Las mejores playas de Faro: rumbo al paraíso
Explorar el sur de Portugal es adentrarse en un litoral que combina la fuerza del Atlántico con la calma de sus paisajes más íntimos. Descubre ahora sus mejores playas y ve reservando tu próxima escapada al Algarve
Faro, la capital del Algarve, es uno de los secretos mejor guardados de Portugal. Aunque se ha visto eclipsada por destinos turísticos más populares, como Lagos o Albufeira, Faro ofrece una interesante combinación de historia, autenticidad y, sobre todo, playas de una belleza auténtica y salvaje.
Situada al sur de Portugal, la ciudad de Faro es conocida por su aeropuerto internacional, lo que la convierte en la entrada más habitual a la región del Algarve y un perfecto punto de partida para visitar la zona. Su casco antiguo amurallado, la catedral del siglo XIII y la inquietante capilla de los huesos son solo algunas de las cosas por las que vale la pena visitar la ciudad.
Puente Quinta do Lago en el Parque Natural da Ria Formosa
Aunque no se considere un destino de playa como tal, porque no se puede acceder a ella caminando desde el centro, la fama que se ha ganado Faro en Portugal es por sus playas infinitas y poco masificadas, y que en gran medida son parte del Parque Natural Ria Formosa.
Así que, si quieres conocer las mejores playas de Faro, sigue leyendo: aquí te explicamos cómo llegar a ellas, qué esperar de cada una y por qué merecen una visita si planificas un itinerario costero al sur de Portugal.
Parque Natural da Ria Formosa
Antes de entrar de lleno en hablarte de las playas de esta zona, vamos a darte un poco de contexto. Las playas más bonitas de Faro se ubican en el Parque Natural da Ria Formosa, constituido por una red de marismas, canales, islotes y bancos de arena. Este humedal costero actúa como una barrera natural entre Faro y el océano Atlántico, por eso el centro de la ciudad no da directamente al mar.
Para llegar desde el centro de Faro hasta la playa más próxima, la Playa de Faro, puedes tomar un autobús urbano, conducir unos 15 minutos en coche o incluso ir en bicicleta, ya que la carretera que cruza el puente sobre la Ria Formosa ofrece un recorrido agradable. Si tu destino son las islas del parque —como Ilha Deserta, Ilha da Culatra o Ilha do Farol— deberás dirigirte al puerto y tomar un ferry o un taxi acuático, con salidas regulares a lo largo del día.
Este difícil acceso también tiene sus ventajas; de hecho, ha permitido que muchas de sus playas conserven su carácter intacto, alejado del turismo masivo.
Acantilados sobre el mar en el Parque Natural da Ria Formosa
Playa de Faro: la más accesible
Praia de Faro es la más popular, ya que es la única playa a la que se puede llegar en coche desde el centro de la ciudad, por lo que es perfecta si buscas comodidad y fácil acceso. Situada en una estrecha isla barrera, está conectada por un puente sobre la Ria Formosa y ofrece varios kilómetros de arena dorada, con espacio más que suficiente para encontrar tranquilidad incluso en pleno agosto.
La Playa de Faro está equipada con bares, restaurantes, socorristas y zonas para practicar deportes acuáticos. Pero, si se camina unos cientos de metros hacia los extremos (especialmente en dirección oeste), el ambiente cambia: la playa se vuelve casi salvaje, rodeada de dunas y con muy poca gente.
Aunque es la más concurrida de todas, sigue siendo un magnífico ejemplo de por qué en Faro las playas son tan valoradas: arena fina, aguas limpias y ese equilibrio difícil entre servicios y naturaleza.
La playa de Faro: un arenal accesible y cómodo cerca de la ciudad
Ilha Deserta o Praia da Barreta: una escapada más salvaje
Para quienes buscan desconexión total, la Ilha Deserta (Isla Desierta) es una visita obligada. Solo es accesible en barco desde el puerto de Faro (de junio a septiembre hay ferrys regulares). El viaje dura 20 minutos.
Se trata de una isla deshabitada que es la quintaesencia de tranquilidad. Tiene una única construcción, el restaurante O Estaminé, y está rodeada por kilómetros de playa virgen. Aquí no hay sombrillas ni hamacas, solo dunas, gaviotas y el sonido del mar. Esta playa es perfecta para caminar, nadar o desconectar totalmente y, también, es una buena opción para practicar nudismo en algunas zonas. En resumen, representa a la perfección el carácter más salvaje de las mejores playas de Faro.
Ilha Deserta: el paraíso está más cerca de lo que piensas
Ilha da Culatra: vida pesquera y playas infinitas
Otra de las islas barrera cerca de Faro es la Ilha da Culatra, accesible siempre en ferry. A diferencia de la Ilha Deserta, Culatra sí está habitada, con un pequeño pueblo pesquero que mantiene una vida local auténtica, sin coches y con un ritmo pausado (no tiene ni carreteras pavimentadas, para que te hagas una idea).
Desde el muelle principal, un paseo de unos 20 minutos te lleva a la playa: amplia, con oleaje moderado y muy limpia. Culatra también tiene zonas donde se puede practicar snorkel o simplemente admirar la gran biodiversidad de la Ria Formosa.
Es muy recomendable quedarse a comer en alguno de sus pequeños restaurantes familiares, y probar el pescado fresco de la zona. Aquí descubrirás cómo la experiencia de la playa se puede complementar con la posibilidad de entrar en contacto directo con la vida tradicional del sur de Portugal. Una oportunidad no siempre fácil en algunos núcleos turísticos y que encantará a los amantes del turismo local y auténtico.
Pueblo marinero sobre la playa de Ilha da Culatra
Ilha do Farol: faro, ambiente relajado y puestas de sol
La Ilha do Farol técnicamente es parte de la misma isla que Culatra, pero tiene su propio ambiente y estilo. Recibe su nombre por el enorme faro que se alza en el centro de la isla, visible desde varios puntos de la costa. También aquí tienes que llegar por barco desde Faro, pero el esfuerzo vale la pena: descubrirás una de las playas más fotogénicas de la zona.
Farol combina tranquilidad con un ambiente algo más animado que Culatra, sobre todo en verano, con varios bares, restaurantes y tiendas. Su playa, amplia y cuidada, es ideal tanto para familias como para viajeros solitarios. El atardecer aquí es uno de los más bellos del Algarve, así que no te lo pierdas. La mejor opción si en tus días de playas buscas el equilibrio perfecto entre servicios y calma.
La playa dorada de Ilha do Farol
Como has podido ver, Faro ofrece un turismo de naturaleza más auténtico, en estrecha conexión con el entorno. Aquí, la experiencia playera puede ser tan íntima como salvaje, una forma de conocer a fondo el territorio y vivir unas vacaciones más respetuosas con el medioambiente.
Para quienes quieran alejarse de las rutas más concurridas, las playas de Faro son una invitación a redescubrir el Algarve con una mirada más pausada, atenta y consciente. Así que, si buscas unos días de sol y mar diferentes, ten en cuenta estos consejos y empieza a preparar las maletas. ¡Boa viaje!