En el corazón de Eslovenia, escondidos entre los Alpes y el mar Adriático, el Castillo de Predjama y las Cuevas de Postojna ofrecen una experiencia fascinante para los viajeros intrépidos. El castillo, encaramado sobre un acantilado de 123 metros, no solo destaca por su audaz arquitectura medieval, sino también por la leyenda de Erazem de Predjama, un caballero rebelde que se refugió aquí durante un asedio gracias a un intrincado sistema de túneles secretos. A pocos kilómetros, las Cuevas de Postojna se despliegan como un laberinto subterráneo de más de 24 kilómetros, accesible a través de un tren subterráneo del siglo XIX que permite explorar sus impresionantes estalactitas, estalagmitas y pasadizos moldeados por millones de años.
- Historia y contexto: Predjama, el refugio medieval, y Postojna, la catedral subterránea
- Cómo llegar: la ruta hacia un mundo subterráneo de maravillas
- Qué ver en el Castillo de Predjama: tras las huellas de Erazem, el ‘Robin Hood’ esloveno
- Consejos para la visita: cómo aprovechar al máximo tu experiencia
- Visitas en los alrededores: las Cuevas de Škocjan y los caballos del Parque de Lipica
Historia y contexto: Predjama, el refugio medieval, y Postojna, la catedral subterránea
El Castillo de Predjama, encajado en un imponente acantilado de 123 metros de altura, es un ejemplo extraordinario de la fusión entre la arquitectura medieval y la geología natural. Construido en el siglo XIII, su ubicación estratégica lo hacía casi inexpugnable, aprovechando la protección que le ofrecía la roca circundante. Este refugio fortificado, diseñado para resistir tanto los embates de la naturaleza como los ataques enemigos, cuenta con un intrincado sistema de túneles secretos que lo conectan con el exterior, un elemento clave que lo distingue de cualquier otra fortaleza medieval.
El castillo está indisolublemente ligado a la figura de Erazem de Predjama, un caballero rebelde del siglo XV que desafió al Imperio de los Habsburgo. Según la leyenda, Erazem se refugió en el castillo durante un asedio de más de un año, utilizando los túneles para conseguir provisiones y burlarse de sus enemigos con descaro. Por esta audaz resistencia y su supuesta generosidad hacia los pobres, Erazem ha sido apodado como el «Robin Hood esloveno». Sin embargo, su historia terminó de forma trágica y algo irónica: traicionado por un sirviente, una bala de cañón lo alcanzó mientras se encontraba en el baño, poniendo fin a su leyenda.
Hoy, el castillo no solo conserva su atmósfera medieval, sino que también ofrece un vistazo al pasado a través de sus exposiciones. Los visitantes pueden explorar sus habitaciones góticas, los misteriosos túneles que conectan con la cueva subyacente y aprender más sobre la fascinante vida de Erazem a través de recreaciones históricas y guías interactivas.

