Frente a la costa de Marruecos, la isla de Tenerife disfruta de un maravilloso clima, una gastronomía propia y paisajes llenos de naturaleza. Llevando su famoso Carnaval como emblema, la mayor isla de las Canarias se ha convertido en el destino favorito de viajeros que acuden a los Barceló Hotels & Resorts en Tenerife en busca del eterno verano y una experiencia poco convencional.

Cada zona de Tenerife regala contrastes; desde las piscinas naturales del norte, como las de Garachico, originadas por erupciones volcánicas; o la extensión natural del Parque Nacional del Teide. Este monumento geológico de entre los más impresionantes del mundo, está formado por coladas de lava y conos volcánicos, con el imponente pico del Teide como protagonista. 

En la costa se reparten playas y calas para todos los gustos. Las Teresitas, situada a escasos kilómetros de Santa Cruz de Tenerife, es de fina arena dorada; mientras en el sur, las playas son de arena volcánica y se encuentran rodeadas de opciones para la diversión y el buen comer. Es el caso del Acantilado de los Gigantes, donde las maravillosas vistas de la pared rocosa penetran en el mar ofreciendo un escenario único que puede disfrutarse desde Barceló Hotels & Resorts en Tenerife y sus planes 100% locales para conocer la esencia isleña. 

Tampoco faltan los parques temáticos para aquellos que demandan emociones fuertes. En el Puerto de la Cruz, el Loro Parque atrae a visitantes de todo el mundo al igual que el Siam Park, el parque acuático con atracciones cargadas de adrenalina.

Tenerife cuenta con una gastronomía propia heredada de los guanches, primeros pobladores de las Islas Canarias. Papas arrugadas, gofio, quesos, pescados y el sabroso postre bienmesabe llenan los platos de ricos sabores. Para probar los platos más caseros hay que dirigirse a alguno de los guachinches que se reparten por la isla. 

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