Planes originales en Barcelona, una visita muy estimulante
Barcelona es una urbe abierta y cosmopolita que, además de sus grandes y conocidos atractivos turísticos, ofrece un perfil más secreto. Los viajeros dispuestos a dejarse sorprender, encuentran en la Ciudad Condal una amplia oferta de actividades originales que realizar. Rincones alejados de las guías turísticas y planes alternativos, trazan una ruta paralela, altamente estimulante. A continuación algunas propuestas atractivas y emocionantes.
Laberinto de Horta, juego, naturaleza, romanticismo
En las grandes ciudades, visitar un parque, un jardín, siempre es sinónimo de contemplación, de calma, de respiro en medio de las prisas. Todo esto lo cumple el Parque del Laberinto de Horta, pero aquí se suma un elemento diferente, su carácter lúdico. La estructura del lugar, en forma de laberinto vegetal, conduce al visitante a imaginar que está dentro de un cuento, por ejemplo en un escenario de Alicia en el país de las maravillas.
Los corredores verdes, formados por 750 metros de cipreses recortados, acaban confluyendo en la estatua de Eros, que decora el centro. Llegar hasta ella, tras perderse una y otra vez, y posteriormente encontrar la salida, se convierte en una manera divertida de disfrutar del tiempo de ocio al aire libre. El plan es idóneo para disfrutarlo en familia. Los más pequeños se lo pasan a lo grande con la aventura en el laberinto. Y tienen a su disposición, en la terraza inferior de este territorio mágico, el Jardín de Bossi, con esculturas vegetales en forma de animales.


El Laberinto de Horta
Pero el parque, donde se mezcla el estilo neoclásico con el romántico, también es perfecto para una visita en pareja. La escultura de Eros, símbolo del amor en la mitología griega, ya lo dice todo. Alcanzarla también es un juego para los enamorados. En el recorrido, ya fuera del laberinto, cautivan otros elementos como cuevas, estanques, cascadas, fuentes e incluso un canal. Y también hay dos templos de estilo italiano, con estatuas de Danae y Artemisa, y columnas toscanas.
Por faltar no falta ni un jardín denominado del amor y lleno de agapantos, la flor que lo simboliza, con su intenso color violeta.
El Parque del Laberinto de Horta se cuenta entre los favoritos de los amantes de la jardinería, que quedan impresionados con la gran variedad de vegetación y flores que se van encontrando a su paso. Está situado en el distrito de Horta – Guinardó. Cuenta con una superficie de nueve hectáreas y ocupa los terrenos de una finca que perteneció a la familia noble de los Desvalls. Fue diseñado por el arquitecto italiano Domenico Bagutti, que inició sus obras en 1791. Estas se prolongaron hasta 1808 en una primera fase y, a lo largo del tiempo, se fueron ampliando. La familia lo cedió al ayuntamiento y se declaró parque público en 1971. En la entrada se encuentra el antiguo palacio de los Desvalls, un llamativo edificio neogótico con detalles neo-árabes.
Miradores de Barcelona, una ruta sencilla y diferente
En Barcelona hay tantos miradores que recorrerlos se convierte en un plan sencillo y diferente. Al estar rodeada de montañas, la ciudad cuenta con atalayas impresionantes. Y también se obtienen magníficas perspectivas de la urbe desde algunos lugares emblemáticos; desde las terrazas de destacados edificios y desde los altos campanarios de sus numerosas iglesias.
Cada cual puede elaborar su propia ruta de los miradores, su mapa personal y sentimental de la ciudad. Podemos empezar subiendo a la colina del Turó de la Rovira, a 250 metros de altura, en el área de los Búnkers del Carmel, denominados así por haber sido zona de baterías antiaéreas durante la Guerra Civil Española. Se trata de una terraza natural desde la que disfrutar de unas de las mejores vistas de Barcelona y de atardeceres espléndidos. A diferencia de otros escenarios más turísticos, han sido los habitantes de la ciudad los que han situado este lugar en los circuitos, a través del boca a boca y del efecto contagio de hermosas instantáneas subidas a las redes sociales.
