Esta ciudad navarra tiene en su escudo una estrella de ocho puntas en clara referencia a su nombre, pero no se sabe si lo que indica es ese astro que guiaba a los peregrinos por el Camino de Santiago hacia la capital gallega. En cualquier caso, Estella Lizarra le debe todo a esa ruta que el rey Sancho Ramírez desvió para que cruzara por este nuevo asentamiento.
- Historia de la localidad que nació en un desvío del Camino
- Qué ver en esta joya románica
- Dónde comer en Estella
- Qué visitas podemos hacer cerca de Estella Lizarra
Historia de la localidad que nació en un desvío del Camino
Estella surge a finales del siglo XI por el favor del rey Sancho Ramírez a un grupo de habitantes de origen francés. El monarca decidió alterar la ruta del Camino de Santiago para hacerlo pasar por el Monasterio de Irache y favorecer el nuevo pueblo con el desarrollo económico que significaba el paso de los peregrinos.
Las primeras viviendas surgen en la orilla derecha del río Ega, a la sombra del castillo, y en menos de un siglo ya se habían extendido al margen izquierdo.

Esta riqueza económica hizo que empezaran a construirse iglesias, palacios y hospitales en los que se atendía a los enfermos del Camino de Santiago. Y que la ciudad fuera un ir y venir de extranjeros y comerciantes y cofradías y conventos que surgían al albor del camino.
En esos siglos se forjó parte de su economía agrícola, pues es un lugar próspero para la huerta, y también la artesanal, para dar respuesta a los peregrinos. De hecho, Estella cuenta con una de las juderías mejor conservadas de España, lo que muestra la importancia de esta comunidad hasta su expulsión, en 1328.
En el siglo XV, Estella-Lizarra fue considerada ciudad casi al mismo nivel que Pamplona, pero las guerras intestinas de las familias nobiliarias y los conflictos con Castilla fueron paralizando su desarrollo.
El municipio no volvió a tener protagonismo hasta las Guerras Carlistas, llegando a ser incluso la capital de la Corte de Carlos VII.
Qué ver en esta joya románica: sus principales monumentos históricos
Son muchas las casas palaciegas que podemos ver en un paseo por el centro de Estella Lizarra, pero el más importante, sin duda, es el Palacio de los Reyes de Navarra, uno de los pocos ejemplos de románico civil que queda en pie. Lo más llamativo son sus dos torreones y los dos capiteles historiados que cuentan las hazañas de Roldán, el famoso ‘Cid Campeador’ francés, contra el gigante Ferragut. Ahora es un museo.
Entre las múltiples iglesias que siguen repicando en Estella no podemos dejar de disfrutar de la Iglesia de San Pedro de la Rúa, situada en lo alto y con un pórtico del siglo XIII. Además de la torre y su decoración, es importantes el claustro del siglo XII, considerado único en su género. Dentro está San Andrés, el patrón de la ciudad.

En la orilla izquierda se ubica la Iglesia de San Miguel, con sus dos torres, una medieval y la otra barroca. Es un edificio de grandes dimensiones y con una decoración a tener en cuenta.
Si queremos seguir yendo de templo en templo, está el del Santo Sepulcro o el de Santa María Jus del Castillo, que ahora es un museo románico y del Camino. Y también la Basílica de Nuestra Señora del Puy, la patrona, y un lugar especialmente simbólico durante las Guerras Carlistas.

Dónde comer en Estella: lo más recomendado de la gastronomía local
En la huerta de Estella y alrededores brillan más que nada los espárragos y los pimientos, por lo que no podemos irnos del pueblo sin probar una buena menestra para arrancar la comida. Después, truchas, perdices o su famoso gorrín, que es un lechón al horno.
Otros de los platos típicos son las pochas y el ajoarriero, todo bendecido por un buen vino, con denominaciones de Navarra, y unos quesos riquísimos.
Lo bueno de este municipio es que casi en cualquier sitio podemos comer platos caseros y bien, pero si queremos ir a lo seguro, el Astarriaga apuesta por la calidad de las carnes y el pescado y ofrece un menú de peregrino algunos meses.
Otro de los clásicos es el Bar Florida, en pleno casco viejo, donde la tradición se adereza con vanguardia para ofrecer unos platos con mucho sabor.
Y el postre mejor en Lizar Pastelería Gozotegia, en Ángela o en la recomendada por la Guia Repsol, Panadería López.

Qué visitas podemos hacer cerca de Estella Lizarra
Sin duda antes o después de visitar Estella Lizarra tenemos que recorrer el increíble espacio natural del Nacedero del Urederra. La ruta para llegar hasta sus cascadas es de una belleza impresionante entre hayas, olmos, arces y fresnos. Pero lo que más impresiona, sin duda, es el increíble color de sus aguas, de un azul transparente que parece más pintado que natural.
Si lo que buscamos es un sitio con arte e historia, el Monasterio de Irantzu debe ser nuestro destino. Se conserva bastante bien y permite disfrutar de su impresionante claustro y de los detalles arquitectónicos que fueron puente entre el románico y el gótico.
