En un próspero enclave con 1.200 años de historia y arraigada tradición marinera, Hamburgo se revela como una ciudad diferente de cualquier otra capital surcada por hermosos canales. De hecho, ni juntando los puentes de Ámsterdam y Venecia se conseguiría superar los más de 2.300 puentes que la recorren y que pueden disfrutarse desde Barceló Hotels & Resorts en Hamburgo. Su puerto, fundado en el año 1189, es el segundo más concurrido de Europa y un escaparate único de productos, gentes y modos de vida capaces de sorprender hasta al viajero más veterano.

La herencia arquitectónica de Hamburgo impresiona a simple vista desde la torre de 112 m de la iglesia neogótica de San Miguel a las Krameramtswohnungen o casas tradicionales de los comerciantes del siglo XVII, pasando por calles como La Reeperbahn, donde la animación nocturna bulle como lo hiciera en 1960 para acoger el inicio de la carrera internacional de los Beatles.

Hamburgo es una capital moderna e inquieta con 40 teatros, 60 museos y 100 salas de música que la sitúan como la tercera metrópoli musical a nivel mundial, junto a Nueva York y Londres. También es uno de los pocos lugares de Alemania donde en la carta reinan los pescados y mariscos—que pueden degustarse en el restaurante de Barceló Hotels & Resorts en Hamburgo y en el mercado de la ciudad—, y uno de los centros financieros más potentes del país.

Quienes disfrutan de las visitas al aire libre tienen aquí un lugar idóneo para pasear por puentes y canales. Del mismo encanto goza el recorrido en barco por el puerto, siguiendo la estela que hace siglos conducía a los viajeros hacia el Nuevo Mundo. Un destino – y unos hoteles - a la medida de quienes buscan disfrutar de la esencia del viaje.

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