Cuevas del Mar es una de las playas más concurridas de Llanes puesto que es un lugar bellísimo pero de fácil acceso, lo que la convierte en un destino muy popular sobre todo en verano. En forma de concha, este arenal dorado está protegido por su vida natural y también por las formaciones geológicas que ha ido creando el mar con su erosión y que le dan nombre.
- Localización y características de una playa llenas de cuevas
- Cuevas y formaciones rocosas, la magia de la naturaleza
- Recomendaciones y consejos para disfrutar de la visita
- Cómo llegar y dónde aparcar en las Cuevas del Mar
Localización y características de una playa llenas de cuevas
Esta playa en forma de concha y de 125 metros de largo está situada a pocos kilómetros de Llanes, en la costa oriental asturiana, concretamente a unos minutos de Nueva de Llanes.
Se trata de un arenal muy popular entre los turistas ya que es un lugar de una naturaleza casi salvaje, pero al que se puede llegar fácilmente y que cuenta con servicios básicos como duchas o un aparcamiento.
Sin embargo, lo más atractivo de la playa son las increíbles rocas horadadas por el mar y el viento que han ido moldeando estas formaciones a su gusto durante milenios, creando un paisaje kárstico de gran belleza, lleno de cuevas y túneles. De ahí le viene su nombre.
El mar Cantábrico suele ser muy tranquilo en esta playa de arena blanca, lo que la convierte en un destino ideal para familias con niños a los que es fácil ver explorando algunas de las cuevas más accesibles, sobre todo cuando baja la marea.
Si la marea está alta, hay que tener mucho cuidado porque algunas cuevas se llenan pronto de agua y pueden resultar peligrosas.
Cuevas y formaciones rocosas, la magia de la naturaleza
La playa Cuevas del Mar fue declarada Monumento Natural por su valor paisajístico y geológico gracias a estas formaciones rocosas que la han convertido en un lugar único para bañarse, pero también para sentarse a contemplar la magia de la naturaleza y de sus esculturas.

Durante miles de años, la rocas que rodean la playa han sido convertidas en túneles, arcos y oquedades con formas impensables, creando una especie de catedral tallada por la naturaleza que atrae a muchos curiosos y turistas.
Cuando baja la marea es fácil recorrer algunos de estos espacios a lo largo de pasadizos perfectamente tallados e incluso descubrir algunos rincones secretos donde las olas del mar Cantábrico, bravo por naturaleza, resuenan como si fueran un órgano marino.
Esta maravilla de la naturaleza sirve también de refugio para algunas aves marinas y especies intermareales que encuentran en las cuevas el mejor lugar para ubicar sus nidos.
Recomendaciones y consejos para disfrutar de la visita
El mejor momento para visitar la playa Cuevas del Mar es con la marea baja porque es cuando deja al descubierto más pasadizos entre las rocas.
Si queremos recorrer estas cuevas, lo mejor es llevar calzado antideslizante que evite que nos hagamos algún corte en la planta de los pies, aunque hay que evitar trepar o subirse a algunas zonas más peligrosas.
No podemos olvidarnos de la cámara de fotos, porque las imágenes desde estos arcos y ventanales excavados en la roca son increíbles y podemos encontrar algunas aves en su hábitat natural. Tampoco la crema solar porque los rayos impactan aún más fuerte por el reflejo del mar.

Si vamos en verano, hay que tener en cuenta que el aparcamiento suele llenarse muy pronto en esos días y lo mejor es madrugar para asegurarnos un sitio.
También es recomendable llevar agua y algo de comida si vamos a pasar allí varias horas porque los chiringuitos no están en el arenal. Eso sí, las autoridades recuerdan que hay que ser respetuosos con un espacio natural único para preservarlo y recoger todo lo que llevemos.
Cómo llegar y dónde aparcar en las Cuevas del Mar
La playa Cuevas del Mar cuenta con un acceso muy fácil a través de la carretera que sale de Nueva de Llanes, a unos dos kilómetros del arenal, desde donde está perfectamente indicado.
Hay un aparcamiento bastante grande frente al arenal pero en los meses de verano es difícil encontrar un sitio si no madrugamos y llegamos a la playa antes de las once de la mañana más o menos.
Si no hay huecos libres, la otra opción es aparcar en Nueva y recorrer la distancia andando o en bicicleta, que sería una caminata de unos 20 minutos, porque está prohibido estacionar en el arcén de la carretera que es bastante estrecha y suele estar vigilada.
