La ciudad de Brno, la segunda más grande en población y superficie de la República Checa, ha permanecido oculta bajo la sombra de la hermosa Praga durante mucho tiempo. Reconocida como la capital de Moravia del sur desde la disolución de Checoslovaquia en 1993, Brno y su peculiar tipismo han ido cosechando apodos por doquier. Unos se refieren a ella como la “Viena checa”, debido tanto a su cercanía a la capital austriaca como a su parecido monumental. Otros la conocen como el “Manchester de Centroeuropa”, por albergar todavía numerosas factorías pertenecientes a la época de la revolución industrial.

Como un crisol insólito de épocas y culturas, el Brno de hoy en día sorprende al visitante con sus museos y galerías, sus teatros y mercados ambulantes, sus días tranquilos y sus noches vibrantes… A esto también contribuye su marcado ambiente universitario, con 33 facultades y cerca de 89.000 estudiantes anuales. También su red de transportes que, con 12 líneas de tranvías y 13 de trolebuses, vuelve compacta y accesible la ciudad. Aunque los puntos de mayor interés turístico son la Villa Tugendhat —perla del funcionalismo arquitectónico de entreguerras—, y el Circuito de Brno —sede del Campeonato del Mundo de Motociclismo—, nosotros nos proponemos descubriros muchos más a continuación.

Qué ver en Brno. Visitas en el casco antiguo

Una visita a Brno siempre debería comenzar por su plaza de la Libertad, centro neurálgico de la ciudad donde, además de terrazas de bares y restaurantes, se suelen celebrar ferias de distinta índole durante todo el año. Aquí también encontramos un curioso reloj astronómico de granito negro con forma de bala, el cual, cada día a las 11:00 de la mañana, libera una pequeña canica de cristal a disposición del transeúnte, en homenaje al asedio sueco que la ciudad soportó en 1645.

Si caminamos hacia el sur, pronto nos cruzaremos con el Antiguo AyuntamientoStará radnice, en checo—, el edificio civil más anciano de Brno; y cuya construcción data del siglo XIII. Aquí encontraremos la oficina de turismo y, nada más y nada menos, que un dragón de dos metros colgando en su interior. En realidad, se trata de un cocodrilo disecado que, según cuenta la leyenda, un noble regaló a la ciudad hace mucho tiempo.

Si preguntamos en la oficina de turismo, seguramente nos dirigirán a la plaza del Mercado de las Verduras (Zelný trh, en checo), una bonita explanada cuadrangular tomada casi de manera permanente por puestos de verduras y frutas, de flores y hierbas aromáticas… Además, en su centro presenciaremos la fuente barroca de Parnas, preñada de alusiones alegóricas a los distintos imperios de la Antigüedad. Y, en la misma plaza, también encontramos el Teatro Reduta —uno de los tres edificios que componen el Teatro Nacional de Brno—, donde supuestamente tocó Mozart a la edad de 11 años.

Mercado de Verduras Brno
Plaza del Mercado de las Verduras

Finalmente, nuestro recorrido por el casco antiguo de Brno no puede olvidarse de la plaza Mendel Mendlovo náměstí, en checo—. Aquí se encuentra la abadía de Santo Tomás, un lugar importante en la historia de la Ciencia, por ser aquí donde Gregor Mendel, el famoso monje y genetista, desarrolló desde 1843 sus famosas leyes a partir de experimentos con guisantes. Muy cerca de la plaza también se encuentra el Gran Centro de Exposiciones de Brno, y la fábrica de cerveza Starobrno, con terraza incluida.

Catedrales y castillos en Brno

Casi como cualquier otro punto de interés en Brno, la catedral de San Pedro y San Pablo nos espera imponente a escasos metros de nuestra ubicación. Erigido sobre la colina de Petrov, este edificio del siglo XIII exhibe una mezcla armoniosa de estilos arquitectónicos, fruto de las sucesivas renovaciones soportadas. El Gótico tardío —su estilo original—, se mezcla con el estilo Barroco que le fue dado tras el incendio originado durante el sitio de 1645. Por su parte, las altas torres que distinguen a esta catedral datan de principios del siglo XX.

Catedral de Brno
Catedral de San Pedro y San Pablo

Frente a la colina de Petrov se alza otro de los edificios históricos más aplaudidos en Brno, el castillo de Špilberk. Como un vigía inexorable, esta fortaleza ha dominado el paisaje de la ciudad durante siglos, aglutinando en su interior toda una serie de historias y leyendas. Utilizada como prisión estatal durante la época del imperio Austrohúngaro, más tarde serviría como centro de torturas a la Gestapo de la Alemania nazi. Afortunadamente, hoy en día este lugar sirve como museo municipal, permitiendo al visitante ahondar en la siniestra historia de la fortaleza.

