El Jardín Botánico se extiende desde lo alto del monte Troja hasta la orilla derecha del río Moldava ocupando unas 52 hectáreas de terreno. El vasto espacio, cubierto por el jardín como un manto aterciopelado, cuenta con tres espacios diferentes: la zona exterior, con más de 10.000 especies; los invernaderos, con 5.000; y los viñedos, donde incluso se puede degustar el vino de su bodega.

Qué ver en el Jardín Botánico de Praga

Jardín japonés

Ubicado en la zona exterior, su diseño se basa en la búsqueda de la paz interior y la relajación. Los escenarios y senderos evocan paisajes de montaña con árboles, ríos y lagos, por lo que es para muchos visitantes el principal atractivo del jardín. Cuenta con especies tan características de Japón como los cerezos, que florecen durante la primavera tiñendo la zona de hermosos tonos rosados. Además, periódicamente, se llevan a cabo exposiciones de bonsáis, cuyo cultivo y mantenimiento es todo un arte.

 

 

Una visita al Jardín Botánico de Praga
Una visita al Jardín Botánico de Praga

Invernadero Fata Morgana

Este invernadero tropical, construido sobre un terreno rocoso en forma de “S”, acoge unas 5.000 especies de plantas y unas 60 de insectos y peces. La flora y fauna, entre las que se encuentran orquídeas, palmeras, bromelias y hermosas mariposas multicolores, son características de zonas desérticas, junglas tropicales y áreas montañosas subtropicales.

Invernadero del Jardín Botánico de Praga
Invernadero del Jardín Botánico de Praga

El nombre de Fata Morgana hace alusión al espejismo o ilusión óptima que se da cuando se invierte la temperatura, quizás porque la estructura de 130 metros de longitud está dividida en tres partes con diferentes temperaturas y grados de humedad del aire. Esto simula un viaje tropical durante las diferentes estaciones del año, sin necesidad de avanzar en el tiempo.

Exposiciones

Alrededor de todo el jardín se realizan exposiciones periódicas de diferente temática, como por ejemplo de plantas carnívoras o mariposas tropicales. Sin embargo, también hay muestras permanentes como la de la flora mediterránea, el cenagal o los biotopos selváticos de Asia y Norteamérica, áreas con determinadas condiciones ambientales para el desarrollo de ciertas especies.

Viñedos

El jardín botánico cuenta con dos viñedos: Salabka y Santa Clara. El segundo, fundado en el siglo XIII, es de los históricos y más grandes de Praga. Además, cuenta con una bodega donde degustar los vinos locales en un ambiente tranquilo, rodeado del exuberante paisaje del jardín botánico.

Centro de investigación y educación de los Jardines de Praga

El jardín botánico es una institución pública que forma parte del BGCI, siglas inglesas de Botanic Gardens Conservation International. Esto quiere decir que los trabajos llevados a cabo en el jardín buscan, entre otras cosas, salvar la flora en peligro y mantener su diversidad. Por ello se realizan programas como la conservación de ecosistemas y especies amenazadas, la mejora de plantas medicinales o la micropropagación para el cultivo.

Aunque los jardines botánicos aparecieron en Europa como centros dedicados al cultivo de plantas medicinales, con los años se convirtieron en centros de investigación comprometidos con la conservación de la flora en peligro. Hoy en día, el jardín botánico es, además, una de las instalaciones educativas más importantes de República Checa, donde acuden cientos de escuelas para realizar actividades y recorridos.

Con cada estación del año, el jardín botánico se transforma. Algunos rincones florecen, los colores que envuelven el lugar cambian, los campos de flores, las copas de los árboles, los riachuelos e incluso el ritmo del ecosistema se ve alterado. Da igual si es primavera, verano, invierno o temporada de vendimias, este bosque mágico siempre tiene algo hermoso y único que ofrecer.