Qué ver y hacer en Jaca, la capital del Pirineo aragonés
Es imposible entender el patrimonio histórico del Pirineo aragonés sin pasar por Jaca. Esta pequeña ciudad de la provincia de Huesca, capital de la comarca de La Jacetania, es una interesantísima población, perfecta para un viaje que combine el patrimonio histórico y la naturaleza. En este artículo conoceremos qué ver en Jaca, sus lugares imprescindibles y los principales hitos de interés de sus alrededores.
Enclavada en la salida del valle del río Aragón, en la depresión de la Canal de Berdún, Jaca ejerce de capital del Pirineo aragonés, como centro turístico estrechamente vinculado al patrimonio histórico que atesora, al Camino de Santiago y a los deportes de invierno.
No es casualidad que Jaca exista desde hace siglos. Primero, es lugar de paso de la variante aragonesa del Camino Francés a Santiago, una parada en la milenaria ruta tras cruzar los Pirineos. También ha sido un punto estratégico en la salida hacia Francia por el valle del Aragón y el paso de Somport. Pero además ha sido un lugar de poder militar y religioso que ha perdurado a lo largo de los años.
Visitar Jaca merece mucho la pena por los elementos que vamos a explicar a continuación. Más allá de ellos, conserva un interesante casco histórico donde dar un agradable paseo mientras se disfruta de la gastronomía aragonesa.
Ciudadela de Jaca
La Ciudadela, o Castillo de San Pedro, es el principal monumento de Jaca. Esta fortaleza con forma pentagonal de estrella de cinco puntas, ordenada construir por Felipe II en 1592, presenta un excelente estado de conservación en todos sus elementos. Fue diseñada por el ingeniero militar italiano Tiburzio Spanocchi y formaba parte de una red defensiva del Pirineo, como la ciudadela de Pamplona o el fuerte de Santa Elena, en Biescas.
En el exterior, muros, foso, torres, baluartes y puertas destacan por su perfección y belleza. En el interior, el gran patio central nos da idea del calibre que esta fortificación cobró en su día. Es, sin duda, uno de los mejores ejemplos de arquitectura militar de España.


Entrada a la Ciudadela de Jaca
Los antiguos cuarteles albergan varias exposiciones interesantes. La más famosa, la del Museo de Miniaturas Militares, una sensacional colección de 32.000 figuritas de plomo que recrean famosas batallas de la historia. También hay varias salas dedicadas al Regimiento de Montaña del Ejército Español, cuyo cuartel está en Jaca.
La Ciudadela de Jaca sirvió también de campo de concentración de prisioneros republicanos durante la Guerra Civil.
Para visitar la Ciudadela, puedes optar por hacerlo a tu aire o con una interesante visita guiada. ¡Te llamará la atención la famosa manada de ciervos que puebla el foso!


Vistas de la Ciudadela de Jaca
Catedral de Jaca
La Catedral de San Pedro de Jaca es el otro gran monumento de la capital de la Jacetania. Un templo que se comenzó a construir hace casi un milenio, siendo hoy una de las iglesias más antiguas del Románico español y una de sus obras fundamentales. Un punto indispensable en el paso de la variante aragonesa del Camino de Santiago.
Durante el siglo XI, Jaca logró el título de ciudad de la mano del rey Sancho Ramírez en 1077 y el estatus de diócesis, lo que obligaba a construir una catedral en la villa.
La catedral conserva su estilo románico, presente en su planta de tres naves y cinco crujías, ábsides y dos puertas de acceso. Como en todo templo románico actual, su estudio es un libro de historia abierto de par en par, con una sucesión de estilos donde se encuentran elementos góticos y barrocos, fruto de la evolución del templo a lo largo del tiempo.
El interior de la catedral cuenta con una interesante decoración en forma de capiteles y ménsulas.