Castillo de Brno
Castillo de Špilberk

Villa Tugendhat, un viaje a los inicios de la arquitectura moderna

Ahora bien, junto a los edificios civiles históricos, junto a los castillos y a las catedrales, la ciudad de Brno se caracteriza por haber cosechado una buena muestra del estilo arquitectónico funcionalista que la Escuela de Chicago de principios del siglo XX transmitió a algunos países de Centroeuropa. A este respecto, la Villa Tugendhat, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2002, es, sin lugar a dudas, la edificación más laureada en toda la República Checa. Construida en 1929 por el famoso arquitecto alemán Mies van der Rohe, junto a la destacada interiorista Lilly Reich, dicha villa trajo la modernidad al campo de la arquitectura por medio de la simplificación radical de las formas en pos de la funcionalidad.

Por su parte, la historia que arrastra sirve como motivo suficiente para su vista. Con la invasión nazi, la casa pasó a convertirse en la oficina de una empresa de construcción. Con la posterior llegada de los soviéticos, se alojó en su interior un centro de reeducación de menores. Hubo que esperar hasta 1963 para que la Villa Tugendhat fuera declarada monumento cultural por la URSS.

Hoy en día, la Villa Tugendhat, ubicada muy cerca del parque Lužánky, acoge un museo. Además, al estar situada en una ladera, la misma sirve como mirador desde donde contemplar algunos de los más importantes edificios de Brno.

Museos recomendados: artes, ciencias y cultura popular

Entre los principales espacios expositivos de Brno destaca la Galería Morava (o Museo de Moravia), distribuida en tres edificios: el Palacio Pražák, el dedicado a las Artes Aplicadas y el Palacio del Gobernador. Entre los tres atesoran la que, sin duda, es la colección de arte y etnografía más importante de la región. Respecto a sus principales joyas, se puede citar “La cabeza de Medusa” de Rubens y varias obras representativas del Cubismo checo.

Para amantes de lo etnográfico y de las culturas populares está el Museo de la Cultura Romaní, único de Europa en su género, y con una colección de más de 25.000 objetos relacionados con la historia, costumbres y particularidades de ese pueblo.

También muy recomendable es la visita al Museo de Tecnología, que explora el papel de Brno durante la revolución industrial experimentada por la ciudad entre los siglos XIX y XX. Y no menos interesantes son los fondos expuestos en el Museo Mendel de la Universidad Masaryk, dedicado a la vida y obra de Johann Mendel, quien fijó la bases del estudio de la genética moderna.

El circuito de Brno y otras escapadas cerca de Brno

Si contamos con días suficientes, tal vez nos interese visitar otros lugares cercanos a Brno. Las posibles escapadas desde esta ciudad son muchas y variadas. Aquí van algunas:

  • El Circuito de Masaryk —popularmente conocido como el Circuito de Brno—, se encuentra situado a tan sólo 24 kilómetros al oeste de la capital morava. Construido entre 1985 y 1987, este aeródromo ha acogido desde entonces numerosos campeonatos internacionales de automovilismo y motociclismo, siendo el de MotoGP el más famoso.
  • El palacio de Slavkov —también conocido como castillo de Austerlitz—, se encuentra a tan sólo 25 minutos en coche al este de Brno. Esta señorial construcción, datada del siglo XII, resulta famosa por ser aquí donde se produjo la famosa Batalla de los Tres Emperadores en 1805. Construida en origen como castillo de los famosos caballeros teutónicos, a partir del siglo XVII la misma pasó a convertirse en un fastuoso palacio con jardines franceses alrededor. Hoy en día, ofrece visitas guiadas tanto por su interior, como al cercano Monumento a la Paz, levantado en homenaje a la firma del armisticio franco-austriaco.

Por último, el Karst de Moravia nos ofrece visitas al interior de una de las reservas naturales protegidas más famosas de la República Checa. Cercano a la localidad de Blansko, a tan sólo 35 minutos en coche desde Brno, este conjunto de curiosas formaciones geológicas brinda al visitante la exploración de centenares de cavernas y cañones.

Dónde comer en Brno, cocina checa tradicional e internacional

Brno es, sin duda, un buen lugar para disfrutar de la mejor y más auténtica gastronomía checa tradicional. Pero aquí también han encontrado acomodo para desarrollar su creatividad cocineros abiertos a la experimentación y a incorporar sabores, ingredientes y técnicas llegados de otros lugares del planeta.

Entre los restaurantes más tradicionales se puede citar la cervecería Pivnice U Čápa (Obilní thh 68/10), que desde 1960 sirve diferentes variedades de cerveza checa (fundamentalmente Pilsner) junto a las más clásicas elaboraciones checas, a partir de la siempre presente carne de cerdo, las patatas, las coles y otras verduras. Tienen su propio ahumadero, lo que añade autenticidad a la propuesta.

Cocina típica checa y buenas cervezas son también lo que se puede degustar en Lokal u Caipla (Kozí, 115/3). Un negocio que presume de estar abierto desde hace más de 100 años.

Una opción algo más internacional es la de Stopkova Plzeňská Pivnice (5 Česká 163).  Aunque lo cierto es que en su carta también se pueden encontrar bastante cocina regional y del resto del país. Todo regado, cómo no, con una buena selección de cervezas.

Pero, para influencias internacionales, las de Soul Bistró (Jakubská 125/9), con una selección de platos a partir de productos de primera calidad, casi siempre, de origen orgánico y/o ecológico. De hecho, es una buena opción para quienes prefieran la cocina vegetariana.