Más allá de los edificios gubernamentales y la vida urbana de Ankara, la provincia que rodea la capital turca esconde tesoros poco explorados. Aquí, entre colinas onduladas, mesetas semiáridas y valles fértiles, laten los ecos de antiguas civilizaciones como la hitita o la frigia, caravasares selyúcidas y castillos bizantinos. Pueblos con casas de madera que parecen detenidas en el tiempo conviven con paisajes donde la naturaleza más salvaje se impone con fuerza. Desde las ruinas de la legendaria Gordión hasta las aguas termales de Kızılcahamam, esta tierra ofrece un recorrido fascinante por la interesante historia y geografía de Anatolia.
- Ciudades y pueblos cercanos: postales vivas de la historia y tradiciones milenarias de Anatolia
- Entorno natural: montañas, fuentes termales y valles sorprendentemente verdes
- Patrimonio cultural: huellas de civilizaciones milenarias
Ciudades y pueblos cercanos: postales vivas de la historia y tradiciones milenarias de Anatolia
La provincia de Ankara está salpicada de localidades que permiten viajar a través del tiempo, desde la era de los frigios hasta el esplendor otomano. Una de las más significativas es Polatlı, ubicada a unos 80 kilómetros al oeste de la capital. Esta ciudad es célebre por albergar las ruinas de Gordión, la capital del antiguo Reino de Frigia, donde Alejandro Magno cortó el legendario nudo gordiano. Aquí, los visitantes pueden explorar los túmulos funerarios, el más imponente de ellos atribuido al rey Midas, y el pequeño pero fascinante museo que expone hallazgos de la zona.
Más al norte, a unos 100 kilómetros al oeste de Ankara, Beypazarı se erige como un museo al aire libre del periodo otomano. Sus calles adoquinadas y casas de madera con balcones voladizos, muchas de las cuales han sido restauradas y convertidas en museos, tiendas de artesanía y acogedores cafés, recuerdan el esplendor de la Anatolia de antaño. Este pueblo es famoso por su argén, una filigrana de plata trabajada artesanalmente, y por su gastronomía, en especial el höşmerim, un postre a base de queso que se deshace en la boca. Cada primavera, en mayo, Beypazarı celebra el Festival de la Zanahoria, ya que la región es una de las principales productoras de este cultivo en Turquía. Los visitantes pueden entonces disfrutar de desfiles, música y degustaciones de platos típicos elaborados con este vegetal.

Otro enclave con un marcado carácter es Kızılcahamam, un pueblo inmerso en densos bosques de pinos que es célebre por sus aguas termales. Desde tiempos romanos, sus manantiales sulfurosos han sido considerados beneficiosos para la piel y el sistema respiratorio. Hoy, sus spas y hammams combinan la tradición con modernas instalaciones de bienestar.
Al noroeste de la provincia, Nallıhan es conocido por su santuario de aves, el Nallıhan Kuş Cenneti, que atrae a observadores de aves de todo el mundo. Este refugio natural alberga más de 150 especies de aves, especialmente durante las migraciones de primavera y otoño. Además de su riqueza natural, Nallıhan destaca por su tradición en la producción de seda y la elaboración de «iğne oyası» (encaje de aguja), una delicada artesanía que se transmite de generación en generación y que refleja la destreza y creatividad de las mujeres locales.
Entorno natural: montañas, fuentes termales y valles sorprendentemente verdes
La provincia de Ankara esconde paisajes que contrastan con la imagen árida que muchos tienen de la región. Uno de los espacios naturales más impresionantes es el Parque Nacional de Soğuksu, cerca de Kızılcahamam. Su nombre significa «agua fría», y hace honor a los manantiales y arroyos que serpentean entre sus bosques de pinos y abetos. Es un lugar ideal para avistar águilas y halcones, así como para disfrutar de rutas de senderismo que atraviesan valles y cumbres suaves.
A unos 150 kilómetros de Ankara, en el distrito de Nallıhan, se encuentra un paisaje inesperado: la Reserva Natural de los Colores de Nallıhan. Aquí, las capas de sedimentos han creado formaciones geológicas de tonalidades rojas, verdes y ocres que parecen sacadas de otro planeta. Además, el cercano Lago Sarıyar es un refugio para más de 150 especies de aves, incluidas colonias de flamencos y águilas pescadoras.

Otro entorno singular es el Lago Mogan, a unos 25 kilómetros al sur de Ankara, una gran laguna de aguas tranquilas rodeada de áreas verdes que funcionan como el pulmón de la región. En la zona se encuentran restaurantes flotantes donde es posible degustar pescado fresco mientras se contempla la puesta de sol.
Patrimonio cultural: huellas de civilizaciones milenarias
La provincia de Ankara ha sido testigo del paso de hititas, frigios, romanos, selyúcidas y otomanos, dejando un legado patrimonial de gran riqueza. El Yassıhöyük Tumulus, en Gordión, es uno de los montículos funerarios más imponentes de Turquía, con más de 50 metros de altura y 300 metros de diámetro. Dentro, arqueólogos encontraron la supuesta tumba del rey Midas, con un ajuar funerario excepcional que hoy se exhibe en el Museo de las Civilizaciones de Anatolia.
En Akyurt, a unos 30 kilómetros de Ankara, se encuentra el Caravasar de Ahi Şerafettin, un imponente vestigio del comercio medieval. Construido en el siglo XIII, servía como refugio para las caravanas de mercaderes que recorrían la Ruta de la Seda. Su estructura de piedra tallada y su patio central evocan la grandiosidad de la época selyúcida.
Otro punto clave del patrimonio es el Castillo de Kalecik, una fortaleza medieval que se alza sobre una colina en el distrito homónimo. Sus muros de piedra han sido testigos de numerosos enfrentamientos entre bizantinos, selyúcidas y otomanos. Desde lo alto, la vista panorámica abarca viñedos que producen el famoso vino Kalecik Karası, una variedad autóctona de Anatolia Central.
