Budapest en un fin de semana: los imprescindibles

Es probablemente uno de los edificios más conocidos y, cómo no, un imprescindible que ver en Budapest. Su espacio alberga las reuniones de la Asamblea Nacional de Hungría y puede presumir de ser uno de los Parlamentos más grandes del mundo. El Parlamento de Budapest cuenta con casi 700 dependencias y su cúpula se eleva hasta los 96 metros. Bajo ella, se encuentra la Sala de la cúpula, donde se conserva uno de los máximos emblemas del país: la corona con la cruz torcida, que pertenece a las joyas de la coronación y que aparece en el escudo del país. 

Quien se decida a visitarla podrá ver la Antigua Cámara Alta, sede del antiguo parlamento, ya que el actual Consejo de los diputados no es visitable. Las visitas guiadas ofrecen un tour en ocho idiomas: húngaro, inglés, francés, hebreo, alemán, ruso, italiano y español. 

Budapest es reconocida como la Ciudad de los Balnearios desde principios del siglo XX. y es que la capital húngara cuenta con más de un centenar de manantiales. Así que reserva un rato en tu viaje a Budapest para pasarlo sumergido en sus cálidas y relajantes aguas. Si vas en pareja. debes tener en cuenta que algunos balnearios tienen piscinas que, según el día, están reservados a  hombres o a mujeres.

Uno de los mejores lugares que visitar en Budapest es el Balneario Széchenyi, inaugurado en 1913, que cuenta con 15 piscinas, tres de ellas en el exterior que permiten estar en una piscina a 38 grados cuando fuera hay menos de 0. Otro de los más conocidos es el Balneario Rudas, considerado uno de los baños turcos más bonitos del mundo. Con una clara inspiración otomana, tiene una sala central que cuenta con una impresionante piscina octogonal y cuatro piscinas laterales a diferentes temperaturas, todo ello enmarcado bajo una bellísima cúpula de 10 metros de diámetro.

El Castillo de Buda es otro de los edificios más emblemáticos que visitar en Budapest. Antiguamente era la residencia de los reyes húngaros –por eso se le conoce también como Palacio Real– y actualmente alberga la Biblioteca Széchenyi, la Galería Nacional Húngara y el Museo de Historia de Budapest.

Construido en el siglo XIII ha sufrido diversas modificaciones, ampliaciones y reconstrucciones. La mejor forma de visitarlo es subir en funicular y luego pasear por la colina del Castillo de Buda, lo que te permitirá conocer el Laberinto –una impresionante red de cuevas subterráneas–, la Iglesia de San Matías y el Bastión de los Pescadores, desde donde se obtienen las mejores panorámicas de la ciudad.

Además, cruzar por el emblemático Puente de las Cadenas –que une las antiguas Buda y Pest, la ciudad antigúa y la nueva– es una de las cosas que tienes que hacer en Budapest. Podrás contemplar desde dentro este antiguo puente colgante en el que los cables fueron sustituidos por los eslabones de una cadena.

Su centro neurálgico es la Sinagoga Judía, la segunda más grande del mundo y uno de los edificios más bellos que ver en Budapest. Turismo religioso o arquitectónico: cualquiera de los dos debe pasar por esta maravilla. Cuenta con dos cúpulas situadas en dos torres octogonales de más de 40 metros de altura, además de una impresionante vidriera en forma de rosetón. Su interior cuenta con asientos para casi 3.000 personas –los del piso principal son para los hombres, mientras que los de la galería superior están destinados a las  mujeres– y está compuesto por tres grandes naves con una cuidada decoración.

Además de la sinagoga propiamente dicha, también podrás visitar el Museo Judío, el Templo de los Héroes, el cementerio judío y el parque memorial Raoul Wallenberg. Un sinfín de rincones con encanto que justifican su condición de una de las ciudades más bonitas de Europa.

Situada en medio del Danubio, la isla es un centro de ocio muy especial lleno de parques, jardines y animación. Para llegar a este punto imprescindible que ver en Budapest se puede acceder por el puente del mismo nombre, y para visitarla la puedes recorrer en tren turístico, alquilar una bicicleta o dar un tranquilo paseo. Disfrutar de este paisaje de otoño paseando por la orilla del río es toda una experiencia.

Aquí encontrarás varios jardines, entre ellos, un jardín japonés, además de las ruinas del Convento de Santa Margarita y una torre de agua octogonal de casi 60 metros que haces las veces de un increíble mirador. La guinda para una de las mejores ciudades europeas si vas de turismo.

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