A tan solo unos kilómetros del castillo, las Cuevas de Postojna ofrecen un contraste espectacular, mostrando el poder creativo de la naturaleza. Estas cuevas, con más de 24 kilómetros de pasadizos, cámaras y galerías, son el resultado de millones de años de erosión provocada por el río Pivka. Aunque se conocían desde tiempos antiguos, fue en el siglo XIX cuando comenzaron a recibir visitantes, convirtiéndose en una de las primeras cuevas del mundo en contar con iluminación eléctrica. En 1872, se inauguró un tren subterráneo, que aún transporta a los visitantes a través de las formaciones rocosas, como la espectacular estalagmita conocida como la ‘Brillante’.
Juntos, el Castillo de Predjama y las Cuevas de Postojna forman un binomio perfecto, donde la resistencia humana y el arte de la naturaleza se combinan en una experiencia inolvidable. Ambos lugares narran historias de ingenio, desafío y descubrimiento que han fascinado a generaciones de visitantes, consolidándose como dos de los mayores tesoros de Eslovenia.
Cómo llegar: la ruta hacia un mundo subterráneo de maravillas
Llegar al Castillo de Predjama y las Cuevas de Postojna desde Liubliana, la capital de Eslovenia, es un recorrido cómodo que atraviesa paisajes verdes y montañas suaves. La autopista A1/E61 conecta Liubliana con Postojna en menos de una hora, lo que convierte este destino en una excursión ideal para un día. Desde Postojna, el castillo se encuentra a solo nueve kilómetros, accesible en coche o mediante transporte turístico.
Los viajeros que prefieran el transporte público también pueden tomar autobuses desde la estación principal de Liubliana hasta Postojna. Aunque el trayecto es un poco más lento, el paisaje compensa con creces. Durante la temporada alta, se ofrecen tours organizados que incluyen transporte, entradas y guías, ideales para quienes desean explorar sin preocupaciones logísticas.
Qué ver en el Castillo de Predjama: tras las huellas de Erazem, el ‘Robin Hood’ esloveno
El Castillo de Predjama no solo impresiona por su ubicación en un acantilado de 123 metros de altura, sino también por las historias y secretos que guarda entre sus muros. Al cruzar su puente levadizo, los visitantes se adentran en un mundo que combina la estética medieval con una atmósfera llena de misterio. Cada estancia revela un fragmento de su historia, desde las habitaciones nobles, decoradas con reproducciones de muebles de la época, hasta la cocina medieval, donde se pueden observar utensilios antiguos que ilustran la vida cotidiana del castillo.
Uno de los mayores atractivos son los túneles subterráneos, accesibles durante la temporada de verano. Estas intrincadas galerías, excavadas directamente en la roca, conectan el castillo con el exterior, permitiendo abastecerse en secreto durante los asedios. Se trata de todo un laberinto con cuatro pisos de altura, lo que la convierte en la segunda cueva más larga de Eslovenia. La capilla gótica, aún bien conservada, es otro punto destacado, con su arquitectura austera y su simbología religiosa.

Desde los balcones y torres defensivas, el castillo ofrece vistas panorámicas impresionantes del valle y los bosques que lo rodean, especialmente mágicas al amanecer o al atardecer. Paneles informativos y guías interactivas ayudan a los visitantes a revivir las legendarias hazañas de Erazem de Predjama, el caballero rebelde cuya historia de ingenio y tragedia añade un aire romántico al lugar.
Además, el museo en su interior permite descubrir armas, armaduras y documentos que narran el contexto histórico de la región, proporcionando una experiencia inmersiva en uno de los castillos más singulares de Europa.
Consejos para la visita: cómo aprovechar al máximo tu experiencia
Una visita al Castillo de Predjama y las Cuevas de Postojna requiere algo de planificación, pero las recompensas son inmensas. Las entradas combinadas, que salen por 41,90 €, permiten explorar ambos lugares con comodidad y suelen incluir horarios bien calculados para que no haya prisas. Asimismo, puede comprarse una entrada por 51,90 € que también incluye una visita al Vivario, donde habitan más de 150 especies de animales cavernícolas como el increíble proteo, conocido desde hace siglos como “cría de dragón”, y a la Expo Cueva Karst, que explica de forma interactiva la creación de los fenómenos kársticos subterráneos y la historia de la cueva.
Es recomendable llegar temprano en la mañana para evitar las multitudes, especialmente en los meses de verano. Las cuevas mantienen una temperatura constante de 10 °C durante todo el año, por lo que llevar una chaqueta ligera es imprescindible, incluso en pleno verano. Calzado cómodo es igualmente esencial, ya que tanto las cuevas como el castillo implican caminar por terrenos irregulares.
Quienes deseen profundizar aún más en la experiencia pueden contratar un guía local, que no solo ofrece datos históricos, sino también relatos de la mitología y la cultura eslovena que enriquecen la visita.

Visitas en los alrededores: las Cuevas de Škocjan y los caballos del Parque de Lipica
La región de Karst, donde se encuentran el Castillo de Predjama y las Cuevas de Postojna, está repleta de atractivos que merecen una exploración adicional. A solo media hora en coche, las Cuevas de Škocjan ofrecen un contraste impresionante con las de Postojna: aquí, el protagonista es un enorme cañón subterráneo que corta la roca como un río petrificado. Declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, estas cuevas son un espectáculo de proporciones titánicas.

Otro punto de interés es el Parque de Lipica, hogar de los elegantes caballos lipizanos, famosos en todo el mundo por su belleza y su conexión con la tradición ecuestre europea. La región también cuenta con pintorescos pueblos como Vipava, donde los viajeros pueden disfrutar de vinos locales y gastronomía típica.