Otras opciones para contemplar la ciudad conducen hacia escenarios más conocidos. En el Parque Güell merece mucho la pena acercarse al mirador de la Plaza de la Naturaleza. Es todo un disfrute sentarse en su banco ondulado, decorado de coloristas mosaicos, para disfrutar de atractivas vistas del Barrio de Gràcia, de la Sagrada Familia y del mar.


Vistas desde el mirador del Carmel
Y también se convierte en una visita inolvidable subir en teleférico desde la avenida Miramar hasta el Castillo de Montjuic, antigua fortaleza militar. Desde aquí la perspectiva de la ciudad y de la costa barcelonesa resulta impresionante. En la montaña de Montjuic tampoco hay que olvidar las terrazas del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC). Sus dos estupendos miradores tienen una situación privilegiada y son muy visitados por los turistas para hacerse una idea de los contornos de la ciudad.
En el recorrido por los miradores no puede faltar acceder a lo alto de la Basílica de Santa María del Pi, en el Barrio Gótico. Desde su campanario de forma octogonal, al que se llega a través de una estrecha escalera de caracol de 54 metros de altura, se aprecian unas vistas únicas del centro histórico y de toda la ciudad. Cuenta con una terraza desde la que las panorámicas se amplían y resultan espectaculares. En la lista hay que añadir el Tibidabo; la Torre de Collserola; el Parque del Guinardó; la Sagrada Familia; el Mirador de Colom; la terraza del Centro Comercial Las Arenas y el Teleférico del puerto, entre otras alternativas.
Escape Rooms, emoción a tope
Barcelona es una ciudad estrella en la práctica del Escape Rooms. Cada vez son más los turistas que buscan actividades originales y este juego, que pone en práctica habilidades físicas y mentales, es cada vez más solicitado. En la Ciudad Condal distintos espacios ofrecen una gran variedad de estilos y ambientaciones a quienes estén dispuestos a encerrarse en una o varias habitaciones y buscar la forma de escapar tras resolver pruebas y enigmas de toda clase.
La oferta es amplia y se extiende a distintos puntos de la ciudad. En el Barrio Gótico se encuentra uno de los espacios más conocidos, el Lock-Clock, un lugar que presume de que los guiones de todas las salas han sido escritos por directores de cine. Aquí se ofrecen juegos en familia y propuestas especiales para empresas.
Entre lo más sencillo, destaca la aventura del Tesoro Azteca, destinada para los niños. Una lucha de piratas buscando salir del barco maldito para encontrar el ansiado tesoro. Y la Misión Gaudí, para adultos y de carácter marcadamente barcelonés, donde los participantes son testigos de un incendio provocado en la Sagrada Familia. El objetivo consiste en salvar los planos de la catedral antes de que se queme con toda la gente dentro.
Unreal Escape Room y The Rombo Code son otros lugares favoritos de los adictos al Escape en Barcelona. En el primero, situado en el cercano municipio de Hospitalet de Llobregat, se ofrecen juegos como el de La Mina de St Louis y Los Narcos, con una ambientación absolutamente realista y pruebas muy originales. En el segundo destacan opciones culturales como El Arca de Dalí, donde los jugadores han de embarcarse mar adentro para intentar recuperar un cuadro desconocido del famoso pintor surrealista.
También merece la pena descubrir Juego Enigma, un espacio pionero en Barcelona, que oferta intensos Escapes de espías secretos inmersos en peligrosas misiones. Y Maximum Escape, con sus atmósferas de películas de suspense como Sherlock Holmes y de videojuegos célebres. Cronologic, una sala especializada en ciencia-ficción, y The witching hour, con sus territorios de misterio y terror, son otras opciones.
