Qué ver y hacer en Tánger

Qué ver en Tánger, los 12 planes imprescindibles
Tánger es el fiel retrato de una urbe portuaria multicultural, una tranquila puerta de entrada a África. Descubre qué ver en esta ciudad y la magia que emana de su medina, sus playas y zocos.

Chefchaouen, la ciudad azul de Marruecos
Con 42.000 habitantes, esta hermosa y turística localidad, situada a 110 kilómetros de Tánger, es inconfundible por los tonos añil y blanco de sus casas

Cabo Espartel en Tánger: qué ver y cómo llegar a este paraje natural de Marruecos
El Cabo Espartel, en los alrededores de Tánger, en el extremo norte de Marruecos, ofrece una de las mejores vistas al Estrecho de Gibraltar desde África

Cuevas de Hércules, el descanso de un mito a un paso de Tánger
Las Cuevas de Hércules, una de las visitas imprescindibles desde Tánger, te proporcionan una experiencia a medio camino entre lo geológico y un mito de leyenda.

Playas de Tánger, el triunfo de la naturaleza
Recorrer las playas de Tánger es revivir sensaciones del pasado, litorales poco edificados, chiringuitos improvisados y mucha naturaleza alrededor.

Qué ver en Tetuán, “la ciudad blanca” de Marruecos
Esta ciudad del norte de Marruecos tiene 300.000 habitantes y su casco histórico está considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco

La Medina de Tánger, un micromundo con vida propia
En la Medina de Tánger se desarrolla un micromundo donde la vida fluye por sus callejuelas, los monumentos sorprenden en cualquier esquina y los zocos te tientan con sus productos.

Teatro Cervantes de Tánger, historia entre bambalinas
Con más de un siglo de historia y el glamour de sus muchos éxitos, el centenario Gran Teatro Cervantes vive un momento de reforma y renovación que le devolverá su brillo de antaño.

De compras por el Zoco de Tánger
El Zoco, tanto el Grande como el Chico, es el gran destino de los viajeros que se quedan prendados con el color de sus puestos y productos

Kasbah de Tánger, regreso al pasado
En la Kasbah de Tánger el tiempo parece haberse detenido, su entramado de calles invita al recogimiento aunque las carreras de algún niño o el sonido de un café te devuelvan a la vida real.