Los 10 templos de Tailandia más impresionantes

Antes de visitarlos conviene conocer algunas normas básicas para mostrar respeto. La más importante es cómo vestir en estos espacios: si alguna vez te has preguntado qué vestimenta usar en un templo (wat en tailandés) en Tailandia, la regla general es cubrir hombros y rodillas, evitar prendas ajustadas y descalzarte antes de entrar en la zona de oración. También se recomienda hablar en voz baja, no señalar imágenes de Buda con los pies y evitar tocar objetos sagrados sin permiso. Con estas pautas y una actitud abierta, la experiencia se convierte en un viaje inolvidable por algunos de los templos en Tailandia más fascinantes. A continuación, diez de los más insólitos e impresionantes de todo el país.

Considerado el templo más importante del país, el Wat Phra Kaew o Templo del Buda Esmeralda forma parte del Gran Palacio Real de Bangkok. Fue inaugurado en 1784 por el rey Rama I y alberga la imagen del Buda más venerada de Tailandia, tallada en jade verde. Su arquitectura destaca por los relieves dorados, las estatuas guardianas yaksha y los murales que narran episodios del Ramayana. Es un templo estrictamente budista y símbolo absoluto de la monarquía tailandesa. Visitarlo temprano permite disfrutarlo sin aglomeraciones y apreciar la belleza del ubosot principal, uno de los espacios más sagrados entre los templos de Tailandia.

A pocos metros del Gran Palacio se encuentra Wat Pho, la cuna del masaje tradicional tailandés y hogar del gigantesco Buda Reclinado de 46 metros de largo. Es uno de los templos más antiguos de Bangkok, construido antes de 1688 y ampliado por Rama III. Su colección de estatuas y stupas es una de las más importantes del país, y sus patios son un remanso de tranquilidad dentro de la capital. Como uno de los templos de Tailandia más visitados, combina historia, medicina tradicional y un rol esencial en la formación de monjes y terapeutas.

También conocido como “El Templo del Amanecer”, el Wat Arun se eleva en la ribera del río Chao Phraya con su icónico prang central de porcelana y conchas incrustadas. Su estructura actual data del siglo XIX, aunque el templo es más antiguo. Subir a sus terrazas permite contemplar Bangkok desde una perspectiva única. Es un templo profundamente ligado al renacer del reino siamés tras la caída de Ayutthaya y uno de los más fotografiados entre los templos en Tailandia.

Situado en la cima del monte Doi Suthep, este templo fundado en 1383 es el gran símbolo espiritual del norte de Tailandia. Según la leyenda, un elefante blanco escogió el lugar exacto para su construcción portando una reliquia sagrada de Buda. Su chedi dorado brilla bajo el sol y ofrece vistas impresionantes de la ciudad. Además, es un punto clave para entender la relación entre monarquía, budismo y pueblo norteño. Subir la larga escalinata custodiada por nagas es parte esencial de la experiencia.

Diseñado por el artista Chalermchai Kositpipat en 1997, es uno de los templos más contemporáneos y simbólicos del país. Sus tonos blancos representan la pureza, y las incrustaciones de espejo simbolizan la sabiduría que ilumina a la humanidad. Es un espacio artístico más que un templo tradicional, pero su reinterpretación del budismo lo convierte en una visita sorprendente. Esculturas de manos, figuras demoníacas y puentes alegóricos guían al visitante desde el sufrimiento humano hacia la iluminación.

Ayutthaya, antigua capital del reino (1350–1767), alberga algunos de los templos históricos más importantes de Asia. Entre ellos, Wat Phra Mahathat destaca por su icónica cabeza de Buda atrapada entre las raíces de un árbol. Construido hacia 1374, era uno de los templos principales de la ciudad y sede del patriarca supremo budista. Sus torres prang, estupas y restos arqueológicos permiten imaginar la grandeza del antiguo reino. Es una visita clave para comprender la evolución arquitectónica de los templos en Tailandia.

Este templo del siglo XVII, mandado construir por el rey Prasat Thong, es uno de los conjuntos arqueológicos más espectaculares de Ayutthaya. Su diseño se inspira en la arquitectura jemer de Angkor, con un gran prang central rodeado de ocho torres menores. Visitarlo al atardecer, cuando la luz cae sobre el río Chao Phraya, ofrece una de las estampas más evocadoras del país. Aunque hoy es un recinto histórico, sigue siendo un lugar profundamente espiritual para los tailandeses.

Phuket no solo es playas y naturaleza. Su templo más importante, Wat Chalong, es un centro religioso activo que acoge peregrinos durante todo el año. Fundado en el siglo XIX, está dedicado a los monjes Luang Pho Chaem y Luang Pho Chuang, venerados por ayudar a los habitantes durante una rebelión minera. Su chedi principal, de 60 metros, alberga una reliquia de Buda y está decorado con murales que narran su historia. Es uno de los templos de Phuket más visitados y refleja la mezcla entre tradición local y estética sureña.

Situado en lo alto de Nakkerd Hill, el Gran Buda de Phuket es una de las imágenes más impresionantes del país. Esta estatua de 45 metros recubierta de mármol blanco comenzó a construirse en 2004 y se ha convertido en un símbolo de paz para la isla. Aunque no es un templo tradicional, su recinto funciona como centro de meditación y aprendizaje budista. Las vistas panorámicas sobre la bahía de Chalong lo convierten en una visita imprescindible para quienes buscan un lugar espiritual en el sur de Tailandia.

A corta distancia de Phuket, este templo excavado en una gran caverna natural alberga un Buda reclinado dorado rodeado de estalagmitas y estalactitas. Es un templo muy antiguo, utilizado como lugar de culto desde hace siglos, y combina la espiritualidad budista con la geología local. También es conocido por las colonias de monos que merodean en los alrededores. Su atmósfera mística y su belleza natural lo convierten en uno de los lugares más singulares del sur del país.