A tan solo 16 kilómetros de Málaga, Torremolinos ofrece al turista playas que son consideradas (por muchos) como las mejores de la Costa del Sol. Son cuatro y se suceden a lo largo de siete kilómetros de costa: Los Álamos, Playamar, El Bajondillo y La Carihuela.
Largas y de arena fina, con un oleaje moderado, a las playas de Torremolinos llegan cada año miles de turistas nacionales y de diferentes partes del globo. Dependiendo de la temporada, suelen estar a rebosar y conviene madrugar para coger un sitio y plantar las tollas, tumbonas, la sombrilla o la nevera portátil, entre otros utensilios playeros.
En todas hay áreas adaptadas para personas con movilidad reducida y se ofrecen servicios públicos (aseos, parques infantiles, redes para jugar al voley playa, etcétera) y privados (alquiler de hamacas y de sombrillas, por ejemplo). Se pueden practicar deportes acuáticos como el paddel surf, kayak o esnórquel, y no faltan los chiringuitos y restaurantes a pie de playa o situados en el paseo marítimo para saborear un buen plato de “pescaíto frito”.
A continuación, describimos cada una de las cuatro mejores playas de Torremolinos, de este a oeste de la localidad malagueña:
Playa de Los Álamos
La playa de los Álamos es la primera con la que se topa el viajero o turista desde el este de Torremolinos, colindando con la playa de San Julián, en el barrio periférico de Málaga, la Cizaña. Tiene una extensión de un kilómetro y medio, 60 metros de anchura y está algo alejada del centro de Torremolinos, lo que es una oportunidad para los que buscan playas con algo más de espacio y tranquilidad durante la temporada alta.
Se encuentra en el barrio de Los Álamos, y de ahí su nombre. Si no vas a pie, es posible llegar en coche -hay varios aparcamientos en la zona- autobús urbano o en el tren de cercanías bajando en las paradas de La Colina o Los Álamos.
Como todas las playas de Torremolinos, hay bastante oferta gastronómica para tomar el aperitivo, refrescarse con una Cruz Campo o cenar o comer. Pero destaca sobre todo por su vida nocturna y sus beach club: desde hace décadas es destino de los que buscan pasarlo bien por la noche en clubes, chill-out o discotecas como Moliere Playa o Kokun.

Playamar
La playa de Playamar sucede a la de Los Álamos, si nos dirigimos camino a Benalmádena, es decir, hacia el oeste de Torremolinos. Con poco más de un kilómetro de longitud y unos 50 metros de ancho de arena fina, esta playa ha atraído a miles de turistas desde que en los años 60 se levantaron rascacielos de 15 plantas (las conocidas como Torres de Playamar) mirando al Mediterráneo. Es de acceso fácil, al estar cerca próxima al centro de este popular pueblo andaluz, y tiene una ocupación alta.
Hay una amplia oferta culinaria, así como hotelera y servicios de todo tipo. Si te gusta jugar al voley playa, las motos de agua o ir con tus hijos en una barca de hidropedales, la playa de Playamar posibilita este tipo de actividades deportivas y lúdicas. Al igual que la playa de Los Álamos, también es conocida por su ambiente nocturno: Maná o Goltier, son dos de los locales más populares.
Playa del Bajondillo
Entre Playamar y la playa de La Carihuela se sitúa la playa del Bajondillo, nombre que recibe del barrio de pescadores más conocido de este municipio malagueño. Con poco más de un kilómetro de longitud y 40 metros de anchura, esta playa urbana es una de las más concurridas por los bañistas al encontrarse en pleno corazón de Torremolinos. En uno de sus extremos está el saliente natural de Torremolinos conocido como El Morro.
Desde el centro urbano se puede acceder a pie a través de la calle San Miguel, por la conocida como Cuesta del Tajo en la que hay tiendas de artesanía y de souvernirs muy populares entre los turistas y vecinos o a través del Camino de la Playa. Y hasta hay dos ascensores para arribar a esta céntrica playa: el que va desde la plaza del Panorama hasta la plaza de los Tajillos o el del hotel Meliá, que está funcionamiento durante los meses estivales.
De arena fina y de color oscuro, en la playa del Bajondillo hay que tomarse un buen plato de “pescaíto” frito para hacer honor a la tradición pesquera del barrio en el que se ubica. Un barrio en el que merece la pena pasear y perderse por sus estrechas calles después de un día de la playa.

Playa de la Carihuela
Superado El Morro desde la playa del Bajondillo, empieza la playa de la Carihuela, la más occidental de Torremolinos. Con más de dos kilómetros de longitud y 40 de anchura, es la más extensa del pueblo malagueño. También suele tener bastante ocupación y la parte del paseo marítimo que la bordea está plagado de tiendas, bares, restaurantes, chiringuitos con acento andaluz y beach clubs.
Aquí se sitúa el histórico Hotel Pez Espada, que fue hospedaje de celebridades de Hollywood y del espectáculo estadounidense durante los años 50 y 60. Grace Kelly, Ava Gardner, Orson Welles o Frank Sinatra, entre otras estrellas, seguro que se acercaron a tomar el sol en la Playa de la Carihuela y darse un remojo en el mar.
Un plan es acercarse a la parte histórica del barrio de La Carihuela -de ahí el nombre de la playa- y visitar la iglesia de Nuestra Señora del Carmen. Si da la casualidad que estás el 16 de julio, no te pierdas la procesión y embarque de la Virgen del Carmen en la playa.

