Descubre los secretos del temazcal mexicano

La palabra temazcalli proviene del náhuatl que significa: tema, “vapor”, y calli, “casa”, por lo que  puede traducirse como “casa de baño de vapor”.

Aunque hoy su uso más común se haga con fines terapéutico/estéticos, en sus orígenes la función del temazcal era higiénica, religiosa y terapéutica, y tenía además un alto contenido ritual. De hecho, la mayoría de los restos de temazcales se han encontrado dentro de centros ceremoniales de yacimientos arqueológicos, en varios puntos de México y Guatemala, como Palenque, Chichén Itzá, Piedras Negras, Agua Tibia o Teotihuacan; y ubicados cerca de los “juegos de pelota”, por lo que se supone que estos baños de vapor podrían estar relacionado con ellos.

La práctica de temazcal, que tiene ciertas similitudes con los baños finlandeses, ha llegado hasta nosotros gracias a la tradición oral de las comunidades indígenas. Su fin último es la purificación del cuerpo y de la mente. Esto se consigue provocando el sudor del cuerpo por medio de los vapores medicinales, que tienen una doble función, por un lado la propia transpiración; y por otro, la inhalación de vapor. La persona responsable de dirigir la ceremonia (conocida como temazcalero, curandero o sudador) utiliza un ramo de hojas frescas para conducir y direccionar el vapor, a la vez que va orientando el curso del ritual con cantos, visualizaciones, meditaciones, dinámicas del grupo...

La ceremonia del temazcal se celebra en diferentes tipos de edificios, pero normalmente suelen ser construcciones exteriores parecidas a un iglú con techos bajos y oscuros, construidos en piedra, ladrillo o adobe. El vapor se produce por el contacto de las infusiones de hierbas medicinales con las piedras porosas al rojo vivo (originalmente también se hacía con pequeños trozos de cerámica). Dependiendo del efecto que se busque, se harán las diferentes mezclas de plantas.

Hay distintos tipologías de temazcal que varían, no solo por su ubicación geográfica, sino también cómo y quién lo realice, los asistentes y los objetivos que se persiguen.  No te lo pierdas, si visitas la Riviera Maya, alójate en el hotel Occidental at Xcaret Destination y consulta con su concierge dónde experimentar un verdadero temazcal. Algunos terminan con baño en un cenote.

1- Social: se practica en grupo, centrándose en los aspectos medicinales del vapor, buscando la relajación y la purificación del cuerpo y de la mente.

2-Ceremonial: va un paso más allá, englobando además de los aspectos físicos y mentales, también los culturales. Se adentra en sus raíces simbólicas, mediante la celebración de un ritual, en el que se realiza una danza hacia los cuatro puntos cardinales.

3-Curativo: en este tipo de temazcal, más privado, solo participan el curandero y el paciente, ya que lo que se pretende es sanar una enfermedad o dolencia concreta. Por lo tanto, la composición de las aguas medicinales, la temperatura del vapor o las técnicas serán diferentes en cada caso.

4-Guerrero: en este caso lo que se intenta fortalecer es la mente y el espíritu. Es el más duro y pone a prueba la resistencia física y mental y el autocontrol, ya que las temperaturas son muy altas.

Como ya hemos dicho, la primera función del temazcal es la de purificar el cuerpo. El riñón depura en una sesión lo que normalmente tarda días enteros y el cuerpo elimina alrededor de un litro de sudor, lo que equivale, aproximadamente, a un kilo de toxinas (ácido úrico, urea, cloruro de sodio…); también contribuye a la eliminación de metales pesados y a equilibrar el PH ácido-alcalino de la sangre. Además estimula el sistema linfático; tonifica, limpia la piel y depura las vías respiratorias, siendo muy recomendable para tratar los problemas óseos y musculares.

Una sesión de temazcal produce una relajación absoluta, e invita también a la meditación y la introspección.

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