En el noreste de Boa Vista, lejos del bullicio de Sal Rei y de las playas doradas que han convertido a la isla en un destino turístico emergente, se encuentra Fundo de Figueiras. Este pequeño pueblo fuera de los circuitos turísticos convencionales conserva la esencia de la vida caboverdiana con una autenticidad que pocas localidades han logrado preservar. La arquitectura colorida, las calles de arena y la calidez de sus habitantes dan la bienvenida a quien se aventura a llegar hasta aquí, donde las tradiciones siguen marcando el ritmo de la vida cotidiana: la gente se sienta a la puerta de sus casas, compartiendo historias mientras el sol se desploma en el horizonte. Las fiestas, como la de São João Batista, no son solo una celebración religiosa, sino el reflejo de una comunidad que ha resistido los embates del tiempo sin perder su identidad.

  1. Historia de la localidad: Fundo de Figueiras, la auténtica vida caboverdiana alejada de las masas
  2. Cómo llegar y consejos para la visita: un camino entre paisajes desérticos y el Atlántico
  3. Qué podrás visitar: calles de colores, iglesias centenarias y la vida cotidiana caboverdiana
  4. Celebraciones de São João Batista: el alma festiva de Fundo de Figueiras
  5. Visitas cercanas: explorando el noreste de Boa Vista

Historia de la localidad: Fundo de Figueiras, la auténtica vida caboverdiana alejada de las masas

El origen de Fundo de Figueiras está ligado a los primeros asentamientos agrícolas de Boa Vista, una isla donde la aridez impone desafíos constantes a la vida humana. El nombre de Fundo de Figueiras no es casualidad: en sus orígenes, esta zona, como todavía ocurre en algunos oasis de la isla, debió estar repleta de higueras que ofrecían sombra y alimento a los primeros pobladores. En un territorio donde la aridez del clima supone un desafío constante, encontrar tierras fértiles era un tesoro, y los habitantes de esta región supieron aprovechar cada recurso.

El pueblo comenzó a desarrollarse entre los siglos XVIII y XIX, cuando Boa Vista se consolidó como un punto estratégico en el comercio de sal y la cría de ganado. Mientras Sal Rei prosperaba gracias a la explotación de salinas y su conexión con rutas marítimas, aldeas como Fundo de Figueiras surgieron como comunidades autosuficientes dedicadas a la ganadería caprina, la producción de queijo y el cultivo de maíz y frijoles en los escasos terrenos fértiles de la isla.

Durante el siglo XX, la emigración redujo la población del pueblo, como ocurrió en muchas otras regiones de Cabo Verde. La falta de recursos y las condiciones climáticas adversas empujaron a muchas familias a buscar una vida mejor en América o Europa, particularmente en Portugal y Estados Unidos. No obstante, los que se quedaron lograron mantener intactas las tradiciones y el carácter del pueblo, haciendo de Fundo de Figueiras un enclave donde la historia de Boa Vista sigue latiendo con fuerza.

A diferencia de otras poblaciones de Boa Vista, Fundo de Figueiras se mantuvo relativamente aislado, lo que permitió que sus tradiciones se conservaran casi intactas. Las casas de adobe y piedra, construidas con materiales locales, y las pequeñas iglesias, donde la fe sigue marcando el ritmo de la vida cotidiana, dan testimonio de un pasado en el que la comunidad lo era todo.

Hoy, aunque el turismo ha comenzado a asomarse tímidamente a la región, Fundo de Figueiras sigue siendo un lugar donde la autenticidad es la norma. Aquí, las historias de los ancianos aún se cuentan al anochecer, y las fiestas populares siguen siendo el mejor reflejo del alma caboverdiana.

Cómo llegar y consejos para la visita: un camino entre paisajes desérticos y el Atlántico

Fundo de Figueiras se encuentra a unos 25 kilómetros al noreste de Sal Rei, la capital de la isla. Para llegar, es necesario recorrer carreteras de tierra que atraviesan un paisaje semidesértico salpicado de acacias, arbustos espinosos y dunas que se extienden hasta donde alcanza la vista.

