A 15 kilómetros por carretera desde Jaca (Huesca) en dirección a Canfranc se sitúa Villanúa, una localidad por la que pasan muchos aficionados al esquí, pero en la que también paran turistas inquietos por conocer la cueva de las Güixas, una gruta a la que se la relaciona con antiguas prácticas de brujería.

Cuenta la leyenda que las brujas de Villanúa se servían de esta cueva para rituales y aquelarres, pero mucho antes de estas historias habitaron o pasaron por allí antepasados prehistóricos, desde el Eneolítico (3.000 años antes de Cristo). La conocida como “la cueva de las brujas” también se ha utilizado como calabozo o refugio de militares a lo largo de la historia.

Desde 1929 se visita esta joya de la naturaleza que sorprende a los visitantes por sus estalactitas, estalagmitas y otras formaciones geológicas formadas a lo largo de miles de años por la erosión del agua sobre la roca caliza.

  1. Una cueva formada hace más de 20.000 años
  2. Cómo llegar a la cueva de las Güixas
  3. Recorridos guiados y centro de interpretación: qué puedes ver
  4. Horarios y precio de la visita

Una cueva formada hace más de 20.000 años

La cueva de las Güixas se ubica bajo el macizo de Collarada (2.886 metros de altura), en su falda oeste y junto al Camino de Santiago. La gruta forma parte del sistema kárstico de este pico de roca caliza con origen en el Cuaternario, hace unos 30.000 años.

El agua es una constante que arriba desde el Collarada en forma de un río interno que inunda la gruta cuando hay precipitaciones elevadas. La erosión del agua ha perfilado un bello interior con formaciones calcáreas como estalactitas, estalagmitas o columnas naturales que unen la cubierta con el suelo.

Una de las zonas visitadas más famosas o reconocidas es la chimenea, agujero o zona abierta al exterior al haberse caído parte de la roca y por la que pasa una bella luz natural y es zona de murciélagos. Cuenta la leyenda que es justo en este punto en el que se reunían las brujas, que realmente era parteras, comadronas o sanadoras de la época, para bailar bajo la luz de la luna, practicar rituales o aquelarres.

También es frecuente que espeleólogos se sumerjan en las cavidades y recovecos de esta gran ruta.

Cómo llegar a la cueva de las Güixas

Para llegar a la cueva de las Güixas tomamos un camino empedrado que empieza en el puente medieval de Villanúa y que forma parte de una sendero del Camino de Santiago que une esta localidad con la de Canfranc. Son 10 minutos a pie.

Recorridos guiados y centro de interpretación: qué puedes ver

Al lado de la entrada de las cuevas, es habitual detenerse en el monumento en homenaje a las bruxas de Villanúa. Se erigió para no olvidar a las 15 mujeres juzgadas por brujería y asesinadas en la horca o en la hoguera en los siglos XV y XVI.

Antes de entrar en la famosa gruta, se suele empezar en Subterránea, Centro de Interpretación de la cueva de Güixa. Además de conocer la historia de Villanúa, hay muchos recursos audiovisuales para descubrir las características geológicas del pico del Collarada. Y en el sótano hay una recreación de los principales puntos de interés de la Cuevade las Güixas.

Para adentrarse en el interior de la cueva, nos acompaña una guía. Una visita de menos de un kilómetro de recorrido por las principales salas -la de más altura, la Sala de la Catedral, alcanza los 16 metros- en el que se explican las formaciones geológicas, así como las historias legendarias que rodean al mito de las brujas en este bello y enigmático lugar.

Al finalizar el recorrido, es posible acercase hasta una zona donde se ve un escape de agua del río subterráneo que sigue su curso hacia el río Aragón.

Horarios y precio de la visita

Para realizar la visita hay que reservar y no es posible acceder a la cueva de forma particular ya que es un espacio protegido. Tanto Subterránea como el recorrido por la cueva lo pueden hacer los más pequeños; se recomienda a partir de los cuatro años. Aunque hay escaleras, no se aconseja hacer el recorrido con carrito para bebés, silla de ruedas o andador.

La duración de la visita es de una hora y cuarto y se puede reservar en cualquier fecha del año. El horario varía según el día, aunque la primera visita suele se a las diez de la mañana y hay también por la tarde.

La entrada general para adultos es de 8,5 euros, que incluye el centro de interpretación Subterránea y la visita guiada. Los niños de 6 a 14 años, los mayores de 65 años y las personas con carnet joven o que tengan familia numerosa pagan 7 euros.