En Budapest (Hungría) un monumento recuerda la barbarie del Holocausto judío durante la II Guerra Mundial: los Zapatos a la orilla del Danubio. Situado en la orilla de Pest, entre el Puente de las Cadenas y el Parlamento de Budapest, en un tramo del paseo Duna-Korzó, 60 pares de zapatos de hierro fundido rinden homenaje a las mujeres, hombres y niños -la mayoría judíos- que fueron arrojados descalzos a las aguas del río tras ser tiroteados. 

Quien se acerque al monumento a los zapatos en Budapest, observará que suelen haber flores, velas o piedras depositadas por los transeúntes y turistas. 

  1. Historia de los zapatos del Danubio
  2. De dónde provienen los zapatos

Historia de los zapatos del Danubio

Durante los últimos coletazos de la Segunda Guerra Mundial, el Partido de la Cruz Flechada -un partido político húngaro fascista, antisemita y con una ideología similar al nazismo- llegó al poder tras perpetrar un golpe de estado. 

Gobernó imponiendo el terror, asesinando a miles de personas y enviado a otras decenas de miles a campos de concentración. La mayoría de estas personas eran judías. 

Muchos de estos cruentos asesinatos se realizaron a orillas del Danubio. Allí, mientras esperaban su ejecución, se les ordenaba quitarse los zapatos. Posteriormente les fusilaban y lanzaban al río, que solía estar helado. 

De dónde provienen los zapatos

El director de cine Can Togay y el escultor Gyula Pauer -ambos húngaros- instalaron este monumento en abril de 2005. En tres puntos del memorial hay placas de hierro que rezan lo siguiente en inglés, húngaro y hebreo: «A la memoria de las víctimas fusiladas en el Danubio por milicianos de la Cruz Flechada en 1944-45”.

Los zapatos del Danubio fueron el objetivo elegido por los autores del memorial por el significado que cobraba el calzado cuando las víctimas fueron ejecutadas durante la Segunda Guerra Mundial. En aquella época, los zapatos gozaban de gran valor en tiempos de contienda; tanto es así, que los ejecutores de la masacre los recogían para su uso personal o para venderlos. 

Los sesenta pares de zapatos realizados de hierro colado y situados al borde del muelle, responden al diseño del calzado de mediados del siglo XX. Los zapatos esculpidos están sujetos al terraplén de piedra.