Con unos 25.000 habitantes, Adra es uno de esos municipios españoles que tiene muchísima historia a sus espaldas. Y no es para menos, porque fue fundado como colonia fenicia. Se encuentra a 53 kilómetros de la capital de la provincia de Almería y cuenta con numerosos atractivos turísticos, entre ellos cuatro playas con bandera azul en sus inmediaciones, además de la reserva natural de la Albufera de Adra, un humedal costero distribuido a su vez en la Albufera Honda y la Albufera Nueva. Se trata de una reserva que está constituida por una serie de albuferas en el delta del río Adra. La zona montañosa del municipio, que también la tiene, corresponde al macizo de la sierra de la Contraviesa, que recibe el nombre de la Sierra del Calar. Adra está integrada en la comarca Poniente Almeriense y está muy bien conectada, ya que su término municipal está atravesado por la autovía A-7, la carretera nacional N-340 y la carretera autonómica A-347. 

  1. La historia de Adra viene de muy lejos
  2. Qué podrás ver en Adra
  3. Mejores playas en el entorno de Adra
  4. Fiestas de Adra y propuestas de ocio
  5. Dónde comer

La historia de Adra viene de muy lejos

Adra tiene una historia muy larga, tanto que cuenta con testimonios del Neolítico. Lo que sí está claro es que se fundó como colonia fenicia, y eso lo certifica el mismísimo geógrafo e historiador griego Estrabón. También se sabe que fue un importante puerto comercial durante los siglos VIII y VII a.C., pero que entró en decadencia hacia el siglo VI a.C. A finales del siglo II a.C. pasó a ser controlada por el Imperio romano, de cuya época quedan restos arqueológicos, especialmente lápidas y estelas que hoy están repartidas en distintos museos y colecciones privadas.

Adra también fue una de las primeras regiones ocupadas por los árabes, que introdujeron mejoras en los usos agrícolas y sistemas de regadío. Existe una carta que corrobora que Boabdil, el último rey nazarí, partió hacia Fez desde el puerto de Adra en 1494.

En el siglo XIX, Adra ya es una ciudad industrializada, donde se edifica la fundición Casa Grande. Es en esta época cuando queda encuadrada en la provincia de Granada, aunque años más tarde, en 1833, se adscribe a la de Almería. Tras sufrir la plaga de la filoxera, que arrasó con los viñedos, los agricultores se dedicaron al cultivo del azúcar. La fábrica más importante de azúcar, Castel e Hijos, se levantó en el litoral costero en 1870 y en 1910 se instala el ingenio de la sociedad Cooperativa Azucarera de Adra, impulsada por los propios productores. De 1930 data la primera fase del puerto de Adra, porque la pesca siempre fue abundante en esta localidad y su industria conservera alcanzó un gran prestigio. 

Adra sufrió en 1993 un importante terremoto que afectó a buena parte de la población, porque se encuentra en el sector sísmico más activo, probablemente, de la península Ibérica. Hoy la economía de Adra tiene en la agricultura su principal generador de riqueza y empleo. De hecho, más de 1.300 hectáreas están dedicadas al cultivo bajo invernadero. 

Qué podrás ver en Adra

¿Qué ver en Adra? Esta bonita localidad tiene mucho que ofrecer al viajero. Además de sus playas y de la Reserva Natural de la Albufera de Adra, cuenta con numerosas cuevas, entre las que destacan la de la Guribalila y la de la Curva. Es, seguramente, el municipio con más cuevas y simas inventariadas, junto con Sorbas, Almería y Enix. Y los amantes del senderismo tienen a su disposición unas bonitas rutas desde la rambla de Bolaños al Calar de Periano, en la sierra del Calar. También se puede seguir el camino que va desde la rambla de Guainos hasta la ermita de San Isidro Labrador en El Corral, o el que conduce hasta Balanegra desde Adra.

