikis apreciarán saber que su nombre procede de una leyenda que cuenta que Heracles pernoctó en esta cueva antes de llevar a cabo su undécimo trabajo en el que debía robar las manzanas del jardín de las Hespérides. Una maravilla de la naturaleza imprescindible en tu guía por Tánger. ¿Un plus? Su visita es gratuita.

Menos obvio es pensar en Tánger como un destino también de ensueño para el verano, donde disfrutar de alegres días en la playa bajo el sol y relajación e incluso donde practica deportes acuáticos. Plage Malabata destaca por ser una gran playa de arena blanca y aguas turquesas, rodeada de un paisaje que sorprende a cualquier visitante. Se encuentra a 10 km del núcleo de la ciudad y es perfecta para quieran conocer de cerca la rica naturaleza de la zona.

 Plage Ghandouri es otra de las grandes opciones para disfrutar de aguas cristalinas y brillantes y de un paisaje sin igual. Es perfecta para ir en familia o con amigos, ya que además es una de las más indicadas para practica todo tipo de deportes marinos. Por último, cabe destacar Merkala Beach, una playita entre acantilados, aconsejada para los aficionados al esnórquel, ya que permite con facilidad contemplar de cerca la fauna marina de la zona. 

Situada en el barrio más exclusivo de Tánger situado a 10 km de la ciudad, la punta Malabata se intuye por su famoso faro y un castillo de estilo medieval, aunque fueron construidos en el siglo XX. Además de las increíbles vistas que ofrece al Estrecho de Gibraltar, desde donde tomar fotos de lo más instagrameables, puedes tomar un té disfrutando de algunas de las mejores puestas de sol del país en la terraza de un café cercano. Y ya que estés, no olvides de darte una vuelta por el barrio, el más chic de la ciudad y uno de los imprescindibles que ver en Tánger, con edificaciones de quitar el hipo y donde la velocidad disminuye hasta ritmos mínimos con respecto a las calles del centro.