A tres horas y media por carretera desde Varsovia hacia el sur y en los márgenes del río Vístula se sitúa Cracovia, uno de los grandes destinos europeos por su belleza e historia. Fue capital de Polonia durante más de 500 años.
A diferencia de Varsovia, la ciudad de Cracovia salvó buena parte de su legado histórico y arquitectónico tras la II Guerra Mundial. Formó parte del Gobierno General de la Alemania nazi. Su antiguo gueto judío recuerda uno de los episodios más oscuros de la historia reciente.
Además de contar con un casco histórico declarado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1978, Cracovia es una ciudad vibrante, con mucho ambiente de día y de noche. Un destino accesible en avión desde España con vuelos económicos para el que se necesitan dos o tres días para recorrer sin prisa, pero sin pausa.
- Plaza del mercado
- Basílica de Santa Maria
- Torre del antiguo ayuntamiento
- Castillo de Wawel
- Barrio Judío
- Collegium Maius
- Dónde comer
- Cómo llegar desde Varsovia
Plaza del mercado
La Plaza del mercado de Cracovia, situada en el corazón de la ciudad polaca, en el casco antiguo, es la plaza medieval más grande de Europa. Data del siglo XIII y tiene una superficie de 40.000 metros cuadrados.
Durante años se utilizó como plaza de armas, pero su uso principal ha sido comercial. En el pasado también acogió ejecuciones públicas y ceremonias reales y, durante la ocupación nazi, pasó a denominarse Adolf Hitler Platz.
La Lonja de las Pañerías o Sukiennice es el edificio que resalta por encima de todos al estar en el centro, por la belleza de su estilo renacentista y por su tamaño. Empezó a construirse en el siglo XIV, luego fue destruido y se volvió a levantar durante el paso de la historia hasta tomar su forma actual ya en el siglo XIX. Antiguamente los mercaderes vendían sus productos; hoy, el turista puede comprar alguna artesanía o visitar alguna de las colecciones museísticas que alberga.
La basílica de Santa María, donde está el retablo gótico más grande del mundo, la iglesia de San Adalberto o la Torre del Antiguo Ayuntamientos son los otros dos grandes edificios históricos que resaltar. La estatua del poeta polaco Adam Mieckiwicz, precursor del romanticismo polaco, es otro de los iconos de la plaza.
Hoy, esta plaza es un lugar con gente y ambiente a todas horas haciendo turismo o tomando algo en alguna de sus terrazas, y su paisanaje va cambiando con la luz del día.
Basílica de Santa Maria
Probablemente, la iglesia más emblemática de Polonia. Aunque se consagró en 1320, la Basílica de Santa María -fue declarada basílica en 1970- se construyó sobre la base de una iglesia anterior que destruyeron los mongoles en el siglo XIII.
De estilo gótico, llama la atención por su construcción con ladrillos y sus dos torres, que llaman la atención por su diferencia de altura. Su rico y adornado interior destaca principalmente por albergar el retablo gótico de madera más grande del mundo, obra del artista alemán Veit Stoss.
Probablemente oigamos una trompeta mientras admiramos la fachada exterior de la basílica. Desde una de las torres, un trompetista toca cada hora una melodía tradicional polaca (el hejnal mariacki). Es una tradición que sirve de homenaje a un trompetista que fue asesinado de un flechazo en la garganta en el siglo XIII cuando tocaba la trompeta para avisar de la invasión mongola.
Torre del antiguo ayuntamiento
Otro de los edificios icónicos de la Plaza del Mercado de Cracovia es la torre del antiguo ayuntamiento de la ciudad polaca. Fue lo único que se mantuvo tras la demolición del viejo consistorio en 1820 para que la plaza más importante de la ciudad polaca ganase en amplitud.
La torre fue construida a finales del siglo XIII, tiene 70 metros de altura y está ligeramente inclinada (55 centímetros) como consecuencia de una fuerte tormenta que tuvo lugar en el siglo XVIII. Durante la Edad Media estaban las mazmorras y una sala de torturas; hoy, este espacio acoge un teatro.
La torre se puede visitar. Un par de leones de piedra saludan desde la puerta de entrada. Luego, hay que subir más de 100 escalones para observar su interior. En la primera planta hay elementos góticos de relevancia. Más arriba, se puede ver la maquinaria del antiguo reloj de la ciudad y algunas fotos históricas de Cracovia. A través de las pequeñas ventanas hay una genuina vista de la Plaza del Mercado.
