Escuchar el nombre de Fuengirola es evocar el mar, la playa, los chiringuitos, las discotecas y la arena. Sin embargo, esta bonita localidad de la Costa del Sol, que ha sabido adelantarse a los nuevos tiempos, también conserva un agradable centro histórico con toda la esencia y la identidad de los pueblos blancos de Andalucía.
Para situarnos en la zona más antigua de Fuengirola, basta acercarse hasta la Plaza de la Constitución, en las inmediaciones de la Iglesia del Rosario. Llegaremos al corazón de esta localidad que vive asomada al Mediterráneo, como si fuese un delicioso balcón desde el que se puede disfrutar la vida cotidiana de las personas que la habitan.
En Fuengirola, el centro histórico es una red de construcciones típicas y rincones tradicionales que se funden con otras infraestructuras más modernas que aportan un contraste significativo en este turístico municipio tan próximo, por cierto, a la capital malagueña.
- Fuengirola, una historia que comienza con los fenicios
- Qué podrás ver en el centro de la ciudad de Fuengirola
- Dónde comer en Fuengirola
- Dónde ir de compras en Fuengirola
Fuengirola, una historia que comienza con los fenicios
La historia de Fuengirola se remonta a tiempos de los fenicios y los romanos, que se asentaron en las colinas que bordean el actual castillo árabe de Sohail. El asentamiento romano tuvo el nombre de Suel y ya fue citado por Plinio y Ptolomeo. Además, se han encontrado restos arqueológicos que confirman este poblamiento en el litoral de Fuengirola, como las ‘Termas’ de Torreblanca y la ‘Villa’ romana de la Finca del Secretario.
La ciudad de Suel dejó de mencionarse en la Edad Media. Se dice que la villa feu destruida entonces por un maremoto y que sus vecinos emigraron a Mijas a causa de los bandidos que llegaban por vía marítima. Más adelante, Suel se transformó en Suhayl y sus habitantes se dedicaban a la pesca y al pastoreo de los camellos reales. Posteriormente, la ciudad se denominó Font-jirola por una fuente que brotaba junto al castillo, pero en realidad el único lugar habitado en ese momento era el castillo, que contaba con un destacamento militar.

Ya en el siglo XVII, surge un nuevo núcleo de población en torno a una venta que daba hospedaje a transeúntes y arrieros. Con el tiempo, los vecinos de la ‘Venta’ de Fuengirola pidieron en 1822 a la Diputación que se creara un ayuntamiento constitucional porque llegó a superar los 1.000 habitantes, pero la solicitud fue rechazada. Hasta que en 1841 Fuengirola pudo emanciparse del municipio de Mijas.
Ya en el siglo XX, y superada la crisis de la filoxera, la localidad miró hacia la caña de azúcar, el cáñamo y el turismo. En los años 50 se comenzaron a construir los primeros hoteles y se acometía la red de alcantarillado y el asfaltado de las calles. Desde entonces, su actividad se centró en el turismo, por lo que su propósito fue el de ser una ciudad confortable y hospitalaria, tanto para los nacionales como para los que llegaran de otros países.
Qué podrás ver en el centro de la ciudad de Fuengirola
El casco antiguo Fuengirola conserva, a pesar del crecimiento de esta localidad turística, su autenticidad de pueblo andaluz, con calles estrechas y empedradas, plazas con mucho encanto y edificios históricos, algunos de los cuales evocan su pasado árabe. Aquí se recomienda practicar el arte del tapeo en los bares tradicionales, comprar en comercios locales y participar de las actividades culturales y fiestas que se celebran a lo largo del año.
¿Qué ver en el centro de la ciudad de Fuengirola? No te olvides de visitar la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, un edificio de estilo neoclásico construido en el siglo XVIII. Fíjate en su fachada blanca y en su elegante campanario. En el interior, hay retablos y obras de arte religioso de gran valor.

Otro edificio del casco antiguo Fuengirola que ver es la Finca del Secretario, un espacio que fue una antigua residencia señorial que data del siglo XIX. Es un ejemplo de la arquitectura burguesa de la época. Hoy alberga el Museo de la Ciudad, donde se pueden ver muestras sobre la historia y la cultura de Fuengirola.
Ya en el Paseo Marítimo, se puede visitar el Monumento a la Peseta, una escultura que representa la antigua moneda española y desde donde podrás disfrutar de unas bonitas vistas al mar.
Dónde comer en Fuengirola
En Fuengirola, no podía ser menos, abundan los restaurantes y chiringuitos de toda la vida. La oferta es inmensa y todos los paladares tienen aquí establecimientos para satisfacer sus necesidades. Conviene acudir a alguno de los muchos chiringuitos que hay diseminados por la playa y disfrutar de un espeto clásico de sardinas o una buena ración de boquerones fritos. También existen marisquerías con los mejores productos del mar y hasta un restaurante con estrella Michelin y dos Soles Repsol: Sollo.
¿Dónde comer en el centro de Fuengirola? Hay muchas posibilidades y el viajero debe atender a su paladar y a su presupuesto antes de decantarse por un restaurante determinado. Si se quiere una excelente propuesta gastronómica, es el momento de dejarse sorprender en el restaurante Sollo, donde apuestan por los pescados de río y los vegetales de producción propia. Una de sus singularidades es que están trabajando en la recuperación del esturión andaluz.
Otros buenos restaurantes de Fuengirola son El Higuerón, un local familiar que, desde hace 30 años, hace guiños a la cocina asturiana; Los Marinos José, especializado en pescado y marisco; Mesón La Salina, un excelente asador; el Chiringuito Oasis, para probar las mejores delicias gastronómicas de Andalucía mirando al mar; Tánicos, donde se pueden disfrutar platos basados en la cocina de mercado y elaborados con productos de proximidad; Mesón de Andrés, un local con una carta muy variada; Charolais, cuya cocina mira de soslayo al País Vasco, o El Laberinto Bistró, donde la alta cocina se funde con el tapeo tradicional.
También hay una buena selección de restaurantes de cocina internacional: italianos, japoneses, hindúes, chinos, hawaianos, libaneses, marroquíes, etc. Una oferta para todos los gustos.
Dónde ir de compras en Fuengirola
Los viajeros que llegan a Fuengirola pueden disfrutar, y mucho, de las compras, porque su actividad comercial es muy intensa. Además, hay muchos establecimientos, algunos de primeras marcas, y los precios se ajustan a todos los bolsillos. Además, existen dos mercados municipales y el Centro Comercial Miramar. Cada semana, se celebran dos mercadillos: los martes en el recinto ferial y los domingos, en el Parque Doña Sofía, además de un rastro de antigüedades los sábados en el recinto ferial.
