Hay en Chipiona un buen puñado de bodegas con una importante producción de vinos, que se caracterizan por su personalidad y porque se elaboran de acuerdo con una tradición que se remonta a varios siglos de antigüedad. Buena parte de estas bodegas de Chipiona no se pueden visitar pues se trata de centros que, en muchos casos, se limitan vinos para el consumo de las propias familias que los elaboran.
Las que sí permiten la entrada de visitantes suponen una experiencia muy agradable e interesante, desde luego. Tanto por la belleza y originalidad de la arquitectura de las propias bodegas, como por la singularidad de las bebidas que aquí se elaboran. De hecho, visitar alguna de estas stas bodegas es una de las mejores maneras de entender aspectos relevantes de la cultura y el folklore chipionero y gaditano.
De todos los productos enológicos que se elaboran en Chipiona, el gran protagonista es el moscatel. Aunque conviene saber que aquí también se elaboran finos, olorosos y creams que responden a los parámetros marcados por el Marco de Jerez.
Vinos en la zona, con el moscatel como estrella
Los vinos típicos del Marco de Jerez, en cuya zonas de cultivo también está Chipiona, tienen una elaboración única dentro del panorama español. En su mayor parte se trata de vinos encabezados, es decir, con un añadido de alcohol vínico que les permite una longevidad y evolución muy notable en las botas (barricas) apiladas en las características bodegas de la zona.
Con ser importante el encabezamiento en la elaboración de estos vinos, lo verdaderamente distintivo es el sistema de criaderas y soleras. Un proceso dinámico que mezcla vinos de distintas añadas en botas superpuestas, y que permite lograr esa complejidad, redondez y carácter que los hace inconfundibles.
Pero, como hemos dicho, si hay un producto que destaque en el panorama vitivinícola de la localidad, ese es el moscatel de Chipiona. Dulce, aromático, dorado… En sus características olfativas y gustativas se refleja la influencia del mar, de los suelos albarizos y de las uvas de variedad Moscatel de Alejandría cultivadas en viñedos muy próximos a la costa.
Mejores bodegas para la visita
A continuación te contamos y describimos las mejores bodegas para la visita en Chipiona. Nuestro consejo es que, siempre que sea posible, reserves con antelación la visita. Ten en cuenta que, sobre todo en verano y durante los periodos de mayor afluencia a la localidad, “ver bodegas” es una actividad muy demandada por quienes llegan a esta zona del país en busca de descanso y experiencias que van más allá del disfrute de la playa y el mar.
César Florido (Padre Lerchundi, 35):
Es una de las bodegas más reconocidas de Chipiona, con más de un siglo de historia. Un negocio que ha sabido mantener su independencia y criterio a la hora de elaborar sus moscateles, sobre todo Especial y Dorado, además de finos y vinos de licor. La visita permite conocer las salas de crianza y catar, amén de sus productos vinícolas, otras delicias gastronómicas tanto locales como regionales.
Cooperativa Católico Agrícola (Diamantino García, 19):
Esta cooperativa, que agrupa a varios pequeños viticultores de la localidad, es una importante institución económica y social en Chipiona. En sus instalaciones se elaboran y embotellan finos, moscateles y generosos con personalidad propia. Muy popular entre los habitantes de esta ciudad, es también un buen lugar para comprar a los productores, sin necesidad de intermediarios.
José Mellado Martín (Carretera de Rota, 2):
Con una tradición familiar de varias generaciones, esta bodega destaca por su moscatel artesanal, elaborado de forma natural. La bodega mantiene el estilo tradicional tanto en la crianza como en el tipo de visita que se realiza a sus instalaciones. Ideal para quienes buscan autenticidad y un trato directo con el productor.
Vinum Enoturismo (Av. Rota, km 0,7)
Pese a no tratarse de un bodega productora, lo cierto es que es una recomendable experiencia para acercarse al mundo del vino y el moscatel en Chipiona. En su nave, que emula las célebres “catedrales vinícolas” de la zona, se realiza una exposición didáctica en torno al cultivo de las vides, la elaboración y guarda de esta bebida. Una actividad abierta y adaptada a públicos de todas las edades.
Museo del Moscatel
Situado en una antigua bodega productora, que se ha restaurado para este fin, el Museo del Moscatel es un espacio que permite entender, de forma didáctica y muy amena, la historia y singularidad de este vino dulce.
El concepto expositivo se basa en un recorrido audiovisual y sensorial con el que conocer y comprender las particulares características del moscatel. El museo está dividido en varias secciones temáticas: Ecomuseo del Viñedo de Moscatel, Bodega Romana y Alfarería, Renacimiento, Época Moderna, Viñatería Contemporánea, Museo Corporativo de la Bodega, Museo de la Ciencia del Vino, ruta enoturística por la bodega y Museo de la Cultura del Moscatel.
El Museo del Moscatel está muy cerca del casco histórico de la localidad, en la Avenida de Regla. Las visitas son guiadas, con precios entre cinco y 12 euros, en función de los vinos moscateles a degustar y si es con o sin aperitivos.
