Cuando se realizan escapadas a ciudades como Budapest y no se cuenta con mucho tiempo es necesario llevar una agenda bien pensada para aprovechar al máximo cada visita. El entramado urbano de la capital húngara está dividido por el Danubio, un río caudaloso que separa los históricos Buda-Óbuda y Pest. Gracias a varios puentes ahora sus orillas están perfectamente conectadas. La manera más lógica de organizar las jornadas turísticas es dedicar la primera a conocer la monumentalidad de la colina de Buda y la segunda a visitar los edificios más emblemáticos de Pest, como el Parlamento húngaro, además de gozar del animado ambiente de muchos de sus distritos. O viceversa.
Si durante el día no faltan actividades ni visitas de interés, durante la noche la vida social de la ciudad de Budapest se traslada tanto a los lugares más exclusivos –terrazas y rooftops de establecimientos elegantes– como a los barrios donde se ubican los “ruins bars”. Estos bares situados en edificios abandonados o en espacios que se crearon como locales comerciales son las estrellas de la noche. Los encontrarás con grandes patios, restaurantes, discotecas, música en directo… y mucho ambiente alternativo. Sin duda, vivir la noche de Budapest es otro de los “must” de esta dinámica urbe.