Las opciones de transporte son limitadas. La mejor manera de visitar el pueblo es alquilando un todoterreno, ya que los caminos pueden volverse intransitables después de lluvias esporádicas. Otra alternativa es unirse a una excursión organizada, que suele incluir Fundo de Figueiras junto a otros pueblos cercanos como João Galego y Cabeça dos Tarafes.

Es recomendable llevar agua y algo de comida, ya que las opciones de restauración en el pueblo son escasas. La cobertura móvil también es irregular, lo que refuerza la sensación de aislamiento y desconexión que caracteriza a este rincón de Boa Vista.

Qué podrás visitar: calles de colores, iglesias centenarias y la vida cotidiana caboverdiana

Uno de los mayores encantos de Fundo de Figueiras es su arquitectura tradicional. Pasear por sus calles de arena permite descubrir casas de vivos colores con puertas de madera tallada, algunas con inscripciones antiguas que datan de finales del siglo XIX. La vida aquí transcurre con tranquilidad, y es fácil encontrarse con vecinos sentados en los pórticos, conversando mientras el viento marino suaviza el calor del día.

El epicentro de la vida local es la Iglesia de São João Batista, una sencilla pero imponente construcción blanca que se alza como el símbolo espiritual del pueblo. Su interior, austero pero acogedor, refleja la fuerte religiosidad de la comunidad, que sigue reuniéndose aquí para las misas dominicales y las festividades religiosas. Si tienes la oportunidad de visitarla durante una misa, podrás sentir de cerca la religiosidad y el fervor con que los habitantes de Fundo de Figueiras viven su fe.

Otro punto de interés son los pequeños talleres artesanales, donde se pueden encontrar textiles, cestas de palma trenzada y cerámicas elaboradas con técnicas ancestrales. En un Cabo Verde cada vez más orientado al turismo, estos productos hechos a mano son un recordatorio de la vida tradicional que aún pervive en algunos rincones de la isla.

Celebraciones de São João Batista: el alma festiva de Fundo de Figueiras

Cada 24 de junio, Fundo de Figueiras se transforma para celebrar la festividad de São João Batista, el evento más importante del año. Esta fiesta religiosa y popular combina procesiones solemnes con manifestaciones de alegría colectiva que llenan el pueblo de música, danza y color.

Uno de los momentos más esperados es la cavalhada, un desfile de jinetes vestidos con trajes tradicionales que recorren las calles en honor al santo. También se organizan competiciones de lucha caboverdiana, actuaciones de música en vivo y grandes banquetes comunitarios donde se sirven especialidades locales como la cachupa y el caldo de peixe.

Para quienes visitan el pueblo en estas fechas, la experiencia es inolvidable. La hospitalidad de los habitantes se desborda y cualquier visitante es bienvenido a compartir la alegría de la festividad.

Visitas cercanas: explorando el noreste de Boa Vista

A pocos kilómetros de Fundo de Figueiras, otros rincones merecen una visita. Cabe destacar João Galego, otro pueblo de gran tradición agrícola, donde las calles adoquinadas y las pequeñas tiendas locales permiten descubrir la vida cotidiana de la isla. Muy cerca, Cabeça dos Tarafes es otra pequeña localidad donde la vida sigue el ritmo apacible de la Boa Vista más auténtica.

Si buscas un paisaje más salvaje, la playa de Santa María, con su arena dorada y su oleaje poderoso, es un lugar ideal para los amantes de la fotografía y la naturaleza. También puedes acercarte hasta las dunas y acantilados de Ponta Antónia, donde el viento esculpe formas caprichosas en la arena, hay unas vistas impresionantes del Atlántico y la sensación de aislamiento es absoluta.