El vino para Jerez es mucho más que una industria: Jerez huele a sus vinos y no es un convencionalismo ni una frase hecha. Al pasear por su casco histórico sorprende el aroma de esos caldos generosos que producen bodegas como la de Tío Pepe, que traspasa los gruesos muros tras los que se elaboran.

En ese contexto, hoy por hoy las bodegas Tío Pepe son uno de los principales reclamos turísticos de la ciudad de Jerez. Y no es para menos: porque no es una bodega al uso. Algunas de sus enormes naves, en las que el vino envejece en soleras a lo largo de muchos años, formaron parte del callejero de la ciudad hasta tiempos relativamente recientes.

De hecho, aquí está la que se considera como una de las calles más bonitas de España, el Callejón de los Ciegos, completamente cubierta por un emparrado y con un magnífico solado de piedra con formas geométricas. 

  1. Contexto histórico y situación
  2. Cómo llegar e información para la visita
  3. Qué podrás hacer en tu visita a las bodegas
  4. Otras bodegas en Jerez

Contexto histórico y situación

De todas las bodegas de Jerez, sin duda Tío Pepe es la mejor situada. En el epicentro monumental de la ciudad, sus más de 370.000 metros cuadrados se encuentran entre el conjunto monumental de la Alcazaba y el complejo de la Catedral. Además, están a escasos metros del Palacio del Virrey Laserna y del centro neurálgico de la localidad, la Plaza del Arenal, y su continuación, la peatonal calle Lancería.

Fue en este lugar donde adquirió su primera bodega el fundador de la empresa, Manuel María González Ángel, en 1835. Una adquisición a la que se sumó al poco tiempo la bodega La Constancia y que se fue ampliando a lo largo de decenios con la compra de los inmuebles vecinos, hasta conformar el enorme complejo actual.

El nombre de las bodegas viene del tío del fundador, José María Ángel y Vargas, al que su sobrino se refería como “mi tío Pepe”. Éste asesoró y apoyó a Manuel María en los primeros tiempos del negocio. Y, como forma de agradecimiento, homenaje y muestra de cariño, fue Tío Pepe el nombre que le dio a uno de los primeros vinos finos producidos en la bodega.

El negocio experimentó un gran crecimiento y notoriedad internacional con la asociación de González Ángel con el importador británico Robert Blake Byass, ya a mediados del siglo XIX. Nació así la sociedad González-Byass, propietaria de Tío Pepe  y de ocho bodegas más en diferentes lugares de España. Hoy, al frente de esta sociedad, está la quinta generación de la familia.

Cómo llegar e información para la visita

Como hemos dicho, las Bodegas Tío Pepe están en pleno centro de Jerez. Así que se puede llegar caminando, en muy pocos minutos, desde los principales puntos de interés urbano. Si se viene en coche desde otros lugares, hay un gran aparcamiento (de pago) junto a la propia bodega. 

La visita estándar dura en torno a dos horas e incluye la degustación de varios vinos y tapas, en función de la tarifa elegida. Suele haber tres visitas guiadas todos los días de la semana (excepto lunes), dos por la mañana y una por la tarde. Los precios van desde 24 a 48 euros por persona. 

Las visitas se realizan en castellano, inglés y alemán y, si te decides a ir por tu cuenta, conviene que reserves y pagues las entradas a través de la página web de la propia bodega: tiopepe.com. Sobre todo en temporada alta (verano y festivos). 

Qué podrás hacer en tu visita a las bodegas

El recorrido empieza en el centro de recepción de visitantes, donde a los grupos se les asigna un guía en la lengua elegida. Luego se sube a un trenecito que recorre los jardines históricos de Villa Victoria, con numerosas plantas exóticas. Desde este transporte se puede contemplar el único viñedo situado en el casco histórico de Jerez y conocido como San Manuel.

Ese es el nombre también de una de las primeras bodegas que se visitan dentro del complejo, donde se produce el brandy Lepanto. A partir de ahí se recorren las llamadas “catedrales del vino” en las que envejecen los diferentes variedades de vino de Jerez producidas por esta empresa: La Cuadrada, Los Apóstoles (con botas de más de 12.000 litros de capacidad), La Constancia y Los Reyes. 

En esta última hay numerosas botas firmadas y dedicadas con tiza por personajes célebres de las artes, la política y la ciencia de talla nacional e internacional.

Entre las bodegas La Constancia y Los Apóstoles es donde se encuentra el mencionado Callejón de los Ciegos que, sin duda, es el punto más fotografiado (y posteado) de todo el complejo.

La visita termina con la degustación de vinos, que se realiza en una de las bodegas en desuso. En este mismo espacio se pueden admirar también varias instalaciones artísticas inspiradas en el logotipo de la marca. 

Otras bodegas en Jerez

En la propia ciudad de Jerez y su término municipal hay otras muchas bodegas de visita igualmente recomendable. De hecho, hay más de 40 inscritas en el consejo regulador Jerez-Xérès-Sherry). 

Una de las más impresionantes y prestigiosas es Lustau, fundada en 1896. Siendo una bodega tradicional, sus responsables también apuestan por la innovación: no hay más que probar su apreciado vermut para darse cuenta de ello… De hecho, uno de los atractivos de esta bodega es su amplia variedad de vinos y de otras bebidas.

Por su parte, la visita a Bodegas Tradición es una inmersión en el mundo del arte: el de la producción de los vinos de Jerez y también el pictórico. Porque, una de las antiguas soleras se ha transformado en una pinacoteca para mostrar la valiosa colección de arte atesorada a lo largo de más de un siglo por la familia propietaria. Así, en esta Pinacoteca Rivero hay lienzos firmados por Velázquez, El Greco, Murillo, Goya, Valdés Leal y Carlos de Haes, entre otros. 

Algo diferente es la bodega Fundador, especializada en la producción de brandy, aunque también elabora vinos generosos. Es una de las más antiguas de la ciudad, pues su origen se remonta al año 1730. Su bodega La Mezquita está considerada como una de las mayores del planeta. Y muy interesante es la visita al nuevo museo, inaugurado en 2024.

Asimismo se puede mencionar las Bodegas Álvaro Domeq, cuyos orígenes están en 1850. Toman su nombre del rejoneador que la adquirió a finales del siglo XX. De ahí el vínculo entre esta producción y el mundo del caballo y taurino.  

Además de las citadas, ofrecen visita otras interesantes bodegas en Jerez. Entre ellas, Sandeman; Williams & Humbert, donde se elabora el célebre vino dulce Canasta); Faustino González, que elabora vinos de alta gama; y Luis Pérez, ésta situada fuera de la ciudad, en medio de un viñedo de palomino fino, uva base con que se elaboran los jereces.