Por supuesto, y debido a su larga historia, tiene un valioso patrimonio monumental. La iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción (siglos XVI-XIX), la iglesia de Nuestra Señora de las Angustias (siglo XVI), la ermita de San Sebastián (siglos XVII-XVIII) y las Ánimas Benditas de Nicolás son los tres ejemplos más destacados de la arquitectura religiosa. En la arquitectura civil, sobresalen el edificio del Ayuntamiento de Adra, el yacimiento del cerro de Montecristo, donde se asentaba la Abdera fenicia (siglo VIII a.C.); la Torre Vigía de Guainos (siglos XIII-XIV), el recinto amurallado que mandó construir Juana I de Castilla (siglo XVI) y el Torreón de la Vela, la plaza Vieja (siglos XVI-XVII), el Molino del Lugar (siglo XIX) con su Museo Etnográfico, la Torre de los Perdigones y los restos de la antigua Fábrica de San Andrés (siglos XIX-XX), los refugios antiaéreos de la Guerra Civil (siglo XX), el Museo del Mar, el Museo municipal de Adra, la Lonja del Puerto de Adra, el Faro de Adra y las instalaciones industriales de Azucarera de Adra.

Diseminadas por todo el casco urbano, las esculturas salen al encuentro del paseante que recorre las calles de Adra: Estatua del Pescador, del Agricultor, del Caballo, de la Sirena, de Juan el Romano, la Fuente del Mar, la Fuente de la Agricultura o el Puente de la Sierra Baja, entre otras.

Mejores playas en el entorno de Adra

Entre los grandes atractivos que tiene Adra, se encuentran las playas. La localidad cuenta con más de 13 kilómetros de playas y cuatro de ellas tienen el distintivo de Bandera Azul y la Q de calidad turística: la playa del Carboncillo, la del Censo, la de San Nicolás y la de la Sirena Loca.

La playa del Carboncillo o de Poniente tiene una longitud de unos 1.100 metros y una anchura de 70 metros de media. Su arena es gruesa y cuenta con todo tipo de servicios: aseos, duchas, papeleras, atención a personas con movilidad reducida, vigilancia, aparcamiento y área infantil.

La playa del Censo mide unos 500 metros y tiene una anchura de 50 metros. De arena oscura y grava, es una playa semiurbana con un grado de ocupación medio y está bien equipada de infraestructuras: vigilancia, papeleras, aparcamiento, etc.

La playa de San Nicolás tiene una extensión de 600 metros y un ancho de 35 metros. De arena oscura y grava, es una playa urbana con un alto grado de ocupación. Está muy bien equipada.

La playa de la Sirena Loca tiene una extensión de 1.000 metros de largo y una anchura media de 50 metros. De arena oscura y grava, es una playa urbana con un alto grado de ocupación.

Por su parte, la playa semiurbana de la Caracola tiene una longitud de 350 metros y una anchura de unos 12 metros. Y la playa de Guainos tiene una extensión de 1.420 metros y un ancho medio de 15 metros. Es un arenal semiurbano con un grado de ocupación bajo, con aguas cristalinas y un oleaje moderado. Y la playa de la Alcazaba tiene 500 metros y una anchura media de 15 metros. Se trata de un arenal semiurbano con un grado bajo de ocupación pero carece de servicios e infraestructuras.

Fiestas de Adra y propuestas de ocio

Las fiestas patronales de Adra tienen lugar del 6 al 10 de septiembre y se dedican a la Virgen del Mar y a San Nicolás de Tolentino. También se celebra, cada 20 de enero, el día de San Sebastián en el barrio de la Ermita. Y del 25 de abril al 3 de mayo, tienen lugar las fiestas de San Marcos, cuya imagen se saca de romería y se le hace una ofrenda de frutas y hortalizas por las buenas cosechas. Estas fiestas, en las que se reparten rosquillas bendecidas, están consideradas fiestas de interés turístico andaluz. También merece la pena destacar las Cruces de Mayo, que tienen lugar cada 3 de mayo; la Noche de San Juan, con hogueras y moragas en las playas, y la fiesta de la Virgen del Carmen, cada 16 de julio, con un desfile procesional marítimo y el tradicional castillo de fuegos artificiales. Y, para terminar, la Semana Santa de Adra tiene un carácter singular por el notable patrimonio de las hermandades y cofradías. Sobresale la talla barroca del Cristo de la Expiración, obra de Alonso de Mena. 

Dónde comer

Adra y las poblaciones de su entorno cuentan con una rica gastronomía elaborada con buenos productos del mar y del campo. Hay numerosos restaurantes, bares y tabernas donde probar la cocina tradicional: las migas de harina, el pulpo seco, la olla fresca, las gachas, los fideos aparte, el atascaburras o su delicioso gazpacho. Recomendamos los restaurantes Los Finos, la Taberna La Granja, el Mesón Bonillo, el Restaurante Garum, el Restaurante Casa Oli, el Bar Emilio y el Bar Restaurante Coines.