El Día del Mariachi (21 de enero): viaje al son de México

El mariachi es mucho más que un grupo de músicos vestidos de charro. Se trata de una tradición que combina instrumentos como violines, guitarras, trompetas y guitarrón, con voces potentes y letras cargadas de sentimiento. Sus canciones hablan de amor, de tierra, de desamor, de historia y de vida cotidiana. Tanto es así, que en 2011 la UNESCO declaró al mariachi como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, reconociendo su papel fundamental como transmisor de la identidad mexicana.

Viajar a México y escuchar un mariachi en vivo es una de esas experiencias que definen un viaje. Basta con acercarse a la Plaza de Garibaldi, en Ciudad de México, para ver cómo distintos grupos de músicos esperan a ser contratados para tocar una serenata o animar una celebración. Y si bien el mariachi se ha expandido por todo el país -e incluso por el mundo-, es en su tierra natal, Jalisco, donde el viajero puede sentirlo con mayor intensidad.

El Día del Mariachi se celebra cada 21 de enero y tiene un fuerte valor simbólico. Es la fecha en la que se rinde homenaje a esta música, a sus intérpretes y al papel que desempeña dentro de la cultura mexicana. Para los mexicanos, este día es una manera de reforzar la importancia de sus raíces y recordar que el mariachi no es un simple espectáculo folclórico para turistas, sino un arte vivo que forma parte de la identidad nacional.

El viajero que coincide con esta celebración descubrirá cómo las ciudades mexicanas se llenan de conciertos, desfiles y actividades culturales. Guadalajara, considerada la capital del mariachi, organiza festivales con agrupaciones de distintos puntos del país. En Ciudad de México, la Plaza Garibaldi se convierte en el epicentro de la música y la fiesta. Y en otros destinos turísticos, como Puerto Vallarta o incluso Cancún, se organizan espectáculos para que el visitante pueda unirse a la celebración.

Vivir el Día del Mariachi en México es sumergirse en una fiesta cultural de primer nivel. El viajero puede hacerlo de muchas formas. Una de ellas es asistiendo a conciertos en vivo, que suelen ser gratuitos y se organizan en plazas o teatros al aire libre. Otra, más íntima, es contratar a un mariachi para interpretar canciones durante una cena o un evento privado, algo que, aunque a muchos nos pueda parecer extraño, es lo más común y típico en México.

Quienes busquen una experiencia más completa pueden visitar Jalisco, donde además de escuchar mariachis, es posible recorrer haciendas tequileras y combinar la música con la tradición del tequila, otro de los grandes símbolos del país. Y si el viaje lleva a Ciudad de México, la Plaza Garibaldi es visita obligada, especialmente en estas fechas. Aquí, entre restaurantes, bares y mariachis que tocan a todas horas, se respira la esencia de la celebración.

Incluso en destinos costeros como Acapulco o Aruba, donde el mariachi se ha convertido en parte de las veladas de hoteles y restaurantes, el viajero puede sentir esta música como parte de la atmósfera festiva. El Día del Mariachi se convierte así en una oportunidad no solo de conocer México, sino también de entenderlo a través de sus sonidos.