Hay que tener en cuenta que los juegos se van renovando y se adaptan a la actualidad, siguiendo el éxito de series como La casa de papel, de la que ya hay un escape en el centro comercial La Maquinista de Barcelona. En cualquiera de los espacios citados los precios suelen oscilar entre los 13 y los 30 euros por persona, dependiendo del número de jugadores
Cenas clandestinas, misterios culinarios
Las cenas clandestinas son otro excitante modo de pasárselo bien en el tiempo de ocio. En ciudades como Barcelona se ofrecen planes gastronómicos en casas particulares y escenarios nada habituales que hacen las delicias de los amantes de experiencias originales. Todo resulta sorprendente en estas citas: el lugar, los comensales, el menú, los planes temáticos que las acompañan… Las convocatorias son discretas, rodeadas de un halo de misterio, y las plazas son limitadas. Las empresas que las organizan se aseguran de mantener los planes en secreto hasta el último momento.
En Barcelona son muy conocidas las cenas clandestinas planeadas por Gastroshows y rodeadas de enigmas que los invitados deberán resolver. A través de distintos correos electrónicos se van ofreciendo pistas sobre la zona de la ciudad en la que se celebrará el encuentro gastronómico y posteriormente sobre la dirección y otros detalles. Además del menú, que siempre es muy especial, el encuentro está lleno de pequeñas sorpresas.


Cenas originales en Barcelona
Otra empresa que organiza cenas clandestinas en la Ciudad Condal es J&B Pocket Para convertirse en invitados a las mismas hay que apuntarse a través de la app Fever. El hermetismo a la hora de dar a conocer las coordenadas del encuentro es clave para lograr experiencias inolvidables. Se celebran los jueves y hasta tres horas antes de su inicio todo permanece en secreto. Lo único que se sabe es que los asistentes disfrutarán de un menú degustación, una amplia oferta de güisqui y una velada en la que, por supuesto, no faltarán esos detalles enigmáticos que no se pueden dar a conocer con antelación.
Street art, una manera alternativa de recorrer la ciudad
El arte callejero o urbano, conocido como “street art”, cada vez cobra más relevancia en las grandes urbes. Graffitis de todo tipo reclaman la atención de los visitantes y dotan de personalidad a determinadas zonas de la ciudad. En Barcelona, tan cosmopolita y abierta, las imágenes en las calles son un atractivo turístico más. Conscientes de ello, las instituciones han llevado a cabo iniciativas como Murs lliures (muros libres), promovida por el ayuntamiento, que permite a los artistas agilizar los permisos para poder pintar en ciertas áreas habilitadas.
En Barcelona hay piezas emblemáticas que conducen los pasos en dirección a calles y enclaves concretos. Hay mapas que guían a los viajeros interesados. Destacan el del Open Walls Conference, plataforma que ha organizado encuentros de los más destacados artistas callejeros en la ciudad, y los de webs como Buscando Graffitis y Urban Kultur Blog, que ha elaborado tres diferentes guías por El Barrio Gótico, El Poble Sec y El Raval, puntos estratégicos del Street Art en la Ciudad Condal.


Street Art Barcelona
También se organizan tours por la ciudad en busca de las obras más interesantes fuera de los museos. Destacan los de My Favourite Things y Barcelona Street Style Tour. Recorren la ciudad y descubren verdaderos tesoros callejeros en sus diferentes zonas. El precio suele rondar los 25 euros. Para quienes quieran informarse por su cuenta y elaborar su propio mapa, les serán de gran ayuda plataformas en línea y aplicaciones móviles que localizan las piezas (Street art cities, Geo Street art, entre otros). Muchas de estas apps no dependen de ninguna institución y utilizan el conocimiento colectivo para completar su archivo de obras.
Resulta interesante también acercarse a trabajos documentales como Las Calles Hablan, un desarrollo visual de Mapping Barcelona Public Art, grabado casi por completo en las calles de la ciudad.
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