El ascenso comienza gradualmente, cubriendo una distancia de 12 km con una pendiente del 5-6%. Una vez que lleguemos a Vilaflor, comienza el verdadero desafío: una dura subida de 14 km sin respiro. La pendiente media es del 8%, pero el verdadero obstáculo es la altitud, ya que estaremos pedaleando a unos 2,100 metros sobre el nivel del mar cuando lleguemos a Retamar.
El descenso de regreso a Playa de las Américas es de aproximadamente 45 km y ofrece impresionantes vistas, lo que hace que todo el esfuerzo valga la pena. Esta excursión se puede definir con dos palabras: SUFRIR y DISFRUTAR. Es una verdadera prueba de resistencia y perseverancia, pero también una oportunidad única en la vida para conquistar uno de los ascensos más difíciles de Europa y experimentar la emoción de pedalear en el impresionante paisaje natural de Tenerife.
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