El interior de la Catedral de Jaca
Museo Diocesano de Jaca
La parte que rodea al claustro de la Catedral de Jaca alberga el Museo Diocesano, otra de las joyas de la localidad. En su interior se esconde una de las mejores colecciones de pintura mural románica del mundo, además de otro tipo de piezas de arte medieval.
El elemento más importante del Museo Diocesano son las pinturas de Bagües, de finales del siglo XI, procedentes de la iglesia de los santos Julián y Basilisa de esta localidad zaragozana. Muchos apodan a esta sala la ‘Capilla Sixtina del Románico español’, también por su representación del Antiguo y del Nuevo Testamento.
Centro histórico de Jaca
Una ciudad como Jaca, con tanta relevancia a lo largo de los siglos, merece un rico centro histórico. Y así es. De hecho, esta considerado como Bien de Interés Cultural. En él, destacan monumentos como las citadas Ciudadela y Catedral, pero también el edificio del Ayuntamiento, de mediados del siglo XVI, con su característica Torre del Reloj. El Ayuntamiento acoge algunas obras de interés artístico e histórico, como un crismón del siglo XII procedente de la ermita de Sarsa.
Otro ejemplo representativo del centro histórico de Jaca es el monasterio de las Benedictinas, también del siglo XVI, con la aneja iglesia de San Ginés, que conserva una portada románica.
No menos interesante resulta la ruta por los edificios modernistas de Jaca, levantados a principios del XX tras el derribo de la muralla medieval. El artífice de la llegada del Modernismo a Jaca fue Francisco Lamolla, encargado por el municipio de diseñar un nuevo trazado urbano.
De ese periodo destacan construcciones como las que se sitúan en los números 5, 7 y 12 de la avenida Primer Viernes de Mayo, el palacete del Marqués de la Cadena o el comercio situado en la calle Echegaray, al más puro estilo Glasgow.
Mirador del Fuerte de Rapitán
Sin duda, este es el mejor lugar para llevarse en las retinas (y en el teléfono móvil) una imagen de conjunto de la ciudad de Jaca y de las montañas pirenaicas que la enmarcan, incluida la Peña Oroel.
Situado a más de 1.100 metros de altitud, el mirador se encuentra junto a la fortaleza de Rapitán, construcción de finales del siglo XIX desde donde se domina un impresionante paisaje entre lo urbano y lo natural. Como curiosidad, fue precisamente en este lugar adonde llegaron algunos de los principales avances tecnológicos de principios del siglo XX: el telégrafo, el teléfono y el alumbrado por electricidad.
Tanto el fuerte como el mirador se encuentran a tan solo diez minutos en coche de Jaca, a través de una serpenteante carretera que, en sí misma, es otro atractivo de la localidad.
Alrededores de Jaca
Jaca es la puerta de las estaciones de esquí del valle del Aragón: Astún y Candanchú. Pero además de los deportes de invierno, en los alrededores de Jaca encontraremos otros muchos atractivos.
Monasterio de San Juan de la Peña
No muy lejos de Jaca, en la pequeña localidad de Botaya, se encuentra otra de las joyas históricas del antiguo Reino de Aragón: el monasterio de San Juan de la Peña. Este cenobio, dividido hoy entre el monasterio Viejo y el monasterio Nuevo, es un símbolo de la historia de Aragón, ya que alberga el Panteón Real de los reinos de Aragón y de Navarra. El conjunto fue declarado Monumento Nacional en 1889.
El Real Monasterio, o Monasterio Viejo, comenzó a construirse a finales del siglo XI, en pleno Camino de Santiago. Si algo llama la atención es su curiosa ubicación en una gran roca. Fue en San Juan de la Peña donde se introdujo, por primera vez en la Península Ibérica, el rito litúrgico romano marcado por la Santa Sede.
El devastador incendio de 1675 obligó a planificar un nuevo edificio, el monasterio Nuevo, que se comenzó a construir al año siguiente en el cercano Llano de San Indalecio.


Monasterio de San Juan de la Peña
Estación de Canfranc
La famosa estación de tren de Canfranc, considerada una de las más bonitas de España, es uno de esos lugares rebosantes de misterio. Un edificio igual de gigante que de hermoso, que ha permanecido décadas abandonado entre montañas, a los pies de la frontera con Francia.
Visitar la estación de Canfranc es un plan casi obligatorio para quien pasa por Jaca. Admirar la arquitectura del edificio, pero a la vez conocer las historias que allí sucedieron desde su construcción, son síntomas de que no estamos ante una estación cualquiera que, además, guarda una particularidad: su doble playa de vías con anchos ibérico e internacional, para facilitar el encuentro de los trenes de ambos lados de la frontera.


