Canteras de s’Hostal: belleza y cultura entre bloques de roca
Las canteras de s’Hostal (o Pedreres de s’Hostal) no se encuentran entre los lugares más conocidos de Menorca. Ni siquiera lo es para los amantes de las grandes piedras, esos que llegan a la isla en busca de la Menorca Talayótica.
A simple vista, los grandes bloques de roca que conforman las canteras de s´Hostal solo tienen que ver con aquellas estructuras prehistóricas el uso de la piedra. Pero es engañosa esa impresión: lo cierto es que en Menorca, lo pétreo ha tenido una gran importancia a lo largo de su prolongada historia. Sin duda, es una de las claves de su cultura y acervo popular.
Por eso, la visita a las canteras de s’Hostal es casi obligada. Más, desde que este espacio fue declarado Bien de Interés Etnológico (en 2017) y se incluyó en el catálogo del Patrimonio Histórico de Menorca.
- La cantera de Menorca
- Los jardines de las canteras de s’Hostal
- El laberinto mineral
- Espacios esculpidos
- La cultura de la piedra
La cantera de Menorca
Durante siglos las canteras de s´Hostal, a las afueras de Ciutadella fueron la gran cantera de Menorca. De hecho, se sabe que la explotación de piedra de marés (o calcárea) a cielo abierto se desarrolló durante algo más de 200 años, hasta 1994.
Hasta los años 40 del siglo XX la extracción se realizaba de forma manual. Pero a partir de esa época llegó la mecanización a estas canteras. Y esto se traduce en que hay dos espacios bien diferenciados dentro de la misma:
- La zona de extracción antigua (o manual).
- Zona de extracción moderna (o mecánica).
Ambas son lugares de una gran escenografía. Y, de hecho, son un espacio habitual para la localización de anuncios de televisión, sesiones de fotos publicitarias o artísticas y representaciones escénicas, entre otras muchas actividades.
Además, y atendiendo a una ley que obliga a la recuperación de este tipo de explotaciones mineras una vez cesada la actividad, en las canteras de s´Hostal se han sembrado numerosas plantas. De esta forma, se han creado unos bonitos jardines entre los inmensos bloques de piedra tallada.
Los jardines de las canteras de s’Hostal
Los jardines de las canteras de s’Hostal son el fruto de esa tarea de repoblación obligada por la ley. Pero también de la creación espontánea de huertos (según se iban dejando de explotar diferentes zonas de la cantera). La propia naturaleza, además, formó parte en esta regeneración, “tomando” muchas de las zonas abandonadas.
El resultado son una serie de jardines, diferenciados tanto desde el punto de vista del paisajismo como de las especies vegetales que habitan en cada uno de ellos. Tres de ellos están agrupados bajo el nombre de Laberinto de los Vergeles. Estos son:
- El Jardín Medieval: es un tipo de jardín cerrado, al estilo de los claustros de la Edad Media. Alrededor de su fuente y los macizos de rosas del centro se distribuyen parterres de plantas medicinales y un pequeño huerto.
- Laberinto Vegetal: comunicado visualmente con el anterior, tiene un esquema circular univiario (para un solo paseante). Está plagado de plantas aromáticas que invitan al visitante a poner en alerta los sentidos y dejarse llevar por la meditación.
- Circuito Botánico (o de la Biodiversidad): completa el itinerario por el llamado Laberinto de los Vergeles. A lo largo del recorrido por este circuito los visitantes pueden conocer numerosos datos sobre la geología, etnología, botánica y zoología de este lugar, gracias a los carteles situados en él.
El laberinto mineral
Junto a esos laberintos ajardinados, flanqueados por enormes bloques de piedra, el Laberinto Mineral supone una de las grandes atracciones de las canteras de s’Hostal.
Este espacio se creó para celebrar el 20º aniversario de Lithica, la fundación que se encarga de la gestión y preservación de las canteras de s’Hostal. Sus creadores, la francesa Laetitia Lara, el suizo Basile Ribas y la madrileña Nuria Román, se inspiraron en el legendario Laberinto del Minotauro. Se encuentra al fondo de la cantera de extracción mecánica y tiene una base geométrica cuadrada, con siete pasillos concéntricos. La superficie total es de 800 metros cuadrados, de los que 600 corresponden propiamente al laberinto. Los bloques utilizados son de la misma piedra calcárea circundante, lo que favorece la integración visual con el resto de las canteras.
Espacios esculpidos


Fuente en Cantera
Una de las principales misiones de la fundación Lithica, de cara a dotar de vida y sentido a las canteras de s’Hostal, ha sido convertir este espacio en un lugar para el arte. O, tal y como ellos lo denominan, para el land art.
En este sentido se han habilitado espacios para que diferentes creadores nacionales e internacionales puedan desarrollar su arte, siempre con la piedra calcárea como protagonista. Al tiempo, se han abierto caminos y nuevos accesos, para facilitar el tránsito de los visitantes por los diferentes espacios de la cantera.
Entre los artistas que han trabajado en las canteras de s´Hostal destacan:
- La ya citada Laetitia Lara con su Laberinto mineral.
- Josu Larrañaga y su intervención De memoria.
- Bárbara de Rueda, con la obra Canteras y azules
- Nuria Román que, aparte de haber intervenido en el Laberinto mineral, destaca por su obra Coser la tierra.
La cultura de la piedra
Como ya hemos comentado, la cultura de la piedra tiene una gran importancia para Menorca. Por eso, una de las tareas de la fundación Lithica ha sido: “la difusión y proyección exterior de las canteras de marés de Menorca, para potenciar el conocimiento de la cultura de la piedra entre la sociedad menorquina”.
Pero es que, además, este empeño también se pretende conectar con otras zonas de Europa y el resto del mundo, “a través del concepto de paisajes de piedra y paisaje cultural”.
Así pues, la visita a las canteras de s’Hostal va más allá de una mera actividad turística. En realidad, con ella se colabora en la preservación de una cultura ancestral en Menorca, al tiempo que se establecen lazos de conexión con la de otros lugares del planeta.
Información de interés
Cómo llegar
- En vehículo propio: las canteras de s´Hostal están en el Camí Vell, km 1, a unos tres kilómetros desde el puerto de Ciutadella/ Ciudadela. Se puede llegar en vehículo propio tanto por la Ronda Norte (RC-1) como por la Ronda Sur (RC-2) en unos 10 minutos.
- A pie: en línea recta y callejeando por Ciutadella se tardan unos 40 minutos.
Precio
- En temporada alta, niños (hasta 12 años) gratuito. Consultar tarifa de adultos en web oficial. En temporada baja, entrada gratuita.
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