Comer en Pontevedra, a menos de media hora por carretera desde Vigo, es siempre una opción ganadora. Por la abundancia de negocios de hostelería y también por la calidad de los productos de los que logran proveerse sus responsables, simplemente acercándose a los mercados locales. 

Así que si buscas dónde comer en Pontevedra lo vas a tener bastante fácil. Lo mejor, como siempre, es que busques el consejo de quienes saben. Es decir, la propia población pontevedresa. 

Además, aquí te ofrecemos algunos buenos consejos. Por una cuestión de espacio (y tiempo de lectura) no están todos los bares y restaurantes que deberían. Pero estamos convencidos de que los que hemos incluido colman las expectativas de cualquier amante del buen comer.

  1. Mejores restaurantes en Pontevedra
  2. Restaurantes de comida tradicional
  3. Mejores lugares de marisco
  4. Lugares para tapear

Mejores restaurantes en Pontevedra

Lo tienen fácil los buenos restaurantes de Pontevedra gracias al excepcional producto marino, ganadero y de huerta que llega a los proveedores locales. Eso, sin restarle mérito al puñado de cocineras y cocineros que en los últimos años han puesto a esta ciudad y a su provincia en el mapa de la alta cocina nacional.

Casa Solla (Av. Sineiro, 7, Poio)

Pepe Solla, chef y propietario de este restaurante, es hoy el indiscutible abanderado de la alta cocina en Galicia. Su restaurante más parece el salón de su propia casa, escenario ideal para seducir y transportar a los comensales a una evocadora experiencia a base de sabores, aromas, texturas y presentaciones tan originales como convincentes. Siempre a partir del mejor producto gallego (y no).

Trasmallo (Figueroa, 14)

A caballo entre la cocina gallega de siempre y los nuevos aires que la actualizan y dan esplendor, este es un restaurante muy marinero. Al fin y al cabo, su propio nombre hace referencia a una de las artes de pesca tradicional. Aunque aquí no se renuncia al buen producto de proximidad, venga o no del océano. 

Casa Román (Av. Augusto García Sánchez, 12)

La decoración de este restaurante no engaña: esta es una casa elegante en lo formal y también en la forma de entender de la cocina. Alto producto, fresco, de calidad, bien cocinado y servido, acompañado de una gran selección de vinos. Todo esto, como es normal, hay que pagarlo. Pero sin estridencias ni grandes sorpresas.

La Fonda (Isabel II, 6)

Sin pretensiones ni grandes artificios, este negocio ha conseguido conquistar los gustos de numerosos usuarios de redes sociales. Quizás la clave del éxito está en la selección y variedad de productos con los que elaboran una cocina muy actual, pero con guiños a los clásicos de la cocina tradicional gallega.

MoMu Facker (Pl. España, 13)

Es uno de los restaurantes más sorprendentes de Pontevedra, ya no solo por el nombre sino por la experiencia integral que brinda a quienes se animan a visitarlo. La especialidad son las hamburguesas a partir de carne de calidad. También hay opciones veganas y para personas intolerantes al gluten.

Restaurantes de comida tradicional

En Pontevedra triunfa la cocina de siempre, esa comida tradicional que te “ata” a la mesa con sus cantidades, a veces excesivas, y suntuosas recetas. Por eso hay tantos y tan buenos negocios especializados en esta propuesta. 

Te mostramos algunos de los más reconocidos y queridos tanto por la población local como por sus visitantes habituales. Por supuesto, hay muchos más, igualmente recomendables.

Gumer (Xeneral Martitegui, 4)

Para convencer a todo tipo de comensales, en la carta conviven los platos más tradicionales de la cocina gallega y española con alguna veleidad internacional (como el wok de verduras). Pero el codillo, el solomillo de vaca vieja o los huevos rotos con bonito no despistan a quien quiere comer bien y de forma abundante. 

La Casa de las 5 Puertas (Santa María, 8)

Junto a una cuidada selección de platos tradicionales gallegos y del resto de España, esta casa destaca por su surtida bodega, con referencias llegadas de los más variados lugares del país. Aquí hay que probar su tortilla de patatas estilo Betanzos, las croquetas, el bacalao, la presa ibérica, el pulpo a feira y las carnes de vacuno. 

Casa Durán (Virxe do Camiño, 17)

Quizás este negocio debería estar englobado en el capítulo de marisquerías, pues en definitiva eso es lo que es. Pero es que el capítulo de carnes y pescados (sobre todo a la brasa) de su carta es tan suculento y variado que encaja a la perfección con la etiqueta de cocina tradicional gallega. Mucha atención a los postres caseros. 