Castillo de Wawel
Situado en una colina, el Castillo de Wawel es uno de los espacios históricos más importantes de Polonia al haber sido residencia de los reyes durante siglos hasta el traslado de la capital a Varsovia.
Esta bella e inmensa fortaleza fue construída en el siglo XIV, durante el reinado de Casimiro III el Grande. Tiene elementos románicos y góticos. En la II Guerra Mundial fue ocupada por los nazis y sufrió destrozos. Desde la década de los 60 se han llevado a cabo labores de reconstrucción y restauración.
Quizá lo más llamativo de su interior es el Tesoro de la Corona, que está en antiguas salas góticas del siglo XV. Con el paso de la historia, y a pesar de los saqueos, aún se exponen recuerdos históricos de los reyes de Polonia.
En la colina que da nombre al castillo, también se encuentran la Catedral de Wawel, construída en el siglo XI y donde eran coronados y enterrados los reyes polacos, o la Cueva del Dragón, una gruta de leyenda con túneles de casi 300 metros de longitud que llegan hasta el río Vístula, donde hay una escultura de un dragón.
Barrio judío de Cracovia
Fundada en 1335, el que se conoce hoy como en barrio judío de Cracovia fue una ciudad independiente. Hoy es un lugar decadente, pero absorvente y con mucho ambiente para ir de compras, salir a cenar o tomar algo, y está lleno de referencias al Holocausto judío de la II Guerra Mundial.
En el también conocido como Kazimierz vivían miles de judíos que durante la invasión alemana en la II Guerra Mundial fueron trasladados al gueto que estaba ubicado en la zona de Podgorze. Luego eran deportados a campos como el de Auschwitz. La Plaza de los héroes del gueto recuerda a los 70.000 judíos que fueron deportados a campos de exterminio con una instalación de 70 sillas. Como detalle, señalar que el director Steven Spielberg rodó aquí escenas de la Lista de Schindler.
Para empaparse de su ambiente hay que visitar sus sinagogas como la de Isaac, el cementerio de Remuh (uno de los más antiguos de Polonia), ir por la popular calle Szeroka, donde hay una estatua que homenajea al héroe de la resistencia polaca Jan Karski.
Collegium Maius
El Collegium Maius pertenece a la Universidad Jagellónica de Cracovia, que fue fundada en 1364 y donde estudiaron personajes de la historia como Nicolás Copérnico o el papa JU. El Gran Colegio (traducción al castellano del latin Coogium Maius) es el edificio más antiguo de la universidad y se encuentra en la esquina de las calles ulica Jagiellońska y ulica Świętej Anny.
A finales del siglo XV, aquí vivían y trabajaban los profesores y se daban cursos y conferencias. Su patio aún conserva un antiguo reloj del que cada dos horas salen figuras de madera al son de una melodía.
Alberga un museo que podemos visitar para ver instrumentos históricos utilizados para las lecciones sobre anatomía, cartografía o astronomía, entre otras materias. También conserva un Globus Jagellonicus, que es uno de los globos terráqueos más antiguos del mundo.
Dónde comer en Cracovia
Para degustar comida tradicional polaca, como una buena sopa (en Cracovia la más característica es la biały barszcz), unos pierogi (una especie de empanadillas rellenas de queso y patata) o pasteles como el torcik piszyngier (barquillos de chocolates impregnados en algún licor), Cracovia ofrece muchas opciones, tanto tradicionales como más modernas.
Tradicionales como pueden ser un puesto callejero cercano a la Plaza del mercado o en el barrio judío, o en algún bar de leche, que son antiguas casas de comida de la época comunista.
Para sentarse a comer o cenar, también el barrio judío o el casco antiguo alberga muchas opciones de restaurantes. Aquí, varios ejemplos: si buscamos un espacio tranquilo, el restaurante Klimaty Południa (´SW. Gretrudy 5 ) es una opción; como restaurante de comida tradicional polaca, uno muy conocido es Pod Baranem (Świętej Gertrudy 21); y si queremos pegarnos un lujo en una buena cena, Cracovia tiene un restaurante Estrella Michelín: Bottiglieria 1881 (ul. Bocheńska 5).
Cómo llegar desde Varsovia
Desde Varsovia es posible llegar a Cracovia en coche, tren, autobús o en avión. Por carretera, la distancia son unas tres horas y media (unos 300 kilómetros). El tren son dos horas y cuarto y en avión son poco más de 50 minutos.
Hay una amplia disponibilidad de horarios para ir en autobús o en avión, y menos en tren.