Visitar este castillo es como recorrer el alma gallega y su historia. En este montículo en mitad del valle y a solo 25 kilómetros de la frontera con Portugal ha habido asentamientos desde antes de la llegada de los romanos. Pero fue la construcción de la fortaleza lo que lo convirtió en un lugar de paso para el Camino de Santiago, de lucha entre la nobleza y los reyes por su control y hasta de desarrollo cultural puesto que aquí se instaló la primera imprenta de la región. Hoy alberga un parador.
- Historia del gran castillo gallego
- Información para la visita: cómo puedes recorrer estos históricos pasillos
- Qué podrás ver en tu vista: un palacio, la triple muralla y las torres
- Qué más visitar en la zona: pueblos, naturaleza y vino
Historia del gran castillo gallego
Entre lo que son ahora los municipios de Monterrei y Verín, un amplio valle se abre hacia la Raia Seca, la frontera con Portugal a unos 25 kilómetros. Es en mitad de este paraje donde aparece un pequeño montículo de 520 metros que, por su situación estratégica, ha sido un lugar habitado desde la época prerromana, cuando se asentó el famoso Castro de Baroncelli.
Fue en el siglo X cuando se construyó un castillo que perteneció al Monasterio de Celanova pero que pasó de mano en mano entre las familias nobles de mayor abolengo en Galicia como los Ulloa, los Zúñiga, los Viedma, los Fonseca, los Acevedo y hasta los Duques de Alba.
También los reyes trataron de hacerse con su control, como Doña Urraca, que estuvo entre estos muros en 1145. Fue en el siglo XV cuando Juan I de Castilla creó el título de Vizconde de Monterrei para Diego López de Zúñiga y los Reyes Católicos los que lo transformaron en Conde de Monterrei para Sancho Sánchez de Ulloa y Monterroso.
Esta fortaleza sufrió los avatares del conflicto con Portugal, la Guerra de Secesión y hasta la Guerra de la Independencia en la que fue tomado por el Mariscal Soult.
En 1510 volvió de nuevo a manos de la realeza, quien la vendió posteriormente. En los siglos XVII y XVIII el castillo sufrió reformas en sus defensas debido a los mencionados conflictos.
Uno de los mayores hitos culturales de Galicia también tuvo lugar entre estos muros y fue la impresión del primer libro en la región, el Misal Auriense, que vio la luz en 1494.

Información para la visita: cómo puedes recorrer estos históricos pasillos
El castillo es ahora mismo un parador donde alojarse sin problema. También se puede tomar algo o comer entre murallas llenas de historia, pero si lo que queremos es recorrer todos sus pasillos, salas y lugares más icónicos, está abierto al público de miércoles a domingo.
El horario varía en función de los meses del año pero, por ejemplo, de noviembre a marzo, se puede visitar desde las 10.30 de la mañana hasta las 18.30 de la tarde. Cuando los días se hacen más largos, de abril a octubre, el tiempo para recorrer este lugar se amplía de 11.00 a 14.30 y de 15.30 a 20.00 horas.
Además, se organizan visitas guiadas gratuitas que, simplemente, hay que reservar con anterioridad en la oficina de Turismo de Monterrei.
En este caso, el horario de los tours guiados son de miércoles a domingo a las 11.00 y de viernes a domingo a las 16.00, en invierno, y a las 19.00 horas, en verano.
Qué podrás ver en tu vista: un palacio, la triple muralla y las torres
El castillo de unos 22 metros de altura está considerado una de las fortalezas más importantes de Galicia ya que cuenta con una triple defensa: muralla, contramuralla y murallón que van marcando distintas estancias del complejo.
Entre sus piedras podemos visitar el Palacio o Pazo de los Condes, de estilo renacentista, que aún conserva una increíble colección de arte y mobiliario histórico.
También sigue en pie la Iglesia de Santa María Gracia, de los siglos XIII y XIV, y uno de los mejores ejemplos de gótico de la región.

Ya en el segundo recinto se encuentra el Hospital de Peregrinos, que recuerda el importante papel del castillo en la ruta del Camino de Santiago. Construido en el siglo XV, destaca por su preciosa portada.
Pero si algo resalta en esta enorme estructura de piedra son sus dos torres, la de las Damas y la del Homenaje o de Don Sancho. Esta última emerge como uno de los mayores símbolos de poder de la fortaleza, pero también esconde una de las vistas panorámicas más impresionantes de la zona.
El recinto donde se ubica ahora el Parador Nacional de Verín era parte del antiguo Convento de San Francisco y el Colegio de la Compañía de Jesús, precisamente, donde se instaló la primera imprenta que llegó hasta Galicia.
Qué más visitar en la zona: pueblos, naturaleza y vino
Junto al Castillo de Monterrei hay otras fortalezas que también pueden visitarse, como la Forta da Atalaia, muy cerca del Alto de San Salvador, que es un camino natural muy bonito.
Antes podemos recorrer Verín, un pueblo con un centro histórico muy rico en el que no podemos dejar pasar la Casa do Escudo o su famosa Capilla de San Lázaro, de una gran belleza.
Si queremos llenarnos de verde podemos visitar el Parque Natural de O Invernadoiro, o recorrer algunas de las sendas que recuerdan las dos de las rutas históricas más importantes de España que cruzan este lugar: el Camino de Santiago y la Vía de la Plata.
Portugal sólo está a 25 kilómetros de Verín por lo que resulta buena idea cruzar la frontera y, si no, visitar algunas de las bodegas que forman la Denominación de Origen de Monterrei, la más pequeña de toda España, y probar algunas de sus auténticas joyas.
