Las mejores excursiones desde Budapest

El encantador Szentendre es una de las excursiones más sencillas desde la capital: apenas media hora en coche separa Budapest de este pequeño pueblo de casitas color pastel y estilo barroco. Su ubicación junto al Danubio y sus calles empedradas lo convierten en un paseo perfecto para desconectar.

Con una historia que se remonta a la Edad de Piedra, Szentendre combina museos, edificios históricos y un ambiente artístico muy especial, repleto de galerías y tiendas de artesanía. A ello se suma una cuidada oferta gastronómica con cafés y terrazas para disfrutar sin prisas. Incluso cuenta con un Museo del Mazapán y otro del Vino, dos guiños a la tradición local. Es, además, una de las excursiones de un día desde Budapest más populares.

fortalezas más imponentes del país. La ciudadela medieval del siglo XIII domina el paisaje desde lo alto, pero lo que realmente enamora son las vistas sobre el famoso “recodo del Danubio”, una curva espectacular del río que regala una de las estampas naturales más bonitas de Hungría.

Tras pasar por el mirador, la visita puede continuar por la fortaleza inferior y el Palacio Real. Visegrád suele combinarse con Szentendre, ya que ambas localidades están muy cerca entre sí. Juntas forman una de las excursiones desde Budapest más completas.

Siguiendo el curso del Danubio se llega a Esztergom, una de las ciudades más antiguas del país. Aunque muchos viajeros intentan encajarla en un itinerario con Szentendre y Visegrád, merece una visita más tranquila.

Entre los siglos X y XIII, Esztergom fue la capital del Reino de Hungría y aún conserva un valioso conjunto de monumentos. Su gran protagonista es la Basílica de Esztergom, la iglesia más grande del país y visible desde kilómetros de distancia. Por su peso histórico, no extraña que algunos la llamen —con cierta exageración— la “Roma húngara”.

A unos 30 kilómetros al noreste de la capital se encuentra Gödöllő, famosa por su majestuoso palacio barroco del siglo XVIII, el más grande de Hungría. Alcanzó su máximo esplendor cuando se convirtió en la residencia favorita de la emperatriz Isabel de Austria, la célebre Sisi, y de Francisco José.

El recorrido permite pasear por estancias tan evocadoras como el dormitorio de Sisi, el salón de fumadores del emperador, una capilla rococó o las caballerizas imperiales. Los jardines, especialmente en primavera, merecen tanto la visita como el interior. Se puede llegar con tours organizados, aunque también es una de las mejores excursiones desde Budapest en tren, cómoda y perfecta si viajas por tu cuenta.

El Balaton —o Balatón— es el orgullo natural de Hungría. Con casi 600 km², es el lago más grande de Europa Central y, gracias a su poca profundidad, sus aguas se calientan rápido en verano. En invierno, cuando se congela, se convierte en una enorme pista de patinaje natural.

Rodeado de pueblos tranquilos, balnearios y fuentes termales, el Balaton es el gran destino vacacional de los húngaros. Desde Budapest se puede visitar en una excursión de un día, ideal para darse un baño, probar especialidades locales o simplemente relajarse frente al agua.

Muy cerca del Balaton se encuentra Herend, conocida por su histórica fábrica de porcelana fundada en 1826. Durante el siglo XIX, se convirtió en proveedora oficial de la Casa de Habsburgo y otras familias reales, alcanzando renombre internacional.

La visita al Museo de la Porcelana permite descubrir piezas únicas hechas y pintadas a mano. Aunque llegar en transporte público no es lo más sencillo, incluir Herend en la ruta del Balaton o en una escapada en coche desde la capital es siempre un acierto. También existen tours que combinan ambos destinos que los convierten en una de las excursiones desde Budapest más recomendadas para los amantes del diseño.

A solo media hora de Budapest, Etyek es una escapada ideal para quienes disfrutan del vino y la gastronomía. Rodeada de viñedos y con un ambiente tranquilo, esta localidad es perfecta para desconectar entre catas, bodegas familiares y platos tradicionales húngaros.

Destacan especialmente los vinos blancos —como el Chardonnay o el Sauvignon Blanc— y los espumosos de alta calidad. Una propuesta relajada que encaja muy bien en una mañana o una tarde de paseo.

La Gran Llanura Húngara, o Puszta, es uno de los paisajes más fascinantes del país. Sus horizontes infinitos han inspirado a poetas y escritores durante siglos. Aunque hoy gran parte está dedicada a la agricultura, aún quedan áreas protegidas donde se respira su esencia original.

Desde Budapest se pueden visitar dos zonas principales: el Parque Nacional de Hortobágy, algo más alejado, y el Parque Nacional de Kiskunság, a menos de una hora. Muchos viajeros aprovechan para conocer granjas tradicionales y centros ecuestres, donde se conserva la cultura pastoril húngara.

Explorar los alrededores de la capital es una forma única de descubrir la diversidad de Hungría: fortalezas medievales, bodegas familiares, paisajes infinitos y palacios con historia. Todas estas propuestas forman parte de las mejores excursiones desde Budapest, perfectas para combinar cultura, naturaleza y gastronomía en un mismo viaje. Una escapada que, seguro, te hará ver el Danubio y sus alrededores con otros ojos.