Teatro de la Ópera de Roma, un escenario mítico
El Teatro de la Ópera o Teatro dell’Opera (en italiano) es uno de los espacios imprescindibles de la vibrante vida cultural de la capital italiana. Ocupa un lugar destacado en la oferta operística del país, junto al Teatro San Carlo de Nápoles, La Scala de Milán y La Fenice de Venecia.
Y esa importancia de la ópera no es casual en Italia, ya que se considera que nació allí en el siglo XVII. Y, también, es la cuna de magistrales compositores como Rossini y Verdi. Roma no solo es un lugar ideal para asistir a una representación operística, sino que ha sido protagonista de óperas tan emblemáticas como Tosca de Puccini. Esta obra transcurre en tres escenarios de la Ciudad Eterna: la basílica de Sant’Andrea della Valle, el Palazzo Farnese y el castillo de Sant’Angelo. Su trama de celos, traiciones y bajas pasiones forma parte de la esencia romana. Se estrenó en enero de 1900 en el Teatro de la Ópera, denominado entonces Teatro Costanzi.
El Teatro de la Ópera, sorpresa en el interior de un sobrio edificio
El Teatro de la Ópera de Roma se encuentra en la Piazza Beniamino Gigli, en una animada zona cultural. En los alrededores destacan la iglesia de Santa María de la Victoria, la basílica de Santa María la Mayor y el palacio del Quirinal. Su fachada no llama la atención por su fastuosidad arquitectónica, sino todo lo contrario, se caracteriza por su sobriedad. El edificio, obra del arquitecto Achille Sfondrini, fue un encargo del empresario Domenico Costanzi. Las obras se iniciaron en 1879 y estuvieron finalizadas en tan solo dieciocho meses. Durante mucho tiempo el espacio operístico fue conocido como Teatro Costanzi, en honor a su promotor.
El día de la inauguración, un 27 de noviembre de 1880, se representó la obra Semiramide de Rossini. Acudieron al estreno el rey Umberto I y la reina Margherita. El público supo apreciar desde un primer momento las particularidades de la construcción. Sfondrini se centró en optimizar la acústica del espacio y para ello desarrolló su estructura como una “cámara de resonancia”. La forma de herradura es una de sus principales características. La edificación inicial contaba con tres pisos de palcos, un anfiteatro y dos galerías. Su capacidad era de 2.212 asientos.
La gran sorpresa del teatro es su cúpula dorada, que está decorada con unos maravillosos frescos del artista Annibale Brugnoli, natural de la región de Perugia.
La Ópera en Roma, hitos importantes
La historia del mítico Teatro de la Ópera es intensa. Durante mucho tiempo Domenico Costanzi se encargó personalmente de la gestión del teatro. Fue una etapa muy productiva que situó este lugar en una posición de prestigio en la escena operística mundial. Tuvieron lugar estrenos mundiales como el de Cavalleria rusticana, de Pietro Mascagni. A la muerte de Costanzi, su hijo Enrico se hizo cargo de la empresa. Bajo su dirección se produjo el mayor acontecimiento de la historia del teatro: el estreno de Tosca, de Giacomo Puccini. Tuvo lugar el 14 de enero de 1900, una fecha de oro en la historia del lugar y de la ciudad de Roma.
En 1907, el Teatro Costanzi fue adquirido por el empresario Walter Mocchi. A partir de 1912, la esposa de Mocchi, la soprano Emma Carelli se encargó de la dirección. Durante su gestión, destaca la primera representación en Italia de Parsifal, de Wagner. Y también la visita de Les Ballets Russes de Diaghilev.
De Teatro Costanzi a Teatro dell’Opera
En 1926 el teatro fue adquirido por el Ayuntamiento de Roma. Fue en ese momento cuando el Teatro Costanzi cambió su nombre por el de Teatro Reale dell’Opera. Fue parcialmente reconstruido, y reabierto el 27 de febrero de 1928. El gran día se celebró con la representación de Nerone, de Arrigo Boito. La reconstrucción consistió, fundamentalmente, en la demolición del anfiteatro, para añadir un cuarto piso de palcos. Su sala fue redecorada y se instaló una gran lámpara de cristal de Murano, de seis metros de diámetro. En el exterior, se abrió una nueva entrada principal en la actual Piazza Beniamino Gigli.
Tras la proclamación de la República, el teatro pasó a llamarse tal como se conoce hoy: Teatro dell’Opera. Con motivo de la celebración de los Juegos Olímpicos de Roma, en 1960, se acometió una segunda reconstrucción. Se cambió radicalmente el estilo del exterior, construyendo la fachada actual, la entrada y el foyer. Se conservó la legendaria acústica de la sala pero volvió a restaurarse la decoración en estuco, se instaló un sistema de acondicionamiento de aire, se ensanchó el proscenio y se dejó el aforo en las actuales 1.600 butacas.
Espectáculos en Roma. La temporada de ópera
Actualmente, en el antiguo Teatro Costanzi tiene su sede principal la temporada de ópera de Roma. Es una magnífica oportunidad para que los turistas puedan conocer tanto el exterior como el interior del teatro. En su escenario se desarrollan los grandes espectáculos operísticos, mientras que en el Teatro Nazionale, situado a pocos metros, tienen lugar algunas representaciones, principalmente de ballet y conciertos. Desde 1937, durante el verano, se llevan a cabo representaciones al aire libre en el escenario levantado en las Termas de Caracalla.
En el magnífico escenario de oro y terciopelo rojo del Teatro de la Ópera de Roma se puede disfrutar de obras maestras de todos los tiempos. Los grandes compositores italianos no faltan nunca en este espacio consagrado a la ópera. Muchos amantes del género acuden a la Ciudad Eterna para disfrutar de la puesta en escena de diferentes versiones de piezas tan célebres como La Traviata de Verdi; Tosca o Turandot de Puccini, y otras obras de autores como Bellini. Las grandes sopranos y tenores de la escena mundial se suben a las tablas del Teatro de la Ópera de Roma para hacer las delicias del público.
Pero también destacan los conciertos y los espectáculos de danza. El cuerpo de baile del Teatro dell’Opera es una de las compañías más destacadas de Italia. Sus representaciones de los clásicos del ballet son muy reconocidas en todo el mundo. Pero también interpretan piezas de coreógrafos más recientes como George Balanchine, Jerome Robbins, Serge Lifar o Krzysztof Pastor.
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Entradas:
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