Tren de paso por la Estación de Canfranc
Cueva de las Güixas
En la ruta que va de Jaca a Canfranc, en Villanúa, el visitante puede visitar la cueva de las Güixas, una cavidad natural que es todo un ejemplo del poder que tiene la naturaleza a lo largo de los siglos. El agua ha ido configurando un espacio interior mágico, lleno de estalactitas, estalagmitas, coladas y otras formaciones que podemos recorrer de manera sencilla.
La cueva continúa viva gracias a la acción del agua, que moldea gota a gota la roca caliza. Este lugar tuvo también otro tipo de vida, la de los humanos que la habitaron hace 3.000 años, como demostraron varios hallazgos arqueológicos.
Las visitas a la cueva de las Güixas comienzan en el centro de interpretación y duran en torno a una hora y 15 minutos, con un aforo máximo de 30 personas por visita. Se debe reservar con antelación. Sin duda, visitar la cueva de las Güixas es un excelente plan para hacer en Jaca con niños.
Dónde comer en Jaca
El centro histórico de Jaca es un excelente lugar para encontrar buenas referencias de bares y restaurantes donde disfrutar de la gastronomía aragonesa como el ternasco, los embutidos, los quesos o la olla jacetana, especialidad local.
Vamos a hacer una pequeña selección de lugares, de calidad contrastada, donde comer en Jaca:
- La Tasca de Ana: una popular taberna con barra de madera que es toda una institución en Jaca. Pinchos, raciones y pequeños platos muy de bar, siempre con un gran ambiente. Sus “rodolfitos” son todo un clásico.
- 19 tapas y 500 vinos: este pequeño restaurante de ambiente moderno es otro seguro en Jaca. Cuenta con un buen surtido de platos tipo ración, que van desde verduras hasta especialidades del mar.
- Las 3 Ranas: muy buen restaurante en el centro de Jaca que cuenta con un amplio menú del día. Cuidan mucho la presentación de los platos, con toques muy modernos. Tienen también menús alternativos, como el menú aragonés.
Es una pequeña selección de tres restaurantes en Jaca, aunque el centro de la ciudad goza de buena salud gastronómica y hay muchas más reputadas opciones para todos los paladares.
Dónde alojarse en la provincia de Huesca
Situado también al pie de los Pirineos, uno de los alojamientos más recomendables de la provincia de Huesca es el Hotel Barceló Monasterio de Boltaña, todo un emblema para esta marca. Ocupa lo que efectivamente fue un monasterio del siglo XVII, del que se conserva buena parte de su arquitectura. En total ofrece 96 habitaciones y 40 villas, éstas muy amplias y distribuidas a lo largo de los jardines. Resulta muy llamativa su gran piscina exterior, igual que el spa, con 1.100 metros cuadrados de instalaciones. También lo es la gastronomía, con su restaurante a la carta Marboré, donde conocer y disfrutar de los mejores sabores de la cocina local y nacional con una revisión muy actual.
Muy interesante es el programa de actividades enfocadas para los huéspedes. Entre ellas, rafting, barranquismo, senderismo y excursiones a caballo, con las que conocer el magnífico entorno natural en que se sitúa este alojamiento.
Preguntas frecuentes
¿Qué ver en tu visita a Jaca?
El monumento más valioso de Jaca es su Catedral, paradigma de otros muchos templos románicos que se construyeron en el país, con su prolongación en el Museo Diocesano. Aunque compite en importancia la Ciudadela, que es uno de los mejores ejemplos de construcciones defensivas en Aragón. Por supuesto, también merece un paseo el centro histórico de la localidad con sus muchas casas y palacios.
¿Dónde comer en Jaca?
En el centro histórico de Jaca se concentran la mayor cantidad de bares y restaurantes de la localidad. Establecimientos ideales para conocer la rica gastronomía local. Entre ellos, están Las 3 Ranas (Salud, 10), La Tasca de Ana (Ramiro I, 3), Ultramarinos Bar y Tapas (Sancho Ramírez, 8) y Cobarcho (Ramiro I, 2).
¿Qué ver en los alrededores de Jaca?
Jaca está en pleno corazón de los Pirineos, muy cerca de lugares tan emblemáticos como Canfranc y su célebre estación internacional de tren y las estaciones de esquí de Astún y Candanchú. También el monasterio de San Juan de la Peña, panteón de reyes, y la impresionante cueva de las Güixas.
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