Tres días te permitirán conocer la esencia de Ankara con más calma, disfrutando de sus monumentos y de experiencias culturales únicas, así como de espacios para relajarte y vivir la ciudad como un local.
En lo alto de Ankara, Anıtkabir se alza como símbolo eterno de la memoria, la modernidad y la identidad turca.
Desde los hititas hasta los otomanos, sucesivas civilizaciones han conquistado y reconstruido esta ciudadela estratégicamente situada sobre una colina en el distrito de Altındağ. Su fascinante historia se comprende mejor con una visita complementaria al cercano Museo de las Civilizaciones de Anatolia.
Museo de las Civilizaciones de Anatolia
Inspirado en la arquitectura otomana clásica pero con un toque moderno, este enorme edificio con capacidad para 24.000 fieles es visible desde casi cualquier punto de la capital turca.
Desde 1943, este espacio ha sido un punto de encuentro para locales y viajeros, con su lago artificial reflejando las luces de la ciudad, sus alegres fuentes danzantes y una entrañable feria de atracciones que produce un punto de nostalgia.
Ankara conserva una serie de espacios de tradición comercial donde aún resuenan los ecos del pasado otomano, el regateo es un arte y los puestos rebosan de especias fragantes y tejidos coloridos.
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