La historia de la Porta da Vila, de Faro, es larga. Fue construida en 1812 por orden del obispo Francisco Gomes de Avelar, quien encargó su diseño al arquitecto italiano Francisco Xavier Fabri, después de los efectos devastadores del terremoto que asoló Portugal en 1755. De hecho, este monumento ocupó el espacio que antes tenía una puerta medieval conocida como Porta Nova y que formaba pare de las murallas árabes que rodeaban el casco antiguo de Faro.
También conocida como Arco da Vila, este monumento es un arco de triunfo aparentemente de estilo neoclásico que sobresale en su entorno. Además de ser un acceso al casco antiguo, es el testimonio fiel de la resistencia de Faro frente a los desastres naturales.
Situado junto a la plaza Largo de Sé, el Arco da Vila tiene una característica que lo hace singular, ya que si por el exterior descubrimos que su estilo es neoclásico, su interior es árabe. Entre ambas zonas, hay un pequeño patio con un estanque ornamental.
- Historia y relevancia del Arco da Vila
- ¿Qué tipo de arquitectura tiene la fachada de la Porta da Vila?
- ¿Se puede subir a la Porta da Vila?
- ¿Qué ver cerca del Arco da Vila?
Historia y relevancia del Arco da Vila
La iniciativa que tuvo el obispo de Faro de mandar construir el Arco da Vila no pudo ser más acertada, porque hoy se ha convertido en una de las grandes maravillas arquitectónicas que hay que disfrutar en una escapada turística a la ciudad de Faro, en el Algarve portugués. Su relevancia radica en su fusión de estilos arquitectónicos, pues a los elementos neoclásicos de la puerta se suman los restos de una puerta árabe anterior que formaba parte de la vieja muralla de la ciudad. Además, la fachada que da a la Rua de Santo Antonio tiene un balcón de estilo rococó que se sostiene con columnas dóricas.
Merece la pena fijarse en el minucioso trabajo de la piedra y también en los restos de la muralla medieval del interior que nos hablan del pasado islámico de la ciudad. Y es posible que también tengas la oportunidad de ver algún nido de cigüeñas en lo alto del arco o en las inmediaciones.
Este monumento sirve, por tanto, como puerta de entrada al pasado de Faro (Vila Adentro) y también es el punto de partida para admirar la ciudad más contemporánea. En cualquier caso, es parada obligatoria en una visita turística a Faro.
¿Qué tipo de arquitectura tiene la fachada de la Porta da Vila?
La Porta da Vila es un gran monumento arquitectónico que se ha integrado en la larguísima historia de la ciudad de Faro. Forma parte de ese gran viaje en el tiempo que tienen los espacios históricos. Aquí, el Arco da Vila se halla junto a los restos de la muralla árabe original, que data del siglo IX, cuando los árabes dominaban la península Ibérica.

Su fachada está adornada con pilastras y en la parte superior de la puerta se puede contemplar un frontón triangular con el escudo del obispo Francisco Gomes de Avelar e inscripciones que le rinden homenaje. El arco también tiene una estatua de Santo Tomás de Aquino, que fue declarado patrón de Faro precisamente por el obispo que mandó construir la puerta.
Al ser un monumento situado en la vía pública, no hay que pagar entrada por visitarlo. Además, esta puerta histórica invita al visitante, después de traspasarla, a recorrer estrechas calles adoquinadas y visitar encantadores cafés y comercios tradicionales.
¿Se puede subir a la Porta da Vila?
La Porta da Vila es muy impactante a ras de suelo, pero también lo es desde lo alto. Y esto lo puedes comprobar si estás dispuesto a subir la estrecha escalinata que existe en el interior del arco. Merece la pena el esfuerzo, porque, desde arriba, disfrutarás de una bonita vista panorámica del casco antiguo de Faro y de la laguna del parque natural Ria Formosa, que la verás salpicada de islas. Es el sitio ideal para conseguir tu mejor fotografía de esta histórica ciudad del Algarve portugués.
Desde este particular mirador, podrás contemplar también los espectaculares tejados de las viviendas de Faro, que se muestran al visitante como si fuese un inmenso mar teñido de terracota.
¿Qué ver cerca del Arco da Vila?
Son muchos los atractivos que ofrece el casco histórico de Faro al viajero que se acerque a admirar el Arco da Vila. Desde luego, hay que visitar la catedral de Faro (Sé de Faro), pasear entre los naranjos de la plaza Largo da Sé y entrar en el Museo Municipal de Faro. Por supuesto, siempre merece la pena disfrutar de un rato tranquilo en alguno de los cafés o restaurantes con encanto que se diseminan por el casco antiguo de Faro, donde podrás degustar algún plato de la cocina local del Algarve.