Mesón Los Castellanos (Oliva, 23)

Sentarse a las mesas (o quedarse en la barra) de este restaurante es un auténtico homenaje a esas abuelas que, sin necesidad de grandes elaboraciones, lograban sacar el máximo partido al producto. Éste, por supuesto, va desde los pescados y mariscos y más gallegos, hasta el pollo estofado, el guiso de xoubas (sardinas pequeñas) o la deliciosa empanada.

Novo Soto (Virgen del Camino, 20)

Entre la clientela habitual tiene mucho predicamento su cocido gallego, bien completo y contundente. Pero éste es también un buen lugar para probar los pescados y mariscos más característicos de Galicia a precios razonables. En este sentido, una buena opción es su menú diario de mediodía, a 14 euros.

Mejores lugares de marisco

Cuando se busca dónde comer en Pontevedra la opción de la marisquería es siempre un acierto. Está claro que en pocos lugares se puede degustar un producto tan suculento como el que se cría y captura en las costas gallegas, con las Rías Baixas como abanderadas. 

Casa Fidel O’Pulpeiro (San Nicolás, 7)

Ya con el nombre de este negocio queda claro que la especialidad es el pulpo, que aquí preparan de forma tan convincente como abundantes son las raciones. Pero por las mesas del local desfilan también vistosos platos de mejillones al vapor, almejas, zamburiñas, gambas y langostinos a la plancha y otras muchas delicias, no solo marinas. 

Marisquería Arcade (Av. Castelao, 51, Arcade)

A unos 13 kilómetros del centro de Pontevedra, este restaurante es una de las mejores opciones en la zona para amantes del marisco y del mejor producto fresco. Y no se trata solo de crustáceos, moluscos y cefalópodos de gran calibre, porque una de las especialidades de la casa es la anguila frita o guisada.

A Marisqueira (Av. de la Playa, 27, Poio)

Este sencillo restaurante responde a la perfección a lo que se espera de un negocio de este tipo: abundantes mariscadas frías y a la plancha, que se disfrutan mejor cuando se comparten entre dos o más comensales. 

O Bioco (Manuel Quiroga, 18)

Sus propietarios presumen de comprar cada día los mejores mariscos que llegan a la plaza de abastos. Desde luego lo que sirven es producto de mucha calidad. Sobre todo las ostras de O’Barqueiro, que son las grandes estrellas de la carta. En ésta también abundan mejillones, zamburiñas, almejas, gambas, cigalas y otras muchas delicias. 

Lugares para tapear

Si buscas dónde comer en Pontevedra de tapas la respuesta es clara: el casco histórico de la ciudad. Es decir, su núcleo monumental. 

Allí, entre plazas como Barcelos, de la Verdura o de la Estrella (Herrería) y calles como Figueroa, Michelena y Alta se concentran decenas de bares y pequeños restaurantes. En todos ellos se practica la costumbre del “chateo” a base de vino, cerveza y/o refrescos, que siempre se acompañan de una suculenta tapa.

Bar Pitillo (Alta, 3)

Este negocio es una buena opción para probar lo mejor y más representativo de la cocina gallega tradicional en proporciones algo más “humanas” y a unos precios asequibles: pulpo, oreja, pimientos de Padrón (en temporada), croquetas, gambas al ajillo, xoubas fritas (sardinillas), tortilla al estilo Betanzos…

O cañón de Pau (Pl. Barcelos, 13)

En una de las plazas más “de tapas” del centro de Pontevedra, este pequeño bar ofrece clásicos como el pulpo a feira, los calamares a la romana, los chipirones a la plancha o fritos, zamburiñas, tortilla de patata, oreja y ensaladilla. Pero también tiene un capítulo de bocadillos, tan variados como contundentes en tamaño.

Bar Estrella (Figueroa, 1)

En pleno centro monumental de Pontevedra, aquí se puede tapear, sí. Pero también comer cómodamente sentados en alguna de sus mesas de dentro o de la terraza. Las tapas y raciones son generosas en cantidades y los precios, razonables para la calidad de lo que se sirven. Entre ellas, los boliños de bacalao, el jarrete, las costillitas y, por supuesto, las patatas Estrella.

Kamelia Taberna (Pl. Estrella, 3/Conde de San Román, 4)

De los mismos propietarios que el bar Estrella, aquí se sirven tapas y raciones clásicas y alguna que otra veleidad moderna. Por ejemplo, el sándwich gallego, la ensalada templada de vieiras, las croquetas de cecina y el tataki de entrecot (de vacuno). Tan recomendable es su cocina como el (buen) ambiente que genera su personal.

La Estafeta (Pl. Celso García de la Riega, 4)

La decoración moderna y limpia del local podría aventurar una cocina diferente. La realidad es que lo que aquí sirven son los clásicos de las tapas gallegas y españolas, por definición. A saber: pulpo, mejillones, calamares, zamburiñas, chipirones, tortilla, empanada, bacalao al pisto… También hay tostas y postres caseros.