El barrio de Santiago de Jerez de la Frontera, situado en el centro-oeste de esta localidad y orientado a la campiña jerezana, es, junto al barrio de San Miguel, el que desprende una mayor cultura y tradición flamenca. Cantaores como José Mercé, Tomasito o Diego Carrasco, entre otros, nacieron en estas calles.
Surgió en el siglo XIV, como arrabal al norte de la muralla. Hoy es un barrio popular que rezuma arquitectura tradicional andaluza: sus patios con macetas son un reflejo de este estilo.
Su edificio histórico más característica es la iglesia de Santiago (siglos XV y XVI), pero tampoco hay que dejar de visitar la Basílica de la Merced (siglo XIII), que acoge a la patrona de la ciudad y el mausoleo con los restos del dictador Miguel Primo de Rivera.
Historia
Tras la conquista de la ciudad por Alfonso X El Sabio, el barrio de Santiago nace en el siglo XIV al norte de la muralla, como un arrabal. El monarca ordenó construir una ermita en honor al apóstol Santiago, como gratitud por la victoria cristiana frente a los árabes: posteriormente, durante los siglos XV y XVI, se construye la iglesia que se puede admirar hoy.
Con el crecimiento natural de la ciudad y la apertura de entradas y salidas en la muralla, con el paso del tiempo, se acabó creando el barrio actual a las afueras (extramuros) de la Puerta de Santiago.
Lugares de interés
La Iglesia de Santiago (siglos XV y XVI) es de estilo gótico con añadidos barrocos y fue declarada Bien de Interés Cultural en 1931. Incluso tiene vestigios mudéjares por la capilla de la Paz, que antes fue una ermita que se anexionó durante la construcción del templo actual.
Esta iglesia es la que da nombre al barrio, se levantó fuera de la muralla y en la actualidad está muy cerca de la plaza de Santiago. Impresiona su fachada principal, dividida en dos cuerpos flanqueados por pináculos. En su interior se puede admirar la belleza que albergan sus tres naves, sobre todo el Cristo del Prendimiento, conocido como “Prendi” y que cobra protagonismo durante la noche del Miércoles Santo.
Caminando por la calle Merced se llega en pocos metros a la Basílica de la Merced, del siglo XVI, con fachada exterior barroca y situada en la plaza del mismo nombre de la patrona de Jerez. Precisamente, la figura de Nuestra Señora de la Merced se puede admirar en el retablo principal de su interior.
Este templo forma parte del monasterio de la Merced, perteneciente a los hermanos mercenarios. La basílica alberga la tumba del dictador Miguel Primo de Rivera en la capilla de Riquelme y una réplica de la Sábana Santa que llegó a este templo en 1572.
Dos de las calles más conocidas del barrio de Santiago son la calle Muro y la calle Ancha. Ambas pasan de forma paralela a la plaza de Santiago y conservan parte de los restos de la antigua muralla almohade.
Otra calle famosa es a la que los jerezanos denominan como “de la sangre”, aunque su nombre real es Taxdirt. El nombre popular viene del Hospital de la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, fundado en 1485 y que en la actualidad es sede de la Hermandad del Prendimiento de Jerez. Situado muy cerca de la iglesia de Santiago, fue un lugar de cobijo para enfermos y desamparados durante mucho tiempo.
Colegio Carmen Benítez, que a día de hoy acoge la peña flamenca del cantante Luis de la Pica y su patio es sede de recitales y espectáculos flamencos.
Además de pasear por sus callejuelas y otros edificios antiguos, en el barrio de Santiago hay un zoo: el Centro de Conservación de la Biodiversidad Zoobotánico Jerez. Con más de 72 años de historia, es un espacio en el que pequeños y mayores pueden conocer de cerca a casi 900 animales pertenecientes a más de 180 especies (leones, jirafas, chimpancés, hipopótamos…).
El flamenco en el barrio
Algunos de los mayores representantes de la historia del flamenco español han nacido en el barrio de Santiago. Paco la Luz (creador de la seguiriya), Terremoto de Jerez, José Mercé, Tomasito o Diego Carrasco, entre otros, nacieron y crecieron en estas calles.
De la plaza de Santiago parten calles históricas del cante y toque flamencos. En las casas y patios de vecinos que se han levantado en estas vías con el paso del tiempo han habitado familias gitanas.
Justo en frente de la iglesia de Santiago se levanta un monumento a Fernando Terremoto, hijo de Terremoto de Jerez. Y detrás de este templo religioso se encuentra el monumento al cantaor Tío José de Paula (1870-1955). En homenaje a su figura, se creó la Peña Flamenca Tío José de Paula (calle de la Merced, 11), uno de los templos del flamenco en Jerez donde han actuado artistas de la talla de Manolo Caracol o Lola Flores.
Hay otra peña, el Centro Cultural Flamenco Don Antonio Chacón, en la calle Salas. Y en la Plaza de San Juan se ubica el Centro Andaluz de Documentación del Flamenco y Cátedra de Flamencología de Jerez.
Fiestas y tradiciones
Además de por su espíritu flamenco, el barrio de Santiago es conocido por sus fiestas populares, sobre todo por la Semana Santa o las zambombas navideñas, que son los eventos festivos más populares.
Durante la Semana Santa jerezana -una de las más destacadas de la comunidad andaluza- las calles del barrio se llenan de vecinos de la localidad, así como de turistas, que quieren ver las procesiones o las saetas que se cantan desde los balcones. Varias cofradías parten de la iglesia de Santiago.

En Navidad, las calles de Jerez se caracterizan por el sonido de las zambombas. Vecinos y visitantes cantan villancicos al son de las zambombas, y también comparten conversaciones y picoteo.
Dónde comer
El restaurante Jindama (calle Tardix, 2) tiene como lema «Gastronomía, cultura, gitanería». Su carta, Jaleo, incluye desde ricos guisos (carrillada, albóndigas, etcétera), frituras como la “pescailla de cai” o entrantes y embutidos ibéricos. Este local goza de terraza y un interior que combina moderno pero sin perder la esencia jerezana, como su oferta gastronómica.
El Rincón del Chiri (Plaza de Santiago, 3) es un establecimiento especial. Actuaciones de flamenco en directo y, en Navidad, zambomba jerezana. Todo ello, claro, unido a una carta con buena relación calidad-precio.
