Todo en Fuengirola está conectado con la playa y con el Mediterráneo. En sus ocho kilómetros de costa van emergiendo arenales diferentes pero con un mismo sentido: disfrutar del agua y del sol en todo momento. Es el único municipio de la Costa del Sol que cuenta con Bandera Azul en todas sus playas por sus servicios y su calidad. La mejor forma de recorrer el litoral es dar una caminata por el Paseo Marítimo.
- Playa de Fuengirola, el corazón de la ciudad
- Playa de los Boliches, el mejor lugar para ir con la familia
- Playa de Carvajal, la más natural y tranquila
- Playa El Castillo, el arenal que admite mascotas
Playa de Fuengirola, el corazón de la ciudad
Esta enorme playa de arena fina está ubicada en pleno centro de la ciudad por lo que suele ser una de las más populares. En sus más de dos kilómetros encontramos varios de los chiringuitos más tradicionales de Fuengirola para poder tomar algo con vistas al Mediterráneo y muchas actividades acuáticas para los más aventureros.
De hecho, se encuentra en el límite con el Puerto Deportivo donde, además de contemplar el lento oscilar de los barcos que se encuentran allí, podemos ir a la Escuela de Vela y Náutica de Fuengirola que tiene cursos de iniciación a la navegación para todas las edades.

También se pueden alquilar castillos hinchables en el mar, botes de bananas o motos acuáticas para los que quieran algo más de velocidad.
La playa cuenta con todos los servicios públicos, tanto de duchas y baños, como de accesibilidad para personas con movilidad reducida.
Playa de los Boliches, el mejor lugar para ir con la familia
Esta zona de baño muy popular en Fuengirola es conocida como la ‘Playa de la T’ por la forma que adopta el espigón que la separa del resto de la costa. También cuenta con Bandera Azul por su limpieza y calidad de las aguas y se ha convertido en uno de los lugares favoritos de las familias porque está llena de chiringuitos y tiendas.
De arena fina y oscura y aguas sin mucha corriente, la playa de Los Boliches cuenta con pistas de voleibol y otras áreas de juegos infantiles que garantizan el entretenimiento para todos los bañistas, sin importar la edad. También se pueden realizar actividades acuáticas como el paddle surf o el snorkel, ya que tiene mucha vida en el fondo del mar muy cerca del litoral.

En el Paseo Marítimo se organiza de junio a septiembre un mercado de artesanía, el de las Cabañas, que cuenta con varios puestos de objetos hechos a mano que son una atracción dentro de Fuengirola.
Playa de Carvajal, la más natural y tranquila
Es una de las playas más tranquilas de Fuengirola puesto que está más alejada del centro de la ciudad, ya en la frontera con Benalmádena, con la que comparte parte del arenal.
Aunque podría considerarse un lugar más natural, esta zona cuenta con todos los servicios que podamos imaginar y también es accesible a personas con movilidad reducida gracias a las pasarelas preparadas hasta el agua.
De arena más fina y aguas muy transparentes, esta playa suele estar menos concurrida que el resto al estar más alejada, aunque en verano es inevitable que sus sombrillas de colores, colocadas en orden en la arena, se llenen de bañistas que quieren disfrutar de unas vistas increíbles, sobre todo al atardecer.
El Carvajal acoge a algunos de los chiringuitos más populares de Fuengirola, especializados en pescados frescos y mariscos con terrazas en las que tomar algo sin perder de vista el agua.
Precisamente por ser más tranquila, esta suele ser la playa más elegida por los propios vecinos de Fuengirola o Benalmádena para tumbarse relajados a tomar el sol y darse un chapuzón.
Playa El Castillo, el arenal que admite mascotas
Esta zona de baño está ubicada junto a la desembocadura del río Fuengirola y junto al famoso Castillo de Sohail, que es el que da nombre a la playa. Se trata de una playa de arena fina y oscura que, como el resto de la costa del municipio, cuenta con Bandera Azul por su alta calidad de servicios y limpieza.

Además, en sus más de 3000 metros cuadrados de arenal hay una zona donde se admiten a mascotas por lo que es fácil ver a los amantes de los perros con sus animales remojándose en la orilla.
Otro de los aspectos distintivos de El Castillo es la tira de moragas, las barcas fuengiroleñas de metal en las que se pueden hacer espetos a la brasa. Pueden ser utilizadas por cualquier vecino o turista pero hay que hacer una reserva previa.
De esta forma, al atardecer, esta playa se convierte en un revuelo de sensaciones, con el olor del pescado a la brasa, los rojizos del sol y el Castillo de Sohail a la espalda.
La desembocadura del río Fuengirola se ha convertido en un espacio verde donde podemos pasear, descansar y disfrutar porque está lleno de pistas de baloncesto, senderos para caminar y hasta una tirolina.
